Los nacionalistas vascos sellan un pacto para dialogar sin l¨ªmites sobre las demandas de ETA

Las fuerzas nacionalistas vascas (PNV, Herri Batasuna y EA) sellaron ayer en Estella (Navarra), junto a IU y otras 19 organizaciones pol¨ªticas, sociales y sindicales de Euskadi, un acuerdo que intenta sumar, bajo un lenguaje flexible, las demandas de ETA y el plan de paz de Ardanza, rechazado por la Mesa de Ajuria Enea. El texto, en cuyo debate no han participado ni el PP ni el PSOE, parte de la experiencia del Ulster para proponer un m¨¦todo de di¨¢logo sin l¨ªmites de toda la sociedad vasca en dos etapas. En la segunda, la "fase resolutoria", se contempla el cese "permanente de todas las expresiones de violencia". Es la primera vez que HB se compromete a pedir a ETA una tregua "permanente", aunque condicionada a que se alcance ese "proceso de negociaci¨®n" en el que las cuestiones a resolver son "la territorialidad, el sujeto de decisi¨®n y la soberan¨ªa pol¨ªtica".

A menos de mes y medio de las elecciones auton¨®micas vascas, el denominado Foro de Irlanda, en el que no participan las dos fuerzas mayoritarias del pa¨ªs, PP y PSOE, rubricaba ayer lo que defiende como el inicio de un proceso de negociaci¨®n y di¨¢logo, al que como primera medida desea sumar a socialistas y populares y, como colof¨®n, obligar a los Estados espa?ol y franc¨¦s a asumir el resultado de las negociaciones.Apenas tres meses han bastado para que el PNV y Herri Batasuna, junto a EA, los sindicatos ELA y LAB, organizaciones pacifistas como Bakea Orain o Elkarri, adem¨¢s de otras 15 asociaciones vinculadas a la izquierda abertzale, y finalmente Izquierda Unida, escenificasen lo que denominan "el primer gran acuerdo de una nueva mayor¨ªa". ?se es el tiempo que ha necesitado el Foro de Irlanda, una iniciativa de HB que secund¨® inmediatamente el PNV, para sellar "la primera piedra de un proceso de pacificaci¨®n abierto a todos", seg¨²n Pernando Barrena (HB).

La gestaci¨®n del texto ha ido paralela al proceso de di¨¢logo reservado que mantienen el PNV y HB en busca de una tregua de ETA antes de las elecciones vascas, previstas para el 25 de octubre. En este tiempo han callado las pistolas de ETA (su ¨²ltimo atentado fue el 25 de junio, cuando asesin¨® al edil popular Manuel Zamarre?o), si bien la violencia callejera de los proetarras no ha cesado. Ayer mismo era quemado el veh¨ªculo de un concejal del PP en Sestao.

Desde que los peneuvistas mantienen contactos y conversaciones secretas con el entorno de ETA, han asegurado en varias ocasiones que en la pr¨®xima legislatura est¨¢n dispuestos a llegar "hasta donde sea" para lograr la paz, aun sin la concurrencia del PSOE y el PP, partidos que rechazaron en la Mesa de Ajuria Enea el plan de paz presentado por el actual lehendakari en funciones, Jos¨¦ Antonio Ardanza.

Soluci¨®n pol¨ªtica

El documento, de tres folios, es ambicioso bajo un lenguaje muy medido para que pueda ser aceptado por todas las partes a las que se llama a dialogar. Bajo su aparente flexibilidad, sin poner condiciones previas, ni limitaciones en principio excluyentes, recalca que la soluci¨®n a un "problema pol¨ªtico" (el conflicto vasco) tiene que ser tambi¨¦n "pol¨ªtica" y habr¨¢ de girar en torno a tres asuntos: "La territorialidad, el sujeto de decisi¨®n y la soberan¨ªa pol¨ªtica se constituyen en el n¨²cleo de cuestiones fundamentales a resolver". Esa redacci¨®n aparca t¨¦rminos que se han demostrado infranqueables, como autodeterminaci¨®n, integraci¨®n de Navarra (donde los partidos firmantes ayer no suman la cuarta parte del electorado), refer¨¦ndum o la tregua de ETA. Pero deja claro que sobre esos asuntos debe girar el di¨¢logo. El punto final ha de ser que "los ciudadanos de Euskal Herria" tengan "la ¨²ltima palabra respecto a la conformaci¨®n de su futuro, y se respete la decisi¨®n por parte de los Estados implicados", es decir Espa?a y Francia.Los partidos no llegaron a definir c¨®mo participar¨ªa Francia en las negociaciones. Fuentes de los firmantes se limitaron a se?alar que la apelaci¨®n a ambos Estados parte del ejemplo irland¨¦s, en el que se prim¨® la soberan¨ªa de las decisiones que adopta una sociedad.

La forma y el fondo del documento no dejan lugar a dudas del esfuerzo por hacer revivir el fallido plan de paz del lehendakari y que el esquema de trabajo que se propone conviva con las reivindicaciones que ETA ha solicitado en los ¨²ltimos tiempos a trav¨¦s de sus comunicados y en el v¨ªdeo con la denominada Alternativa Democr¨¢tica, cuyo intento de difusi¨®n llev¨® a la c¨¢rcel a la anterior Mesa Nacional de HB.

El m¨¦todo que propone la declaraci¨®n para iniciar el proceso de pacificaci¨®n se asemeja terminol¨®gicamente al que propon¨ªa Ardanza al centrarlo en un "di¨¢logo abierto, sin exclusiones, con la intervenci¨®n de toda la sociedad vasca en su conjunto" -Ardanza hablaba de todos los partidos-. El di¨¢logo se producir¨¢ en dos fases: "preliminar" y "resolutiva". La primera no debe contemplar condiciones "previas infranqueables para los agentes implicados" (presumiblemente en alusi¨®n a una tregua de ETA); la segunda, que el acuerdo define como "el proceso de negociaci¨®n y resoluci¨®n propiamente dicho", se desarrollar¨ªa "en unas condiciones de ausencia permanente de todas las expresiones de violencia del conflicto".

"En HB nos preocupa mucho m¨¢s que la violencia que se ejerce desde ETA la que se ejercita desde el Estado", enfatiz¨® Barrena.