Nada que ver con el original
A pesar de desarrollarse buena parte de la acci¨®n en la ciudad de Los ?ngeles, tras City of angels no se esconde una supuesta denominaci¨®n en ingl¨¦s del lugar, sino una nueva versi¨®n de la producci¨®n alemana Cielo sobre Berl¨ªn (1987), de Wim Wenders. Basada en un gui¨®n original del propio Wenders y del novelista Peter Handke, era una larga, filos¨®fica y pretenciosa historia llena de ¨¢ngeles, que marca el principio del fin de la decadencia del director alem¨¢n. Lo que no impide que sea origen de otra pel¨ªcula suya, ?Tan lejos, tan cerca! (1993), todav¨ªa con un inter¨¦s m¨¢s restringido, y de esta versi¨®n norteamericana que muy poco, o nada, para bien o para mal, tiene que ver con el original.En la reci¨¦n estrenada City of angels s¨®lo queda la idea de la existencia de ¨¢ngeles mezclados con los humanos sin que ¨¦stos puedan verlos, salvo en muy determinadas condiciones, y las dificultades existentes para que un humano se enamore de un ¨¢ngel, pero tambi¨¦n la idea de que para el amor nada es imposible.
"City of angels,"
Director: Brad Silberling. EEUU, 1998. Int¨¦rpretes: Nicolas Cage, Meg Ryan. Estreno en Madrid: Coliseum, Palafox, Acte¨®n, Cid Campeador, Morasol, Cartago, Amaya, Aluche, Novedades, Albufera, Lido, Canciller, Conde Duque, Luna (V. O.)
El director Brad Silberling (autor de la pel¨ªcula infantil de fantasmas Casper), narra el amor que nace en un quir¨®fano entre la eminente doctora que est¨¢ operando y el ¨¢ngel de la muerte que viene a llevarse al paciente. Silberling y su guionista Dana Stevens tienen la habilidad de pasar por encima de los filos¨®ficos problemas planteados al enfrentar a una m¨¦dica atea y a un enviado de Dios. Por otra parte, caen en la trampa de jugar con la facilidad de los ¨¢ngeles para desplazarse y contemplar las ciudades desde puntos ins¨®litos.
En cualquier caso, hay que reconocer que Brad Silberling consigue que City of angels sea una atractiva historia de amores m¨¢s fuertes que la vida, lo cual es bastante de agradecer. Por una vez, y sin que sirva de precedente, la sencilla copia norteamericana tiene m¨¢s inter¨¦s que el pedante original europeo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.