Oposiciones de secundaria

Nunca he considerado que las oposiciones sean un buen m¨¦todo de selecci¨®n de personal, especialmente cuando no existen criterios objetivos de evaluaci¨®n ni se hacen p¨²blicos los criterios aplicados. Adem¨¢s, en algunos casos no existe ninguna garant¨ªa de que el tribunal domine el temario mejor que el opositor. Un estudiante de MIR sabe exactamente cu¨¢ntas respuestas ha fallado y puede, al menos, calcular sus posibilidades de elegir especialidad; un opositor de ense?anza secundaria que no supere las pruebas nunca sabr¨¢ en qu¨¦ lugar ha quedado y es posible que nunca descubra lo que ha hecho mal. Si adem¨¢s suspende en la encerrona, no quedar¨¢ constancia alguna del desarrollo de su exposici¨®n y sus posibilidades de revisi¨®n o reclamaci¨®n ser¨¢n pr¨¢cticamente nulas. En esta prueba oral s¨®lo se entrega un gui¨®n de la exposici¨®n que no demuestra nada sobre el desarrollo del tema.En el Reino Unido, cuando un alumno de secundaria realiza una prueba oficial oral, el examen queda grabado en una cinta, y es sobre esa grabaci¨®n sobre la que el corrector realiza su evaluaci¨®n, siguiendo los criterios objetivos que el propio alumno conoce desde el momento en que recibe la prueba. Se dir¨ªa que en este pa¨ªs tuvi¨¦ramos m¨¢s capacidad de improvisaci¨®n y de evaluar "seg¨²n los impulsos de nuestra digesti¨®n", como expres¨® ma-

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gistralmente Garc¨ªa M¨¢rquez.Por si todos los problemas se?alados anteriormente no fuesen suficientes, la situaci¨®n se complica a¨²n m¨¢s en la adquisici¨®n de nuevas especialidades. Te¨®ricamente, no hay l¨ªmite de plazas ni competencia entre opositores, parece que lo ¨²nico que justifica el t¨¦rmino "oposici¨®n" es la que ejerce el tribunal sobre el aspirante, pues a los tribunales no les interesa en absoluto aprobar a opositores que puedan superarlos en antig¨¹edad; en este caso, la regla general es el suspenso; s¨®lo hay que echar un vistazo a las listas de las distintas especialidades.

Ya s¨¦ que revisar todo el sistema de acceso a la funci¨®n p¨²blica debe de ser un proceso muy complejo, pero se me ocurren dos medidas de emergencia muy sencillas: grabar las pruebas orales y seleccionar a tribunales cuyos intereses no entren en conflicto con los de los opositores.-