Jim¨¦nez golpea la moral de Escart¨ªn
El Chaba logra su tercer triunfo de etapa y Olano resiste los ataques del Kelme
Cerler repiti¨® el mismo gui¨®n final que Pal. Escart¨ªn y Heras a la gre?a, Jim¨¦nez a rebufo y el premio de la jornada al cesto de la compra del corredor del Banesto. El segundo consecutivo, el tercero global. El Kelme insiste en ser el protagonista, en mover la carrera, en dar espect¨¢culo. Y lo consigue, en parte. Su actuaci¨®n se remite a chupar c¨¢mara. Y basta. Hasta que llega el Chaba, les corta la respiraci¨®n, se lleva los honores, es portada en los diarios al d¨ªa siguiente y, encima, lo acercan al podio d¨ªa a d¨ªa. Una lectura similar a un partido de f¨²tbol en que el equipo local pone el escenario, el juego vistoso, tiene la posesi¨®n de la pelota, y al final, en el ¨²ltimo segundo, pierde el partido con una jugada de un cara sucia del contrario. Y cuando se repite el mismo partido en 48 horas, o algo no acaba de funcionar en el grupo o el rival tiene madera de campe¨®n. No hay m¨¢s.La raz¨®n de los agradecidos ataques del Kelme habr¨ªa que buscarla en la general. El l¨ªder Olano es batible en la monta?a. Sali¨® de la contrarreloj de Mallorca con una renta superior a dos minutos respecto a Escart¨ªn, un bal¨®n de ox¨ªgeno, que bien administrado puede ser suficiente, si se atiende a la contrarreloj del pen¨²ltimo d¨ªa, en Fuenlabrada. Dos jornadas han bastado para recortar la diferencia a 51 segundos -Escart¨ªn rest¨® ayer 19 segundos m¨¢s a Olano- en el terreno predilecto del Kelme, la monta?a. S¨®lo un inconveniente. Las subidas son cortas y el tiempo apremia en favor de Olano.
El bravo aragon¨¦s encontr¨® a faltar en Cerler los ¨²ltimos cinco kil¨®metros de rampas fuertes hasta la zona de Ampriu. Esos porcentajes sostenidos que destrozan a los poderosos corredores del llano hasta dejarles clavados, sin fuerzas, sin gasolina. Ese ¨²ltimo kil¨®metro en altura que abre notables diferencias. No obstante, Escart¨ªn estaba contento, pero sabe que si un milagro no lo remedia, no va a ganar la Vuelta. De hecho lo sab¨ªa desde el d¨ªa anterior en que s¨®lo pudo restar algo m¨¢s de un minuto al guipuzcoano del Banesto. "Esto est¨¢ muy dif¨ªcil", resumi¨® el jefe del Kelme. "Olano est¨¢ fuerte y habr¨ªa que llegar con tres minutos de ventaja a la contrarreloj de Fuenlabrada".
Cada d¨ªa que pasa el Banesto tiene la carrera donde m¨¢s pod¨ªa desear. A Abraham, de l¨ªder, a Escart¨ªn tercero, y a su segunda baza, Jim¨¦nez, cuarto y disponible para cualquier urgencia de recambio si las cosas van mal en las etapas de monta?a de Burgos y Navacerrada.
?Y Jalabert? El corredor del ONCE-Deutsche Bank aprovecha la lucha entre los dos equipos espa?oles para seguir optando a la victoria. Fue Jalabert quien propici¨® el ataque de Escart¨ªn y Heras en la subida a Cerler. Una explosi¨®n del franc¨¦s, a tres kil¨®metros de la meta, provoc¨® el corte del grupo de los favoritos. Escart¨ªn, Heras, Clavero y, c¨®mo no, Jim¨¦nez se lanzaron hacia arriba. Antes, otro Kelme, Rubiera, escapado desde el pen¨²ltimo puerto ya hab¨ªa sido alcanzado. Olano mostr¨® el s¨ªntoma de que las cuestas no es su terreno y se escud¨® detr¨¢s de su guardi¨¢n gu¨ªa, Beltr¨¢n, el compa?ero del guipuzcoano como primero de cordada. El corredor de Ja¨¦n se merece que su jefe le regale un jersey amarillo si consigue ganar la Vuelta. Eso, como m¨ªnimo.
Pasado el primer sufrimiento, Olano, mejor dicho Beltr¨¢n, cambi¨® su motor de gasolina por el diesel de cuestas en beneficio de Olano. Faltaba poco y la diferencia de los escapados se manten¨ªa alrededor de los 15 segundos. Una renta c¨®moda. Y de pronto, surgi¨® Jalabert. Su aceleraci¨®n se produjo a poca distancia de la llegada y fue suficiente para recortar su desventaja con el l¨ªder a 35 segundos. Z¨¹lle sigui¨® la rueda de su ex-compa?ero de equipo. Las dos ruedas fueron inabordables para Olano.
Mientras, delante, Escart¨ªn y Heras se lanzaban a toda velocidad en los ¨²ltimos 500 metros. Iban a por la victoria de etapa, la primera. La potencia de Jim¨¦nez impidi¨® el objetivo. El Chaba esprint¨® y repiti¨® victoria. As¨ª de sencillo. Y en competici¨®n no hay tiempos para remordimientos. Ellos, los Kelme, lo llevan hacia arriba, hasta la meta, y Jim¨¦nez gana. No es para abusar. Es as¨ª. Una cuesti¨®n de distribuir el trabajo con el trabajo de los dem¨¢s.
La Vuelta est¨¢ en un pu?o y casi nadie -ni siquiera el propio Z¨¹lle- ha quedado descartado de la victoria final (ayer quedaron fuera de control nueve corredores, entre ellos Casero -Vitalicio- y Garmendia -Banesto-). Todos tienen terreno y etapas para maniobrar, incluso opciones para sacar provecho de las acciones de terceros, l¨¦ase Jalabert si realmente es el verdadero Jalabert.. Todo est¨¢ revuelto, aunque la sensaci¨®n reinante es que el Banesto ha conseguido establecer una pinza entre Olano y Jim¨¦nez, que los Kelme no saben, de momento, c¨®mo resolver. La cuesti¨®n es que Kelme no tiene otra opci¨®n que atacar en la monta?a, efectivamente lo hace, pero con resultados p¨ªrricos: rentas peque?as de tiempo y rentas publicitarias enormes para sus enemigos. Kelme deber¨ªa pensar si lo est¨¢ haciendo bien. Banesto puede jugar en monta?a una doble t¨¢ctica, pero puede serle insuficiente si Olano pierde mucho tiempo y Jim¨¦nez no consigue todo el que necesita sobre Escart¨ªn. Total, una buena ecuaci¨®n para semana y media de carrera.
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