Manuel Orantes, el ¨²ltimo campe¨®n espa?ol
Cuando el ¨²ltimo finalista espa?ol del Open de Estados Unidos gan¨® el t¨ªtulo, el torneo se disputaba sobre tierra batida y en las legendarias instalaciones de Forest Hills. Manuel Orantes, ahora con 49 a?os, jugaba todav¨ªa con raqueta de madera, la Slazenger Challenge n? 1, y el premio que percibi¨® no alcanz¨® los dos millones de pesetas. Aquello ocurri¨® en 1975, justo 10 a?os despu¨¦s de que Manuel Santana inscribiera su nombre en el Open de Estados Unidos, entonces a¨²n sobre pista de hierba. Ahora, el campe¨®n se llevar¨¢ 105 millones de pesetas."Mis recuerdos son imborrables", recuerda Orantes que el viernes por la tarde perdi¨® la final de la prueba de dobles mixtos reservada a los maestros del tenis. Han debido pasar 23 a?os para ver a otro espa?ol con opciones de ganar el torneo americano. Moy¨¤, como Orantes, encar¨® varias bolas de partido para poder seguir adelante. "Hab¨ªa estado jugando bien todo aquel verano", a?ade Orantes. "Gan¨¦ en Indian¨¢polis y Toronto y disput¨¦ otra final. Pero en el open ten¨ªa un cuadro muy duro".
En su camino hacia el t¨ªtulo, Orantes super¨® a Vitas Gerulaitis, Ilie Nastase, Guillermo Vilas y Jimmy Connors, en la final. Eran pr¨¢cticamente los mejores jugadores del momento. "El partido m¨¢s duro fue contra Vilas", rememora. "Empezamos a jugar a las siete de la tarde y cuando ¨¦l me ganaba por dos sets a uno 5-0 y 40-15 en el cuarto, la gente comenz¨® a marcharse y nos quedamos solos. Dieron por hecho que la final ser¨ªa Connors-Vilas. Pero remont¨¦ cinco bolas de partido y acab¨¦ ganando. Eso es algo que ocurre una vez cada 100 a?os".
En la final contra la estrella local, Jimmy Connors, todo fue m¨¢s sencillo. Aquel a?o el torneo americano hab¨ªa abandonado la hierba y se disputaba en tierra batida. As¨ª se mantuvo hasta 1977. En el 78 comenz¨® a jugarse en cemento, en Flushing Meadows. "Mi juego no le iba bien a Connors. Le raseaba la bola y con su golpe tan plano no pod¨ªa pegar bien. Eso ralentizaba los intercambios y me favorec¨ªa", cuenta Orantes. Connors lleg¨® a desesperarse y en una ocasi¨®n se dirigi¨® a los t¨¦cnicos de su palco, Pancho Segura y Pancho Gonz¨¢lez, para recriminarles. "Tengo muchos t¨¦cnicos, pero no hay soluciones", les dijo. Orantes gan¨® por 6-4, 6-3, 6-3.
"En el mismo momento tal vez no valor¨¦ debidamente lo que acababa de conseguir. Ten¨ªa la sensaci¨®n de que estaba entrando en la historia del tenis, eso s¨ª. Pero despu¨¦s estuve una semana sin poder dormir", explica Orantes. La derrota de Connors cay¨® como una bomba y le proporcion¨® a Orantes una revancha mucho m¨¢s lucrativa que el t¨ªtulo el mismo a?o en Las Vegas. "Creo que los americanos comenzaron a pensar en construir unas pistas m¨¢s r¨¢pidas para evitar que europeos y suramericanos domin¨¢ramos su open". Ahora, Manolo Orantes entrena a las nuevas generaciones de jugadores en el club Bonasport de Barcelona y disfruta del gran momento que vive el tenis espa?ol.
"Moy¨¤ est¨¢ muy dotado. Tiene una facilidad fuera de lo com¨²n. Todo lo hace f¨¢cil y va madurando. Cada vez incorpora nuevas cosas: ahora es m¨¢s agresivo, entra m¨¢s a la volea y saca mejor. Pero no es ¨¦l solo. La generaci¨®n actual tiene mucha calidad y nos permite ser muy optimistas. Y se ha creado una cadena de tenistas que puede durar 10 o 15 a?os", concluye Orantes.
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