El FMI negocia en Rusia la entrega de m¨¢s de 600.000 millones
Desde que estall¨®, hace un mes, la tremenda crisis rusa, una discusi¨®n clave ha sido si hay o no que emitir m¨¢s rublos para aliviar la tensi¨®n social, aun a riesgo de hiperinflaci¨®n. Ayer, el nuevo gobernador del Banco Central, V¨ªktor Ger¨¢shchenko, despej¨® todas las dudas y, tras reunirse con el presidente Bor¨ªs Yeltsin, declar¨® que es imprescindible poner a funcionar la m¨¢quina de fabricar billetes. Con esta mala noticia se encontr¨® ayer a su llegada a Mosc¨² la delegaci¨®n del FMI que discutir¨¢ la entrega de un nuevo tramo, de 600.000 millones de pesetas, del megacr¨¦dito concedido en julio.
Ger¨¢shchenko dio dos razones, que en el fondo son una,para explicar la emisi¨®n de moneda: que hay una "catastr¨®fica escasez de dinero en Rusia" y que "muchos bancos comerciales est¨¢n en dif¨ªcil situaci¨®n", en realidad, casi en la ruina. Ger¨¢shchenko no aclar¨® qu¨¦ cantidad se pondr¨¢ en circulaci¨®n, aunque se especula con 4.000 millones de rublos (unos 60.000 millones de pesetas), pero s¨ª dijo que se har¨¢ apenas la Duma (C¨¢mara baja del Parlamento) apruebe al consejo de directores del banco.El nuevo gobernador, que hasta se permite hacer bromas a costa de su pasado comunista, se reuni¨® ayer en el Kremlin con Yeltsin, quien le marc¨® esta lista de prioridades: salvar el sistema bancario, garantizar los ahorros de los depositantes y crear condiciones favorables para la inversi¨®n interior y exterior. Entretanto, el flamante primer ministro, Yevgueni Primakov, se enfrenta a una dif¨ªcil negociaci¨®n con el FMI sobre la entrega, prevista para este mismo mes, de 4.300 millones de d¨®lares (m¨¢s de 600.000 millones de pesetas) del paquete de m¨¢s de 22.000 millones (incluidos pr¨¦stamos de Jap¨®n y el Banco Mundial) acordado en julio.
El primer desembolso, de 4.800 millones de d¨®lares, fue engullido por la crisis. El jefe de la delegaci¨®n del Fondo, John Odling-Smee, intentar¨¢ asegurarse de que no vuelva a ocurrir lo mismo y, con toda probabilidad, plantear¨¢ la necesidad de recuperar la senda de la ortodoxia econ¨®mica, es decir, a la austeridad y al mercado libre, a la que este hospital de pa¨ªses enfermos liga siempre sus cr¨¦ditos. De eso hablaron ya ayer los enviados del Fondo y el Banco Mundial con Primakov, Ger¨¢shchenko y el viceprimer ministro encargado de la econom¨ªa, Yuri Masliukov.Al t¨¦rmino del primer contacto, que tendr¨¢ su continuaci¨®n a lo largo de la semana, el primer ministro ruso dijo que se compromete a desarrollar las reformas exigidas, "pero con correcciones".
El momento no es el m¨¢s propicio para que los grandes prestamistas exteriores se pongan intransigentes. Primero, porque la clave del rechazo a V¨ªktor Chernomirdin en la Duma y de la aceptaci¨®n de Primakov ha sido la exigencia de la oposici¨®n (con los comunistas al frente) de dar un giro social, con mayor papel del Estado, aunque sea sali¨¦ndose del gui¨®n de la ortodoxia capitalista. Y segundo, porque cada vez son m¨¢s las voces que afirman que si Rusia ha ca¨ªdo en el hoyo ha sido porque los Gobiernos anteriores han obedecido ciegamente al FMI.
Leonid Abalkin, director del Instituto de Econom¨ªa de la Academia de Ciencias, lo dice as¨ª de claro, y a?ade que "en los ¨²ltimos seis a?os, ning¨²n Gobierno se ha procupado por explicar al pueblo por qu¨¦ ten¨ªa que sufrir". Abalkin prepara una propuesta para salir de la crisis solicitada por Masliukov, un comunista pragm¨¢tico cuyo nombramiento es, junto el de Ger¨¢shchenko, la principal expresi¨®n hasta ahora del supuesto giro a la izquierda.
En una carta de cinco acad¨¦micos, entre ellos Abalkin, ya se apuntan algunas f¨®rmulas (como indiciaci¨®n de sueldos y pensiones, controles de divisas y emisi¨®n de moneda) que dif¨ªcilmente cuadrar¨¢n con la ideolog¨ªa del FMI. Esta vez Odling-Smee, que tantas veces ha hecho pasar por el aro a los rusos, se encontrar¨¢ con un hueso duro de roer.
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