Toros con educaci¨®n

Los toros que saltaron al ruedo dejaron contentos a casi todos. Toros con la fuerza justa, obedientes a la muleta all¨¢ donde se la pusieran. Hasta cuando manseaban, lo hac¨ªan con precauci¨®n. Para torear de sal¨®n. Morante de la Puebla hizo lo mejor de la tarde. A su primero le instrument¨® muletazos largu¨ªsimos. Con ambas manos tore¨® despacio, con temple y gusto, rematando con dos muletazos a pies juntos sin espacio entre toro y torero. Tanta belleza en otra ocasi¨®n hubiesa sido sublime. Ante su segundo le cost¨® m¨¢s dar los muletazos de cartel, que los dio. Claro que el toro, amable como todos, le daba esa oportunidad admitiendo todos los del mundo antes.

El Cordob¨¦s empez¨® sus dos faenas templando muy bien, logrando una excelente tanda. Despu¨¦s, a dar pases. Reboz¨¢ndose literalmente con su segundo, tanto que una se?ora les gritaba eso de ?que se besen! V¨ªctor Puerto recib¨ªa con el capote bien y se hinch¨® a dar derechazos con el tonto (as¨ª lo llama ¨¦l) y con su hermano, con poca movilidad tras una tremenda voltereta.