Nuevas y fuertes pruebas de un agujero negro en la V¨ªa L¨¢ctea
El movimiento anormalmente r¨¢pido de dos decenas de estrellas apunta claramente hacia la existencia de un agujero negro gigantesco en el centro de la V¨ªa L¨¢ctea, nuestra galaxia. A esta conclusi¨®n ha llegado la investigadora Andrea Ghez, de la Universidad de California (EE UU), que present¨® ayer su descubrimiento en el Congreso Internacional Sobre el Centro Gal¨¢ctico que se celebra en Tucson (Arizona). Los par¨¢metros de esta investigaci¨®n son mucho m¨¢s exactos que los de estudios similares anteriores que ya mostraban indicios de la existencia de dicho objeto supermasivo.Un agujero negro contiene tal cantidad de masa tan densamente compactada que ni siquiera la luz puede escapar de su atracci¨®n gravitatoria. Ni Ghez ni nadie ha podido ver directamente un agujero negro, pero ella ha analizado el movimiento de 200 estrellas cercanas al centro gal¨¢ctico durante tres a?os con el telescopio gigante Keck I, situado en el Observatorio de Mauna Kea (Hawai), y ha encontrado una veintena de astros con signos de sufrir la influencia de fuerzas gravitatorias extremas. Dichos astros est¨¢n girando alrededor del supuesto agujero negro a velocidades de hasta cinco millones de kil¨®metros por hora, unas 10 veces superiores a la velocidad t¨ªpica de las estrellas. Para explicar tales movimientos, Ghez ha calculado que una masa 2,6 millones de veces superior a la del Sol tiene que estar concentrada en un agujero negro que tira gravitatoriamente de esas estrellas.
"Una de las grandes preguntas de la ciencia en el siglo XX es qu¨¦ hay en el centro de la V¨ªa L¨¢ctea. Este trabajo tiene grandes implicaciones para nuestra comprensi¨®n de c¨®mo evolucionan las galaxias", ha comentado Terry Oswalt, jefe del programa de astronom¨ªa estelar y astrof¨ªsica de la National Science Foundation, organismo que financia en parte esta investigaci¨®n.
Como ponerse gafas
Ghez ha utilizado una t¨¦cnica que permite obtener una resoluci¨®n en las im¨¢genes hasta 20 veces superior a la que se logra en observaciones convencionales. "Es como ponerse unas gafas", ha explicado. Con la misma t¨¦cnica, Ghez presenci¨® en 1995 la desaparici¨®n de una estrella que era entonces el objeto m¨¢s cercano al agujero negro. Si el astro fue tragado por ¨¦l o sencillamente se coloc¨® detr¨¢s de ¨¦l es algo que los cient¨ªficos seguramente no averiguar¨¢n nunca.El peligro de que el Sol -y la Tierra- corra la misma suerte es muy lejano, dado que el centro de la V¨ªa L¨¢ctea est¨¢ aproximadamente a 24.000 a?os luz de distancia (la estrella m¨¢s cercana al Sol, Alfa Centauri, est¨¢ a 4,3 a?os luz). La investigaci¨®n de Ghez proporciona una visi¨®n m¨¢s directa de una parte de la V¨ªa L¨¢ctea nunca observada. "Ghez ha desvelado un poco las sombras de nuestro cuarto de estar y nos ha dado una buena visi¨®n de lo que ocurre en nuestro patio trasero", dice Oswalt.
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