Dominio del moscatel y garnacha
Cuando se realiz¨® la repoblaci¨®n del valle tras la expulsi¨®n de los moriscos, que ejerc¨ªan de activos agricultores, la casa baronal de Xal¨® favoreci¨® un incremento de la presencia de campos de vid para obtener nuevos caldos. Siglos despu¨¦s estos cultivos prosiguieron su imparable expansi¨®n destinados a la elaboraci¨®n de vinos, mientras se estabilizaba el comercio de la pasa, que a trav¨¦s del cercano puerto de D¨¦nia abastec¨ªa los mercados europeos, en especial el brit¨¢nico. Comenz¨® la conquista de las laderas de los montes con la formaci¨®n de bancales para probar con nuevas variedades en las partidas de B¨¦rnia, Murtes, Cutes, Cau y Masserof. Y en el llano quedaba el marcado dominio de la variedad moscatell. En el siglo actual el negocio pasero entr¨® en recesi¨®n y la plaga de la filoxera oblig¨® a buscar nuevas alternativas. En los a?os 60 la creaci¨®n de la Bodega Cooperativa Virgen Pobre ayud¨® a salvar la situaci¨®n. La iniciativa que pusieron en marcha unos pocos socios, aprovechando la tradici¨®n de bodegas familiares, ha desembocado tiempo despu¨¦s en una sociedad comunitaria de m¨¢s de 400 socios que tienen capacidad para reunir 27.000 hectolitros de vino. La bodega, que es a menudo visitada por grupos de turistas de la Costa Blanca, produce tres tipos diferentes de caldos. En tintos y rosados cada campa?a se llegan a producir 8.000 hectolitros, un volumen equivalente se dedica a los blancos seco y moscatel, y la partida m¨¢s peque?a est¨¢ destinada a la mistela. Los vinos de crianza son relativamente nuevos en la comarca. A ellos se reservan 80.000 litros cada campa?a para ir conquistando un nuevo mercado. Los catadores de la zona hablan de un blanco de olor intenso y perfumado, y de un vino rosado con gusto fresco y aterciopelado. El tinto variedad garnacha de Jal¨®n huele a frutas maduras y fina ra¨ªz y el moscatel recuerda en el paladar a una mezcla de pasas y c¨ªtricos. Existen tambi¨¦n bodegas de tipo familiar y peque?as bodegas que intentan abrir el mercado del vino de crianza. Esta es la corta experiencia de Juan Fullana Monllor que con el tinto Vi?amelada cosecha de 1991 ha conseguido situarse en las publicaciones especializadas. Con los vi?edos de sus fincas La Fila y Les Mosqueres y unas instalaciones muy completas, en las que los dep¨®sitos de maceraci¨®n proceden de una antigua f¨¢brica de cerveza, ha alcanzado una producci¨®n total anual de 10.000 litros. En estos dominios del moscatel y garnacha se mueve la vida laboriosa de las gentes de Jal¨®n y de las poblaciones vecinas de Alcalal¨ª y Ll¨ªber. La torre de Alcalal¨ª, procedente del siglo XIV, aglutina el urbanismo de esta peque?a poblaci¨®n, que cultiva con esmero sus naranjas y vi?edos. Ll¨ªber, por su parte, es el n¨²cleo con menor n¨²mero de habitantes. Su t¨¦rmino municipal est¨¢ poblado por el tradicional riu rau, construcci¨®n de casa rural con amplio soportal que sirve de almac¨¦n y secadero de la uva pasa. El viajero tiene la posibilidad desde esta ruta de interior aproximarse a pie a las alturas de la sierra B¨¨rnia por su fachada septentrional, monta?as que cierran este valle y condicionan un microclima favorable a sus cultivos tradicionales. El punto de partida es desde las Casas de B¨¨rnia. Por el sendero de peque?o recorrido, se?alizado con marcas blancas y amarillas, se sit¨²a el excursionista en la vertiente meridional de la sierra ante la vista impresionante del valle de Guadalest y la ciudad de Altea junto al mar. En esta fachada sur se encontraba una fortaleza construida por el italiano Antonelli, por encargo de Felipe II, para controlar desde esta cota estrat¨¦gica los movimientos de moriscos y desembarcos de piratas berberiscos. Este constructor realiz¨® otras obras defensivas en la costa valenciana, que hoy en d¨ªa todav¨ªa permanecen en pie con todo su esplendor. El sendero tiene un trazado circular por el conjunto de la sierra y vuelve al punto de partida en las Casas de B¨¨rnia despu¨¦s de haber empleado por lo menos tres horas y media en este paseo de monta?a.
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