Cuerpos de recambio
El verano es el momento de la verdad para nuestros cuerpos. Los descubrimos, los exhibimos, los avergonzamos, los practicamos. Y, frecuentemente, los destruimos, quem¨¢ndolos al sol, indigest¨¢ndolos, infect¨¢ndolos atiborr¨¢ndolos de alcohol, tabaco y otras sustancias viciosas. O sea, haci¨¦ndolos disfrutar y a vivir que son dos d¨ªas. Lo que pasa es que luego, cuando llega el momento, los dos d¨ªas nos parecen cortos. Y quisi¨¦ramos prolongar la vida, la juventud, la vitalidad de nuestros cuerpos. Hay quien previene m¨¢s que cura y se pasa la vida luchando contra el envejecimiento y el deterioro f¨ªsico. Son los menos. Como se sabe, en Espa?a, ir a la sierra o a la playa consiste en llegar en coche hasta el restaurante m¨¢s apetitoso y dar una vuelta por la plaza del pueblo entre el aperitivo y la paella. Pero no se preocupe, no le voy a aguar la fiesta de sus vacaciones con un serm¨®n higienista puritano. Al contrario, le voy a resolver el problema, o sea, siga leyendo.?Qu¨¦ le parece si pudi¨¦ramos disponer de piezas de recambio para ir reparando las aver¨ªas de nuestro cuerpo? ?Ciencia ficci¨®n? No, pr¨¢ctica m¨¦dica actual, a¨²n a escala reducida. Todos conocemos la posibilidad de trasplantes, de implantes, de injertos. Pero tambi¨¦n sabemos la escasez de ¨®rganos humanos viables y la dificultad del trasplante debido al rechazo del cuerpo a ¨®rganos extra?os. Todo cambia a partir del momento en que el cuerpo pueda regenerar sus propios ¨®rganos, tejidos o sangre, y que dicho procedimiento pueda realizarse para mucha gente. Pues bien, ¨¦sta es la implicaci¨®n fundamental de la nueva experiencia de clonaje que acaba de publicarse en la prensa, mucho m¨¢s importante que la de la oveja Dolly, lo que pasa es que nos vamos acostumbrando a lo que hace poco era impensable. Le resumo, por si no se acuerda entre sus efluvios de las noches de verano. A finales de julio, se han comunicado los resultados de un experimento que publica Nature, la gran revista cient¨ªfica. Dos bi¨®logos de la Universidad de Hawai, el doctor Yanagimachi y su ayudante, doctor Wakayama, han llevado a cabo un clonaje masivo de ratones adultos. De los primeros 22 que figuran en el experimento, siete son clones de clones. O sea, que ya se est¨¢ en condiciones de producci¨®n en serie. Cada veinte d¨ªas est¨¢n produciendo un nuevo clon. De hecho, los ratones son m¨¢s dif¨ªciles de clonar que las ovejas, por el r¨¢pido ritmo de desarrollo del embri¨®n, por lo que la tecnolog¨ªa empleada acerca mucho m¨¢s al clonaje humano. El paso intermedio es el clonaje de monos que ya han sido clonados, pero en condiciones a¨²n no reproducibles. Consideran los cient¨ªficos que, tras este nuevo experimento de la Universidad de Hawai, el clonaje humano puede alcanzarse en los cinco a diez a?os pr¨®ximos. Como sistem¨¢ticamente se ha subestimado la velocidad del proceso de experimentaci¨®n gen¨¦tica, puede esperarse que se est¨¦ en condiciones de clonar ¨®rganos humanos en los albores del pr¨®ximo milenio.
El anuncio de este nuevo paso de la ingenier¨ªa gen¨¦tica ha renovado los debates ¨¦ticos, religiosos y pol¨ªticos sobre la revoluci¨®n biol¨®gica. Tambi¨¦n ha alimentado tertulias desinformadas, chistes sosos y pel¨ªculas de miedo. Descuide, no se van a clonar seres humanos, no le va a salir nadie igualito a usted y, menos a¨²n, a Kim Basinger o a Antonio Banderas (no se haga ilusiones). Primero, porque, aun partiendo del mismo capital gen¨¦tico, la interacci¨®n con el entorno f¨ªsico y social de cada uno, procesado a partir del cerebro, reprograma y modifica los cuerpos en secuencias individuales irrepetibles (como ocurre con los gemelos). Y, segundo, porque la sociedad no va a permitir la producci¨®n de clones humanos al completo. Por lo que los debates ¨¦tico-morales, por interesantes y necesarios que sean (que lo son), pasan al lado de la cuesti¨®n pr¨¢ctica. Y la cuesti¨®n es la capacidad de clonar nuestros propios ¨®rganos a partir de nuestras c¨¦lulas. Ya sea haciendo crecer ¨®rganos "nuestros" en animales de reserva (por ejemplo, los cerdos hacen unos p¨¢ncreas buen¨ªsimos), o actuando sobre c¨¦lulas, en nuestro propio cuerpo, para regenerar ¨®rganos extirpados o en irreversible proceso de deterioro.
