Mudanzas
El gran proceso de transformaci¨®n y de regeneraci¨®n del tejido urbano que est¨¢ sufriendo Bilbao parece haber desatado la fiebre de las mudanzas. Ninguna instituci¨®n que se precie de tener cierta importancia en la villa quiere quedarse fuera de este baile de traslados: clubes deportivos, instituciones acad¨¦micas, organismos de la Administraci¨®n p¨²blica, todos buscan un hueco en la zona de Abandoibarra o aleda?os donde poder desarrollar su actividad. Dir¨ªase que quien se quede fuera de este Manhattan local no va a pintar nada en la vida social de la ciudad. En medio de esta org¨ªa urban¨ªstica, es ahora la Diputaci¨®n la que plantea un ambicioso proyecto de traslado de todas sus oficinas y servicios a la tan tra¨ªda y llevada torre proyectada por el arquitecto C¨¦sar Pelli y que est¨¢ llamada a ser el edificio central -al menos, el m¨¢s visible- de toda la zona. Con este anuncio, la instituci¨®n foral se suma al movimiento de traslaci¨®n institucional y, de paso, acaba con las razonables dudas suscitadas en no pocos t¨¦cnicos sobre la demanda real que pod¨ªan tener las oficinas de la mencionada torre. Ahora bien, es l¨®gico pensar que la incertidumbre sobre la capacidad real de ocupaci¨®n de tanta oficina en Abandoibarra se traslade ahora a todos los edificios de propiedad foral del centro de Bilbao que quedar¨ªan vacantes y que, con su salida al mercado, representar¨¢n una oferta inmobiliaria de gran envergadura. El anuncio del Consejo de Gobierno de la Diputaci¨®n acredita una notable capacidad de la instituci¨®n por actuar como promotor urban¨ªstico. Hace s¨®lo unos a?os, todas las instalaciones de la Hacienda foral fueron trasladadas a la Feria de Muestras, en una operaci¨®n que muchos entendieron que estaba destinada a cubrir un claro exceso en la oferta de oficinas en dicho lugar. Aquel traslado se anunci¨® tambi¨¦n como "de coste cero" y al final acab¨® en un relativo fiasco al no poderse recuperar, a trav¨¦s de la subasta del Edificio Sota, la inversi¨®n realizada en la operaci¨®n. Ahora se insiste de nuevo en el nulo coste que a la ciudadan¨ªa le supondr¨¢ la mudanza general. Sin embargo, el com¨²n de los mortales se pone a temblar cuando lee en los peri¨®dicos que aquel inmueble de la Feria de Muestras, adquirido hace cuatro a?os en 4.500 millones, saldr¨ªa a la venta ahora en poco m¨¢s de 2.900. Es cierto que el caso que nos ocupa se trata de una operaci¨®n m¨¢s amplia, en la que los costes deber¨¢n ser evaluados globalmente, pero los antecedentes est¨¢n ah¨ª para ser tenidos en cuenta. Puede que con esta nueva propuesta la Diputaci¨®n Foral pretenda dinamizar la demanda de suelo en la zona, haciendo viable un proyecto de enorme coste y elevado riesgo financiero, como es la famosa torre de Pelli. Sea como fuere, es de esperar que una apuesta de esta envergadura sea analizada con todo el rigor que se merece, tanto en lo referente a sus costes reales, como a otros efectos que pueda desencadenar sobre el mercado inmobiliario. Y si las cosas no estuvieran claras, mejor aplicar la m¨¢xima ignaciana: en tiempos de duda, no hacer mudanza.
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