El presidente de la plaza de Bilbao asume ciertos errores

Ha acabado la feria de Bilbao y se sigue hablando de la actuaci¨®n del presidente de Vista Alegre, Mat¨ªas Gonz¨¢lez. Los aficionados y cr¨ªtica especializada valoran su atinado comportamiento a la hora de la concesi¨®n de trofeos. Los m¨¢s efervescentes lo motejan como el presidente m¨¢s cualificado de cuantos existen en plazas de toros a lo largo y ancho de la geograf¨ªa espa?ola.

No deja de ser un tanto extra?a esta efervescencia, si se tiene en cuenta que llevaba cuatro a?os en el puesto y nadie destac¨® cualidad alguna en su haber. M¨¢s bien lo contrario. Quisimos saber a qu¨¦ obedec¨ªa esa actitud y talante distintos. Mat¨ªas Gonz¨¢lez lo explica: "He madurado. Lo que he escuchado y le¨ªdo, sumado a mis autocr¨ªticas constantes, me han formado".Al preguntarle sobre la falta de trap¨ªo de algunos toros,impropios para una feria como la de Bilbao, el presidente no ha querido ablandarse por dentro: "Han salido toros que no deb¨ªan haber pisado la arena. Lo reconozco y asumo la responsabilidad en la parte que me corresponde". Reconoce, asimismo, que se ha picado muy mal. Se ha tapado la salida a los toros, se ha barrenado... Por otra parte: "La cuadra de caballos ha estado fatal".

La conversaci¨®n llega hasta la tarde en la que el p¨²blico pidi¨® con insistencia la segunda oreja para Enrique Ponce. El presidente estaba convencido que no la merec¨ªa. En ese momento pens¨® para s¨ª: "Chillad lo que quer¨¢is, pero esta oreja no se la doy". No fue por capricho. Utiliz¨® el sentido com¨²n, siempre bajo el dictado del reglamento,que lo resume as¨ª: "Para cortar dos orejas, el torero tiene lucirse con el capote; observar una buena direcci¨®n de lidia en todos los tercios; torear de muleta con buen arte con las dos manos, preferentemente con la izquierda; y al matar, la espada tiene que entrar por el hoyo de las agujas, dej¨¢ndola de manera perfecta. Dos orejas son el m¨¢ximo trofeo, y requiere que el torero est¨¦ a la m¨¢xima altura". Lo ha dicho un presidente.