El 43% de los trabajadores vascos que mueren en su puesto laboral fallece a causa de un infarto
La muerte en el trabajo no est¨¢ directamente relacionada con el riesgo profesional. As¨ª se desprende del estudio realizado por el Instituto Vasco de Seguridad y Salud Laboral-Osalan sobre la siniestralidad laboral durante el primer semestre de 1998. De los 41 accidentes mortales contabilizados, 18 se debieron a infartos y no a causas ligadas directamente al puesto de trabajo. La unidad de salud laboral de Osalan ha seguido de cerca este fen¨®meno sin que haya encontrado causas que determinen una relaci¨®n directa entre las condiciones laborales y el infarto.
La siniestralidad laboral creci¨® en Euskadi un 8,12% durante los seis primeros meses de este a?o respecto al mismo periodo de 1997. El crecimiento es uniforme y continuado de enero a junio. A pesar de este incremento, el Pa¨ªs Vasco es una de las comunidades donde menos subieron los accidentes e trabajo, s¨®lo superada por Madrid, Castilla y Le¨®n, Asturias y Ceuta y Melilla. El total de accidentes en jornada laboral que supusieron una baja ascendi¨® a 21.325. A ¨¦stos hay que sumar los otros 1.605 accidentes ocurridos in itinere, es decir en el camino a o al regreso del puesto laboral. Estas cifras se traducen en que por cada 1.000 trabajadores vascos se produce casi una media de 37 accidentes. Durante 1997 la media fue de 36 percances. Desde el punto de vista de la gravedad, un total de 21.029 accidentes fueron de car¨¢cter leve; 255, graves, y 41, mortales. Un an¨¢lisis m¨¢s detallado muestra que los accidentes mortales han subido durante este a?o: de los 32 ocurridos de enero a junio de 1997 se ha pasado a los citados 41 en el mismo plazo de tiempo de 1998. Dentro de este grupo concreto, Osalan considera tres subgrupos: los accidentes de trabajo propiamente dichos (20); los accidentes de tr¨¢fico en las v¨ªas p¨²blicas (3) y los infartos (18). El subdirector de Promoci¨®n de Osalan, Mariano Garc¨ªa, destac¨® que no se conoce cu¨¢l es la incidencia que puede el propio trabajo sobre estos ataques al coraz¨®n. "Si el infarto te da a las nueve de la ma?ana, que es cuando est¨¢s trabajando, es un accidente de trabajo y si te da a las 12 de la noche en la cama no es un accidente de trabajo", se?al¨®. Diferentes causas Un infarto se puede producir como consecuencia del estr¨¦s en el trabajo, pero tambi¨¦n por una mala alimentaci¨®n o por el tipo de vida que lleve cada trabajador. "Si hubiera que configurar un perfil de los trabajadores que mueren", apunt¨® Garc¨ªa, "se podr¨ªa decir que una gran mayor¨ªa tiene entre 50 y 60 a?os y cuenta con m¨¢s de 10 a?os de experiencia en el puesto de trabajo. Hay que desmitificar la idea de que se mueren los directivos estresados o los j¨®venes inexpertos". La unidad de salud laboral de Osalan ha realizado un seguimiento durante 1997 y 1998 de todos los accidentes laborales mortales sin que haya podido determinar la incidencia que tiene el trabajo como factor desencadenante del infarto. Por sectores, la agricultura registr¨® en el primer semestre tres muertos; la industria, 16; la construcci¨®n, 10, y los servicios, 12. En t¨¦rminos globales, la industria contabiliz¨® 10.151 accidentes, mientras que en la construcci¨®n se registraron 3.486; en los servicios, 7.072, y en la agricultura, 616. As¨ª, la probabilidad de tener un accidente laboral es casi cuatro veces mayor en la construcci¨®n y dos veces y media mayor en la industria que en los servicios. Adem¨¢s, el informe de Osalan tambi¨¦n revela una equiparaci¨®n de los tres territorios en sus niveles de siniestralidad, lo que significa que detr¨¢s hay un cambio en su tejido econ¨®mico. Los accidentes no dependen tanto del n¨²mero de trabajadores como del tipo de estructura econ¨®mica. Se produce un empeoramiento en ?lava, aunque es la provincia con menos siniestralidad; un ligero empeoramiento en Guip¨²zcoa, que contin¨²a en posici¨®n intermedia, y una peque?a mejor¨ªa en Vizcaya, pese a que sigue siendo el territorio con mayor siniestralidad. Coste de las bajas La reducci¨®n de los accidentes es el objetivo de Osalan y de los agentes sociales en su conjunto. Sin embargo, ni el Gobierno vasco, ni sindicatos y patronal disponen a¨²n de un estudio sobre la repercusi¨®n econ¨®mica de las bajas de los trabajadores. De momento, lo ¨²nico que hay es un an¨¢lisis de costes indiciarios, que tiene s¨®lo en cuenta las grandes m¨¢gnitudes, como el n¨²mero de d¨ªas perdidos por accidentes de trabajo. Osalan se puso en contacto con el departamento de Contabilidad de la Facultad de Ciencias Econ¨®micas de Sarriko en junio pasado para saber cu¨¢nto pod¨ªa costar establecer una metodolog¨ªa. "Ten¨ªamos un presupuesto de tres millones de pesetas y Sarriko nos ped¨ªa 25 millones. De momento, todo est¨¢ parado", confirm¨® Garc¨ªa. "Si al empresario le demuestras lo que cuesta cada baja se concienciar¨¢ de lo importante que es la prevenci¨®n de riesgos", a?adi¨®.
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