El alcalde de El Puerto insiste en que carece de capacidad legal para actuar contra la movida

El alcalde de El Puerto de Santa Mar¨ªa (C¨¢diz), Hern¨¢n D¨ªaz Cort¨¦s (Independientes Portuenses), se ha visto situado, en las ¨²ltimas semanas, en el centro del debate originado en la ciudad sobre los efectos de la movida indiscriminada. Ciudadanos y la oposici¨®n pol¨ªtica han criticado su gesti¨®n al respecto y entienden que el Ayuntamiento mantiene una actitud pasiva ante un problema que se agudiza en la temporada de verano, cuando la poblaci¨®n de El Puerto se triplica, superando con creces los 200.000 habitantes. Tras mantener un pulso con los vecinos de la centenaria plaza de toros, donde cada fin de semana se concentran miles de j¨®venes, el alcalde ha aceptado la tregua propuesta por los ciudadanos y ha mostrado su disposici¨®n a recuperar el di¨¢logo perdido hace meses "siempre que la mesa no", afirma, "no est¨¦ politizada ni sea radical". Sin soluciones m¨¢gicas "No tengo soluciones m¨¢gicas", asegura el alcalde. "El problema de la movida est¨¢ generalizado y en la actualidad es objeto de estudio por soci¨®logos y pol¨ªticos, sin que de momento se halla encontrado una f¨®rmula que garantice los derechos de las dos partes en litigio". Por otra parte, D¨ªaz Cort¨¦s insiste en destacar las limitaciones de los Ayuntamientos para actuar en este ¨¢mbito: "Las ¨²nicas armas v¨¢lidas deben llegar de los legisladores, mediante la promulgaci¨®n de una ley que proh¨ªba el consumo del alcohol en la calle, a excepci¨®n -claro est¨¢- de los establecimientos de hosteler¨ªa adaptados a tal fin". Con todo, el Ayuntamiento, llevado por la presi¨®n ciudadana, ha venido aplicando en los ¨²ltimos d¨ªas medidas puntuales en las zonas m¨¢s afectadas: "Hemos intentado incrementar la vigilancia, de forma que se ha logrado aumentar las denuncias a particulares por miccionar en la v¨ªa p¨²blica y por aparcamientos indebidos, y a locales que incumplen las normas de horarios, de poluci¨®n ac¨²stica y de venta de bebidas a menores". Paralelamente, el alcalde asegura que se ha visto obligado a solicitar el apoyo de otras administraciones. "El pasado fin de semana recurr¨ª al subdelegado del Gobierno en C¨¢diz, para hacerle ver la necesidad de aumentar los efectivos de la Polic¨ªa Nacional, que son los capacitados legalmente para actuar en caso de enfrentamiento entre j¨®venes y vecinos", comenta. Los residentes afectados insisten en pedir amparo al Ayuntamiento. La falta de una respuesta ¨¢gil de su Administraci¨®n m¨¢s cercana y la desesperaci¨®n que les origina comprobar c¨®mo sus hijos asisten con asiduidad a escenas de "actos imp¨²dicos", les llev¨® a convocar actos de protesta frente al domicilio del alcalde. Seg¨²n el edil "son medidas no tolerables, ya que aunque yo no me halla sentido coaccionado, la opini¨®n p¨²blica s¨ª lo ha sentido as¨ª". Las concentraciones juveniles en el t¨¦rmino portuense no son exclusivas de la zona de la plaza de toros. Otros barrios del centro tambi¨¦n soportan sus efectos, pero acaso uno de los ejemplos m¨¢s representativos es el que re¨²ne a miles de j¨®venes en la playa de La Calita. "Se trata", dice Hern¨¢n D¨ªaz, "de un caso muy diferente, ya que la lejan¨ªa de la playa del centro urbano hace que no haya vecinos perjudicados". Seg¨²n las cifras del alcalde, "se han llegado a agrupar all¨ª hasta 20.000 personas, lo que supone un enorme esfuerzo municipal para hacer segura la concentraci¨®n y un important¨ªsimo gasto en materia de limpieza y mantenimiento de la playa". El alcalde, adem¨¢s, critica los efectos que ha tenido la difusi¨®n en los medios informativos de las quejas de los vecinos: "En estas fechas hay empresas que fletan autocares en las localidades de la provincia de Sevilla para desplazar a los j¨®venes a El Puerto en la tarde de los viernes y llevarlos de vuelta a primera hora de la ma?ana siguiente". A la espera de que la alcald¨ªa articule una l¨ªnea de di¨¢logo con sus vecinos, el Ayuntamiento acaba de anunciar la redacci¨®n de una nueva ordenanza municipal contra el ruido, en la que figura la declaraci¨®n de algunas zonas de la ciudad como ¨¢reas saturadas de bares y en las que se limitar¨¢n las concesiones de licencias de apertura de nuevos locales.