Esta nueva frontera de la medicina est¨¢ ya inscrita en los actuales experimentos de clonaje. Su desarrollo futuro cambia nuestra relaci¨®n con el cuerpo y, en cierto modo, la potencial longevidad de la vida humana. M¨¢s a¨²n, el clonaje no es sino el aspecto m¨¢s espectacular de un desarrollo biotecnol¨®gico que afecta al conjunto de los ¨®rganos humanos. Una simple exploraci¨®n de informaciones recientes al respecto arroja un balance variopinto de elementos corporales cuyo crecimiento natural puede programarse. No se trata de implantes artificiales, como los pechos de silicona, sino de huesos, tejidos y ¨®rganos que crecen y se desarrollan de forma integrada en y a partir de nuestro cuerpo.
Cito, para su informaci¨®n, algunos de estos procesos, poniendo entre par¨¦ntesis un ejemplo de empresa biom¨¦dica (hay varias en cada caso) que ya comercializa los resultados presentes o futuros (pero no le doy la direcci¨®n): vejigas (Reprogenesis); conducto urinario (Integra LifeSciences); huesos maxilares (Osiris Therapeutics); piel para las piernas y los pies (Organogenesis); c¨¦lulas productoras de insulina, sustituyendo al p¨¢ncreas -operativo en humanos en dos a?os- (Biohybrid Technologics); cart¨ªlago -que ya ha sido capaz de regenerar el pecho de un muchacho y reproduce el cart¨ªlago de rodilla-, genial para futbolistas (ReGen Biologics); muelas -imag¨ªnese, crecer muelas indefinidamente a base de prote¨ªnas: adi¨®s al dentista-, pero por el momento s¨®lo funciona con perros; nervios de la espina dorsal -ya funcionan en ratas, que han regenerado sus propios nervios y han vuelto a andar tras ser paralizadas- (Acorda); senos, no de silicona, sino de cart¨ªlago (Reprogenesis). Y a un plazo algo m¨¢s largo, de una d¨¦cada, dos grandes proyectos en curso: la producci¨®n de un coraz¨®n completo a partir de prote¨ªnas manipuladas gen¨¦ticamente, que ya han sido capaces de regenerar vasos sangu¨ªneos (Genentech), y la regeneraci¨®n del h¨ªgado a partir de una membrana en la que se plantan c¨¦lulas del h¨ªgado -ya ha funcionado para un h¨ªgado-miniatura, pero a¨²n est¨¢ en proceso para uno de tama?o natural- (Human Organ Sciences). A la intervenci¨®n gen¨¦tica hay que agregar la bioqu¨ªmica, de la que Viagra es el ejemplo m¨¢s espectacular, con toda una serie de f¨¢rmacos de los llamados "de estilo de vida", destinados a modelar el conjunto del comportamiento. Y entre la gen¨¦tica y la qu¨ªmica, drogas de dopaje, como el EPO, que ha acabado con el Tour tal y como fuera en tiempos. ?ste es nuestro mundo, y ¨¦stos son nuestros cuerpos La biotecnolog¨ªa y 1a ingenier¨ªa gen¨¦tica ofrecen posibilidades extraordinarias como la de salvar a los seres queridos. O la de restablecer, en nuestra madurez, los desperfectos que hicimos con nuestros cuerpos en nuestra loca juventud. Introduce tambi¨¦n desigualdades fundamentales de acceso a la vida y al disfrute corporal seg¨²n el dinero y la informaci¨®n que se tiene y el pa¨ªs donde se vive. Y nos enfrenta a la gesti¨®n cotidiana de nuestro ser biol¨®gico, con todo lo que ello implica de exaltante y de aterrador. Estamos ya en ello. O sea, que siga d¨¢ndole al cubata y empiece a ahorrar para regenerar su h¨ªgado de aqu¨ª a diez veranos.
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