El fuerte temporal y el estado de la mar obligan a aplazar hasta esta tarde la Bandera de La Concha
Olas de tres metros de altura, un fuerte viento del noroeste y el persistente aguacero impidieron ayer la celebraci¨®n de la segunda jornada de las regatas de La Concha. Las adversas condiciones climatol¨®gicas, que imposibilitaron la colocaci¨®n de las balizas exteriores, forzaron al comit¨¦ de regatas a anunciar el aplazamiento de la prueba, que se celebrar¨¢ hoy a partir de las seis de esta tarde si la evoluci¨®n del estado de la mar es m¨¢s favorable. La ¨²ltima vez que se repiti¨® una circunstancia parecida ocurri¨® en 1983, edici¨®n ganada por Orio en medio de una gran pol¨¦mica.
El Cant¨¢brico present¨® ayer un aspecto intratable, con olas de fuerza siete y un viento superior a los 35 km/h que contraindicaba cualquier conato de sacar las traineras al agua. La integridad f¨ªsica de los remeros estaba en serio peligro. El imponente temporal marino dict¨® la sentencia de la regata, que hubo de ser suspendida como no pod¨ªa ser de otra forma. Tanto la organizaci¨®n de la regata como los clubes participantes tomaron postura en favor del aplazamiento desde primeras horas. A las diez de la ma?ana, hora fijada para la reuni¨®n entre los delegados y la organizaci¨®n, se hizo una puesta en com¨²n sobre la situaci¨®n real de la mar. Ante las serias complicaciones que presentaba la fuerte marejada para los encargados del balizamiento del campo de regateo, el comit¨¦ de regatas adopt¨® la decisi¨®n de posponer cualquier decisi¨®n hasta la una del mediod¨ªa. En esta cita habr¨ªa de dilucidarse si la regata se disputaba ayer a las seis de la tarde o se retrasaba a hoy. Durante el inter¨ªn, mientras las ocho tripulaciones tomaban el embarcadero a la espera de una decisi¨®n definitiva, se agotaron todas las posibilidades para marcar el escenario de la competici¨®n, lo cual result¨® totalmente imposible porque esta tarea pon¨ªa en peligro la seguridad de los balizadores. De hecho, nadie fue capaz de traspasar la zona de la barra, un punto imaginario situado en el Paseo Nuevo y que delimita la salida de las traineras mar afuera. Sin balizaje En vista de que los elementos climatol¨®gicos se conjuraron en contra de la prueba, los remeros optaron por retirar los botes del muelle y regresar a sus puntos de origen. Previamente subieron al Aquarium para avistar el feroz oleaje marino y las duras sacudidas del vendaval. Todos auguraban entonces un desenlace fatal y la suspensi¨®n de la regata. La clave quedaba en manos de los encargados del balizaje, pero ¨¦stos estaban subordinados a la inclemencia meteorol¨®gica. Los partes del tiempo anunciaban una ligera mejor¨ªa para la tarde de ayer, pero a esa hora no hab¨ªa tiempo suficiente para fondear las cuatro balizas exteriores. La suerte estaba echada. El colof¨®n de la jornada matinal sucedi¨® minutos despu¨¦s de la una del mediod¨ªa. Un sanedr¨ªn compuesto por el alcalde Od¨®n Elorza; Josu Ruiz, concejal de Turismo; Manu Narv¨¢ez, director del CAT; Miguel Tard¨¢guila, coordinador de la regata; Josetxo Fern¨¢ndez Vaqueriza, presidente de la Federaci¨®n Vasca de Remo, y Jos¨¦ Manuel G¨®mez Esnal, presidente de la guipuzcoana, decidi¨® aplazar la regata hasta hoy vali¨¦ndose de la mejora climatol¨®gica que figura en el pron¨®stico facilitado por el Centro Meteorol¨®gico del Golfo de Vizcaya: vientos del noroeste de fuerza 4 a 5, visibilidad regular bajo aguaceros, marejada a fuerte marejada y mar de fondo con olas de dos metros. Pol¨¦mica en 1983 Una situaci¨®n similar aconteci¨® en 1983, cuando la regata tambi¨¦n tuvo que ser aplazada por el estado de la mar, que desaconsejaba cualquier actividad deportiva en la bah¨ªa. Entonces se vivi¨® una dura pol¨¦mica motivada por el boicoteo que protagonizaron Kaiku, Castro, Zumaia y Fortuna en protesta por la calificaci¨®n de Orio en la regata eliminatoria. El primer domingo, ante la incomparecencia de sus rivales, Orio rem¨® en solitario, aunque finalmente pudo colocar en sus vitrinas la Bandera de La Concha.
"Es como ir al f¨²tbol y que falten las porter¨ªas"
No cab¨ªa otra soluci¨®n. La opini¨®n de los protagonistas fue un¨¢nime. "Al margen de que las balizas no est¨¦n puestas, hoy no se puede remar. Ha salido una ola corta que entra por la proa y no deja bogar porque la trainera embarca mucha agua". El veterano tripulante de Orio, Patxi Franc¨¦s, describi¨® as¨ª la fiereza de la mar. Opini¨®n un¨¢nime. "Nuestra intenci¨®n es no salir al agua", manifest¨® el representante de Arraun-Donostia. "El remero est¨¢ en peligro", apostill¨® el de Trintxerpe. "Yo soy partidario de suspenderlo", declar¨® el patr¨®n de San Pedro, Juan Carlos Font¨¢n. "Es imposible llegar hasta la ciaboga", aclar¨® el delegado de Orio. "Las cosas est¨¢n muy claras ?no?", sentenci¨® Lujanbio, patr¨®n de Donibaneko. La ¨²nica voz discordante fue la de Koxtape, cuyo presidente Paco Prieto se mostr¨® muy disgustado por la "falta de previsi¨®n" y la "escasa profesionalidad" de los responsables del balizaje. Prieto reconoci¨® que la mar no estaba para la pr¨¢ctica del remo, pero denunci¨® con insistencia que las ciabogas ten¨ªan que estar colocadas con m¨¢s antelaci¨®n, porque "es como ir a jugar un partido de f¨²tbol y que falten las porter¨ªas". El bocadillo Los peor parados fueron los remeros gallegos. Tir¨¢n viaj¨® en avi¨®n, pero Perillo invirti¨® 12 horas para trasladarse en furgonetas desde Moa?a hasta San Sebasti¨¢n. Otro tanto le ocurri¨® a un autob¨²s de seguidores gallegos, que llegaron ayer a La Concha y se quedaron con un palmo de narices. Durante la larga espera matinal, una pareja de remeros gallegos fue sorprendida en un supermercado con sendas barras de pan y chorizo. El entrenador, que preve¨ªa pasta para la comida, les descubri¨® y mont¨® en c¨®lera. An¨¦cdotas como la citada se sucedieron ayer entre los representantes de Tir¨¢n y Perillo, que finalmente pospondr¨¢n un d¨ªa su regreso a Galicia para tomar parte en la regata de hoy (18.00) pese a las amenazas de despido que recibi¨® alg¨²n remero de Perillo si hoy no se presentaba a las ocho de la ma?ana en su trabajo. S¨®lo resta que esta tarde las porter¨ªas est¨¦n en su sitio.
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