Federico Luppi prefiere las buenas historias a los grandes papeles

Para Federico Luppi no existe un buen personaje sin una buena historia detr¨¢s. "No me interesan los grandes papeles que salvan una mala pel¨ªcula, sobre todo porque a una mala historia no la salva nadie", afirma el actor argentino, de 62 a?os, que ayer present¨® en Madrid el filme Bajo bandera, del tambi¨¦n argentino Juan Jos¨¦ Jusid. Luppi interpreta a un alto cargo militar que permite que su cuartel sea nido de brutales abusos de poder. "No es una pel¨ªcula antimilitar , eso ser¨ªa tonto, sino una pel¨ªcula en contra de todos los estamentos jer¨¢rquicos con estructuras coorporativas, ya sea un equipo de f¨²tbol, un hospital o una oficina."

"S¨¦ que ultimante s¨®lo interpreto personajes negativos pero prefiero eso a caer en el chantaje emocional con el p¨²blico", contin¨²a el actor. En Bajo bandera, que se estrena el viernes en Espa?a, Luppi se ha te?ido su honorable pelo blanco y se ha llenado el uniforme de guata para parecer m¨¢s gordo. El filme, ambientado en 1969, narra un acontecimiento real ocurrido en un cuartel de la Patagonia, donde apareci¨® asesinado un joven soldado tres d¨ªas desp¨²es de su ingreso. La pel¨ªcula, situada en el caldo de cultivo de lo que a?os m¨¢s tarde ser¨ªa el golpe militar, tuvo, seg¨²n explic¨® ayer su director, serios problemas de producci¨®n ya que d¨ªas antes del rodaje los militares prohibieron que se rodar¨¢ en un cuartel y no prestaron nada del material que se necesitaba. Es decir, todo el vestuario del filme. Finalmente rodaron en una residencia de ancianos. "Bueno, es muy habitual", afirma Luppi, "se dice que s¨ª a un proyecto para luego negarle un d¨ªa antes del inicio todas las ayudas. Es la mejor forma de enloquecer a la gente. En fin, la t¨ªpica esquizofrenia del poder dictatorial".El actor, que nunca se exili¨® de Argentina - dice que sobrevivi¨® haciendo "ajedrez cotidiano, intentando no perder la salud"-, asegura que con los a?os poco ha cambiado: "Estoy envejeciendo en un continente que sigue igual, mientras yo tengo menos paciencia y menos ilusiones. Pero no pierdo la esperanza, conf¨ªo en la alerta de la inteligencia".

Aniversario de Allende

Sobre el 25 aniversario de la muerte de Salvador Allende, Luppi lo recuerda como una noticia que no sorprendi¨® a nadie en Argentina. "Allende, como socialista y hombre cr¨¦dulo en la voluntad democr¨¢tica, no quiso aceptar la ayuda de los militares que le apoyaban y que le avisaron del golpe. As¨ª que cuando lleg¨® la noticia, en Argentina no sorprendi¨® a nadie. Pero lo que sigue sorprendiendo son los lastres y condicionantes de la transici¨®n chilena. Nada justifica que tenga un puesto de senador vitalicio uno de los representantes m¨¢s siniestros del mundo occidental".Federico Luppi tiene previsto viajar a San Sebasti¨¢n para presentar su trabajo en el filme de Gerardo Herrero Frontera Sur, una pel¨ªcula en la que interpreta a un viejo primer actor que pierde la memoria. En un un momento del filme, Luppi, que se dispone a interpretar al rey Lear, se maquilla como Otelo.

Pero Luppi llega a San Sebasti¨¢n con el recuerdo del a?o pasado, cuando el actor logr¨® la Concha de Plata por su trabajo en Martin (hache), de Adolfo Aristar¨¢in. Su interpretaci¨®n de un padre que ha elegido la soledad como forma de no compromiso y que se ve obligado a educar -con el peso de todas sus contradicciones- a su hijo adolescente le vali¨® que la cr¨ªtica lo calificara de actor "insuperable". "El premio", afirma Luppi, "fue extra?o porque el a?o anterior se present¨® Sol de oto?o y todo el mundo me dec¨ªa por los pasillos que iba a ganar. Me fui a Madrid convencido de que ganaba. Pero la llamada nunca lleg¨®. Con Martin (hache), sin embargo, la llamada s¨ª lleg¨® pero con la voz cabreada de Aristar¨¢in que estaba muy enfadado por culpa del chino", se?ala el actor en referencia al cineasta Zhang Yimou, presidente del jurado. "As¨ª que en lugar de pensar que me hab¨ªan dado el premio pens¨¦ que hab¨ªa ocurrido algo muy grave".