El IRA Aut¨¦ntico campa a sus anchas en la frontera del "territorio de los bandidos"
Se la conoce como territorio de los bandidos pero a la gente de esta zona del Ulster, situada a menos de un kil¨®metro de la frontera con la Rep¨²blica de Irlanda, el mote no parece fastidiarles. Incluso hay cierto orgullo por la ausencia en las calles de polic¨ªas del Royal Ulster Constabulary (RUC) y de soldados brit¨¢nicos, acantonados en una enorme fortaleza enclavada en la misma plaza del pueblo. "Tienen miedo de salir", bromeaba un comerciante. Y puede tener raz¨®n: en algunas esquinas alguien acaba de repintar los famosos carteles que muestran la silueta negra de un francotirador del IRA con una inquietante leyenda en grandes letras. "Ya volver¨¢", dice. Crossmaglen se ufana de su inaccesibilidad para el brazo de las leyes brit¨¢nicas y, con mayor raz¨®n, de los polic¨ªas de Belfast y Dubl¨ªn. Pero es un estado del que tambi¨¦n sacan r¨¦dito los m¨¢s radicalizados elementos del movimiento republicano que, en esta parte de la ¨²nica frontera terrestre de Irlanda, se mueven como peces en el agua. En incontables casos, los extremistas preparan sus ataques en la Rep¨²blica de Irlanda, cruzan hacia el Ulster, golpean y luego retornan a territorio controlado por Dubl¨ªn antes de que el RUC o los soldados brit¨¢nicos les echen el guante. El territorio de los bandidos es una gran franja porosa que ning¨²n Gobierno ha conseguido controlar. Flanqueados por los jefes de polic¨ªa en ambos lados de la frontera, Mo Mowlam, la ministra brit¨¢nica para Irlanda del Norte, y John O"Donoghue, el titular de Justicia de Dubl¨ªn, se encerraron ayer en Belfast durante m¨¢s de tres horas para estudiar una soluci¨®n a un problema que, a primeras luces, parece f¨¢cil: levantar una gran muralla. Al fin y al cabo, el coche Vauxhall que estall¨® en Omagh matando a 28 personas el s¨¢bado, fue robado de un aparcamiento de Carrickmacross, en la Rep¨²blica. Eammon Collins, un miembro arrepentido del IRA y autor de numerosos informes sobre las actividades secretas de la organizaci¨®n, suger¨ªa ayer en The Irish Times, que el compl¨® debi¨® fraguarse en cierto pub de Dundalk, tambi¨¦n al sur del Ulster. El Comit¨¦ de los 32 Condados, la organizaci¨®n pol¨ªtica opuesta al proceso de paz y a la cual se acusa de actuar como fachada del IRA Aut¨¦ntico, el principal grupo sospechoso de la matanza, tiene a muchos de sus dirigentes viviendo en el mismo pueblo. All¨ª reside y trabaja vendiendo camisetas Bernardette Sands, la cabeza visible del comit¨¦ y hermana de Bobby Sands, el famoso militante del IRA que se mat¨® de hambre en la c¨¢rcel en 1981. Ayer, The Daily Telegraph dec¨ªa que el cabecilla del IRA Aut¨¦ntico hab¨ªa sido identificado. Daba el nombre y la fotograf¨ªa de David McKevitt, quien vive con Bernardette Sands en Dundalk.
Dundalk es pues, al igual que tantos otros pueblitos y aldeas vecinas, un punto clave en la nueva ecuaci¨®n de la pol¨ªtica y de la violencia en Irlanda del Norte. Por un camino angosto, pintoresco y casi siempre vac¨ªo, desde Dundalk se llega c¨®modamente en cinco minutos a Crossmaglen. En ning¨²n momento se ve a un solo miembro de la Garda, la polic¨ªa de la Rep¨²blica de Irlanda. No hay control oficial alguno. Pero construir una muralla tendr¨ªa un precio demasiado alto.
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