Kiko salva al Atl¨¦tico en Montju?c

Kiko amortigu¨® el estr¨¦pito insospechado con el que el aparatoso y publicitado entramado de Arrigo Sacchi se ven¨ªa abajo en Montju?c. El Espanyol lo tuvo contra las cuerdas en tres cuartas partes del partido. La postraci¨®n del cuadro atl¨¦tico lleg¨® a l¨ªmites extremos. Aguilera sac¨® dos balones bajo los palos, Esn¨¢ider estuvo a punto de hacerle una vaselina antol¨®gica a Molina, Pacheta pic¨® un bal¨®n que se pase¨® por la l¨ªnea y D¨ªaz Vega no se?al¨® un claro penalti de que fue objeto Martin Posse, emparedado entre Santi y Serena. Fueron tan s¨®lo algunas de las ocasiones que tuvo el Espanyol. Cuando parec¨ªa que ya hab¨ªa descerrajado el candado -un autob¨²s en la segunda parte de los que patentaron algunos veteranos t¨¦cnicos espa?oles en la d¨¦cada de los setenta-, el Espanyol baj¨® el diapas¨®n. Y el Atl¨¦tico, tras un peque?o retoque con la entrada de Valer¨®n por Bejbl y contando con el conformismo del Espanyol, prendi¨® la ¨²nica vela capaz de quemar. Apareci¨® Kiko y de la nada sac¨® el empate.El gol de Kiko, a 13 minutos para el final, le sent¨® al Espanyol como una pu?alada trapera. Hab¨ªa hecho suyo el partido y s¨®lo la mala suerte y la falta de resoluci¨®n le hab¨ªan impedido dormitar con la goleada en la mano.

El Atl¨¦tico ech¨® en falta m¨¢s que nunca a Juninho y Jugovic. No encontr¨® soluci¨®n de continuidad en un centro del campo superado tanto en el despliegue como en el repliegue. Ni Bejbl ni Mena se mostraron capaces de tomar la manija, Lard¨ªn se perdi¨® por la banda derecha bien neutralizado por Villa y el trabajo de Njegus no pas¨® de rutinario. El Atl¨¦tico existi¨® en la primera media hora gracias a los retrocesos espor¨¢dicos de Kiko y su buena conexi¨®n con Jose Mari. Aparte de eso, nada m¨¢s. Bielsa renunci¨® por un d¨ªa al toque corto permanente como consigna. A base de balones largos super¨® el equipo blanquiazul el muro atl¨¦tico de la zona ancha. El t¨¦cnico del Espanyol hab¨ªa prescindido de Galca para situar a Pacheta como marcador de Bejbl. En la segunda parte recuper¨® al jugador rumano y desde ese momento el partido se disput¨® en terreno atl¨¦tico, durante muchos minutos, exclusivamente en el ¨¢rea rojiblanca. Martin Posse sac¨® del partido a Serena y la movilidad de Ben¨ªtez y Quique Mart¨ªn encegaron a toda la defensa atl¨¦tica.

El Espanyol, una vez rompi¨® el muro Ben¨ªtez, ten¨ªa el partido en la mano. La ofuscaci¨®n del Atl¨¦tico era palpable. La entrada de Valer¨®n fue la respuesta l¨®gica de Sacchi en una situaci¨®n ya de alarma roja. Tampoco cambi¨® excesivamente el panorama. La genialidad de Kiko arregl¨® la estad¨ªstica pero no la fea imagen que ofreci¨® el Atl¨¦tico e hizo que el Espanyol se fuera maldiciendo su suerte.