Barriendo mar adentro
"Hasta bombillas hemos encontrado. No te explicas c¨®mo eso puede llegar hasta las playas, pero hay". Bel¨¦n Moya, quien habla, es una de las monitoras del campo de voluntariado sobre conservaci¨®n de sistemas litorales del Parque Natural de Cabo de Gata-N¨ªjar, en el que participan durante estos d¨ªas 20 j¨®venes andaluces. Su experiencia le ha llevado a constatar la triste y sucia realidad de unos espacios que, a pesar de estar protegidos por la administraci¨®n, no han encontrado a¨²n forma de defensa contra quienes no tienen pudor en profanarlos con desperdicios. Los fondos marinos del parque cobijan, a su pesar, importantes cantidades de porquer¨ªas cuyo impacto ambiental va en muchas ocasiones m¨¢s all¨¢ del desequilibrio est¨¦tico. La superficie mar¨ªtima puede servir de pantalla para ocultar a muchas personas las inmundicias que soporta en sus fondos. Pero hay otros lugares donde la huella de la irresponsabilidad hacia el medio ambiente es imposible de borrar. A no ser, claro, que detr¨¢s llegue un voluntario abnegado que limpia lo que otros dejaron tirado. Una de las singularidades de las que presume el Parque Natural Mar¨ªtimo-Terrestre de Cabo de Gata es la buena conservaci¨®n de muchas de sus playas. Goza de calas donde el deterioro que impone el desarrollo urban¨ªstico es a¨²n una lejana amenaza. Calas a las que ni siquiera se puede acceder por tierra. Pero, incluso esas calas, sufren la presencia de basuras. Latas, pl¨¢sticos y dem¨¢s desperdicios denuncian la paradoja que supone encontrar sucias unas calas a las que en principio s¨®lo acuden personas cuyo deseo de disfrutar de lugares v¨ªrgenes les permite desde?ar las dificultades del acceso. Las tareas de limpieza que desarrollan estos voluntarios, de edades comprendidas entre los 18 y 30 a?os, contribuyen a paliar las limitaciones de la Administraci¨®n. "La dificultad de acceso que presentan muchas playas del parque hacen que no pueda entrar ning¨²n tipo de maquinaria a limpiarlas y, adem¨¢s, tienen unos ecosistemas muy fr¨¢giles que se ver¨ªan da?ados por las m¨¢quinas", se explica desde la Delegaci¨®n de Medio Ambiente. Recoger basuras a pie de playa o bajo el agua es una tarea minuciosa. Pero el empe?o de conservaci¨®n del medio no se queda ah¨ª. "Los trabajos de limpieza los realizamos por la ma?ana. La tarde la dedicamos a otro tipo de actividades recreativas, como el senderismo, y despu¨¦s de almorzar hacemos un estudio de los tipos de residuos que hemos encontrado, especificando el lugar, el estado en el que los encontramos y su posible origen", explica Moya. Las conclusiones que se obtengan, una vez que el pr¨®ximo domingo finalice este campo de voluntariado, ser¨¢n trasladados a la Consejer¨ªa de Medio Ambiente. De hecho, la Junta de Andaluc¨ªa est¨¢ grabando en v¨ªdeo esta actividad ya que considera que puede ser presentada como representativa de las actividades de voluntariado ambiental. La Asociaci¨®n para el Fomento de la Cultura y el Deporte del Parque Natural de Cabo de Gata-N¨ªjar, encargada de organizar el campo de voluntariado, reconoce que estas medidas no resolver¨¢n los problemas de limpieza que se sufren en el parque natural, pero s¨ª ayudar¨¢ a concienciar a los visitantes del mismo de que la conservaci¨®n y futuro de los espacios protegidos es labor de todos y que es necesario llevarse bolsas de basura a las playas y recoger residuos para depositarlos en los contenedores. Juan Jos¨¦ Luque, delegado de Medio Ambiente, lanz¨® ayer una advertencia: "Hay que trabajar en la conservaci¨®n y mantenimiento del Parque. El t¨ªtulo de Reserva de la Biosfera no es permanente".
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