El escaparate marbell¨ª
Puerto Ban¨²s combina lujo y apariencia durante la ¨¦poca estival
En Puerto Ban¨²s los visitantes se dividen en dos tipos: los que van a mirar y los que van a ser admirados. Al primer grupo pertenece la mayor¨ªa de los cinco millones de personas que pasan al a?o por este puerto y que en estos d¨ªas se concentran en m¨¢s n¨²mero. La direcci¨®n del puerto reconoce que la cantidad perjudica a la calidad y que sus m¨¢s preciados clientes huyen durante este mes de la multitud que sigue, como si de un espect¨¢culo se tratase, el entrar y salir de las embarcaciones. Por la primera l¨ªnea del puerto, la parte m¨¢s noble, se mezclan en procesi¨®n limusinas, lujosos deportivos y tambi¨¦n los veh¨ªculos m¨¢s horteras. Los primeros pertenecen a quienes deciden saborear el asfalto con sus coches y empujar a los viandantes a los pantalanes, o los segundos buscan mayor efectividad conduciendo verdaderos ¨¢rboles de Navidad. De una forma u otra los dos buscan impresionar. En la segunda calle del recinto portuario, a la que los restaurantes de lujo relegan los fogones de sudorosos cocineros y donde se alinean los contenedores de basuras, los protagonistas son el rojo y el gualda. Los tarros de salsa de tomate y mostaza presiden las mesas de los bares de la eufem¨ªstica comida r¨¢pida. La presencia de los ¨¢rabes se evidencia desde los modestos bares de comida propia -con nombres como Beirut- hasta en las embarcaciones mayores, de m¨¢s de 50 metros de eslora, que recalan en el muelle de honor, cercano a la torre de control. Los due?os de estas mansiones flotantes apenas dejan sitio a los potentados rusos. Independientemente de qui¨¦n sea su propietario, los m¨¢stiles enarbolan banderas de para¨ªsos fiscales. En los 915 atraques de que dispone le puerto marbell¨ª en algunos de los ¨²ltimos d¨ªas se concentraron hasta 800 embarcaciones, quedando s¨®lo vac¨ªos los de los propietarios que se hicieron a la mar. Jorge Haenet, portavoz del recinto portuario, admite que resultan problem¨¢ticas las congestiones de visitantes que se producen durante este mes "porque el puerto se ha quedado peque?o". La avalancha de turistas es bien recibida por los comerciantes, que pr¨¢cticamente acabaron con la existencia de locales. Los visitantes forman corrillos alrededor de los puestos, donde se ofrecen caricaturas por 2.000 pesetas y salchichas alemanas a 350, o revuelven prendas, a medianoche, en una tienda que ofrece vestidos por 1.975 pesetas o camisetas a 995.Direcci¨®n Torre de control. Nueva Andaluc¨ªa. 29660 Marbella, M¨¢laga. Situaci¨®n N 36? 29" 1" O 4? 57" 2" Atraques 915 Tel¨¦fono 952 90 98 00
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