Tiempo para conversar

Uno no sabe c¨®mo llevar este tipo de etapas largas, sopor¨ªferas, sofocantes por el calor. La experiencia me indica que nada va a pasar y s¨®lo la aparici¨®n del viento de costado puede crear tensi¨®n en el grupo. Y como eso no suced¨ªa en el transcurrir de la jornada, la tertulia sobre los pedales es el mejor divertimento para que los kil¨®metros pasen sin que nos demos cuenta. Bueno, eso es un decir cuando uno oberva rectas infinitas que nunca se terminan.Son etapas buenas para conversar. Y la de ayer lo era. Te da tiempo de hablar, no s¨®lo son los compa?eros del pelot¨®n, sino con los directores de carrera. Eso s¨ª, siempre atento a los posibles aventureros que quieran ir solitos. All¨¢ ellos. Lo que dec¨ªa. No hay otra amena posibilidad que la de conversar.

Mi sensible piel no me permite exponerla mucho a los malditos rayos del sol. Sufro por el calor y mis manguitos para proteger mis brazos han causado entre el grupo un espacio para la distension. "M¨¢rchate de aqu¨ª". "Nos das a¨²n m¨¢s calor". "Ponte delante". Ya estoy acostumbrado a estas bromas de los compa?eros cuando ensayo a ser un beduino.

Por lo demas, la etapa ha sido relajada. La pelea, si la hab¨ªa, estaba al final, en esos ¨²ltimos 25 kilometros en que el pelot¨®n acelera y sube de revoluciones. Sin apenas viento, s¨®lo el ONCE puso en pie a los dem¨¢s conjuntos rivales. Sucedi¨® en el kilometro 140, en que el ONCE ensay¨® un intento de aceleraci¨®n. Nervios controlados e inmediata calma.

Al final, lo previsto. Llegada al sprint, con ca¨ªda incluida. Y yo detr¨¢s de Z¨¹lle, por si aparec¨ªa alg¨²n problema. Luego al autocar con ducha y al hotel. He sido el afortunado en pasar por los masajistas lo que me ha permitido cenar pronto y ver un v¨ªdeo.