Los dem¨®cratas piensan que ha llegado la hora de Al Gore

"El presidente no deber¨ªa dimitir y no dimitir¨¢, aunque lo mejor para el pa¨ªs ser¨ªa que dimitiera". Esa frase, pronunciada por el senador por Delaware Joseph Biden en una reuni¨®n a puerta cerrada de l¨ªderes dem¨®cratas en la C¨¢mara alta celebrada el martes, expresa en su retorcimiento un sentimiento creciente entre los correligionarios de Bill Clinton.Apenas unos cuantos, entre ellos el congresista por Pennsilvania Paul McHale, osan pedirle en p¨²blico que abandone voluntariamente la Casa Blanca. Pero muchos, seg¨²n fuentes del partido que por sistema piden que se omitan sus identidades, afirman en privado que el mejor servicio que Clinton podr¨ªa rendirle al pa¨ªs -un eufemismo para decir el Partido Dem¨®crata- ser¨ªa irse y dejarle el cargo a Al Gore.

Los dem¨®cratas no tienen miedo, en cambio, a expresar en voz alta su queja por el hecho de que su correligionario Clinton se lo est¨¢ poniendo muy dif¨ªcil. Richard Gephardt, l¨ªder de la minor¨ªa dem¨®crata en la C¨¢mara de Representantes, y Tom Daschle, que desempe?a el mismo puesto en el Senado, han denunciado el apego de Clinton a los tecnicismos legales -"el sexo oral no constituye relaci¨®n sexual"- y su obstinaci¨®n en negar la verdad y asumir sus responsabilidades.

Clinton pide a los dem¨®cratas que defiendan en el Congreso la tesis de que mentir a prop¨®sito de una relaci¨®n sexual no es un hecho susceptible de una penitencia tan severa como el impeachment o destituci¨®n.

"Impeachment" simb¨®lico

Pero al mismo tiempo, contin¨²a negando haber sostenido relaciones sexuales con Lewinsky y haber mentido al respecto. Si dejara de marear la perdiz, dicen los dem¨®cratas, ellos podr¨ªan sostener en el Capitolio que el castigo que merece es una moci¨®n de censura de alcance simb¨®lico."El presidente tiene que hacer mucho m¨¢s", declar¨® ayer el senador dem¨®crata por Wisconsin Russell Feingold. "Tiene que explicar al pueblo estadounidense c¨®mo una persona con tanta responsabilidad y tanto talento ha descendido a semejante tipo de comportamiento". Feingold lucha por la reelecci¨®n en los comicios legislativos del pr¨®ximo 3 de noviembre, que pueden ser desastrosos para los dem¨®cratas. Las primarias para esos comicios celebradas el martes en muchas partes de EEUU reflejaron una clara falta de ¨¢nimo para acudir a las urnas entre los electores tradicionalmente dem¨®cratas. El comportamiento de Clinton, dijo el senador dem¨®crata por Massachusetts John Kerrey, "merece alg¨²n tipo de castigo". "Clinton no puede pretender que no ha ocurrido nada", a?adi¨®.