Yeltsin sigue de vacaciones en su 'dacha'
?D¨®nde est¨¢ el presidente Bor¨ªs Yeltsin? ?sta es la pregunta que se hac¨ªan ayer todos en Mosc¨². La respuesta es sencill¨ªsima: en su dacha, en las afueras de la capital. Como corresponde cuando nada pasa en el pa¨ªs. Ni la crisis, ni el hundimiento del rublo, ni el p¨¢nico de la poblaci¨®n son lo suficientemente graves para que Yeltsin se presente a trabajar en su despacho del Kremlin.Esto plantea otra pregunta: ?y est¨¢ ese presidente, que cada vez con mayor frecuencia da la impresi¨®n de tener la mente err¨¢tica, en condiciones de trabajar? Y otra m¨¢s: ?qui¨¦n es entonces el que realmente dirige el pa¨ªs? La respuesta m¨¢s frecuente es: Bor¨ªs Berezovski, a trav¨¦s de Tatiana Diachenko, la hija y asesora de Yeltsin, y de Valent¨ªn Yum¨¢shev, el jefe de la Administraci¨®n presidencial, a los que desde el lunes se les ha unido V¨ªktor Chernomirdin.
El n¨²mero de observadores que cree que se est¨¢ preparando un golpe de palacio aumenta a la misma velocidad vertiginosa con que cae el rublo. El golpe palaciego consistir¨ªa en forzar a Yeltsin a dimitir, con lo que Chernomirdin se convertir¨ªa en jefe de Estado interino. Esto le situar¨ªa en una posici¨®n privilegiada para las presidenciales que deber¨ªan celebrarse en tres meses. Para que este gui¨®n funcione, en el contubernio deben participar tambi¨¦n los comunistas, porque, de lo contrario, se correr¨ªa el riesgo de desatar una guerra civil. Grigori Yavlinski, el l¨ªder de Y¨¢bloko, que representa la oposici¨®n democr¨¢tica, no descarta que as¨ª sea, y que Chernomirdin y Ziug¨¢nov se hayan confabulado para librarse de Yeltsin.
Intransigencia
De lo contrario, no se explica la intransigencia que est¨¢ mostrando la oposici¨®n de izquierda, que cada d¨ªa plantea demandas m¨¢s radicales y habla en un lenguaje m¨¢s agresivo. Si el Consejo de la Federaci¨®n, formado por los gobernadores de las provincias rusas, hace caso a Ziug¨¢nov y como la Duma tambi¨¦n pide a Yeltsin que dimita, su situaci¨®n se volver¨¢ muy delicada.Que la idea de la dimisi¨®n de Yeltsin se respira en el aire moscovita lo demuestran las declaraciones hechas ayer por Bor¨ªs Nemtsov, el viceprimer ministro que present¨® su renuncia indeclinable y se neg¨® a trabajar en el nuevo Gabinete de Chernomirdin.
"Ser¨ªa un total desastre para el pa¨ªs" si Yeltsin dimite, advirti¨® Nemtsov. "La historia patria nos lo muestra. Nicol¨¢s II, el ¨²ltimo zar ruso, abdic¨®... Mija¨ªl Gorbachov tambi¨¦n escribi¨® una carta por la que dimit¨ªa. Y ya sabemos lo que le pas¨® al pa¨ªs en ambas ocasiones", dijo Nemtsov, refiri¨¦ndose a la instauraci¨®n de la dictadura y a la desintegraci¨®n de la URSS. Yeltsin apareci¨® el martes en el Kremlin, donde recibi¨® al presidente vietnamita, Tran Duc Luong. Refiri¨¦ndose a los rumores sobre su mala salud, Yeltsin dijo que eso era cosa del pasado. "Ahora todo est¨¢ bien", asegur¨®. Nadie se lo cree. Yeltsin apenas puede trabajar tres o cuatro horas diarias. Insuficiente para un pa¨ªs al borde del abismo.
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