La sucesi¨®n de Anguita abre la pugna por el control del Partido Comunista

Felipe Alcaraz, secretario general del Partido Comunista de Andaluc¨ªa, y Francisco Frutos, actual n¨²mero dos de la formaci¨®n, son los candidatos m¨¢s seguros a ocupar la m¨¢xima direcci¨®n del PCE en el pr¨®ximo congreso, que se celebrar¨¢ a principios de diciembre. Ambos rechazan que se haya abierto una pugna interna para lograr los m¨¢ximos apoyos, pero desde que Julio Anguita anunciara su intenci¨®n de abandonar su puesto la desaz¨®n se ha instalado en sus filas.Los dos lo niegan. Niegan que tengan la m¨¢s m¨ªnima ambici¨®n por sentarse en el sill¨®n del secretario general. Pero son los nombres que m¨¢s suenan dentro del PCE para sustituir a Anguita: Alcaraz y Frutos. A ambos les une una larga militancia y, tambi¨¦n, que en un determinado momento a cada uno se le alent¨® en la idea de que ser¨ªa el sucesor de Anguita.

Pero Anguita no tiene hijos pol¨ªticos. Ayer, el l¨ªder del PCE avisaba de esa falta de descendencia en una entrevista publicada en La Vanguardia: "No tengo hijos en pol¨ªtica". Y, en tono zumb¨®n, a?ad¨ªa: "La sucesi¨®n me suena a Monarqu¨ªa y, francamente, no me gusta eso".

Sucesi¨®n, mon¨¢rquica o no, es la que en el ¨²ltimo congreso del PCE se pareci¨® perfilar . Unas previsiones sucesorias que el tiempo ha terminado por echar abajo. En ellas no estaba Frutos. Y s¨ª aparec¨ªa Alcaraz como el ungido para ocupar el cargo de secretario general.

El propio Anguita hab¨ªa advertido ante los delegados que ni ¨¦l ni "el compa?ero Frutos" repetir¨ªan en el pr¨®ximo congreso. Desde entonces ha llovido mucho y ha habido m¨¢s de una tormenta. Hace unos meses, Frutos no s¨®lo estaba dispuesto a "repetir"; es que , adem¨¢s, se situaba como el m¨¢s seguro sucesor de Anguita. De hecho, en alguna ocasi¨®n el propio Anguita lleg¨® a plantear a la direcci¨®n del PCE la conveniencia de adelantar su marcha y dejar a Frutos como secretario general durante los meses previos al congreso. Con ello pretend¨ªa que se llegara a diciembre con la sucesi¨®n decidida y la asamblea se dedicara al debate pol¨ªtico y no a una lucha sucesoria.

Tambi¨¦n eso ha cambiado. Alcaraz reconoc¨ªa ayer su posible candidatura a la secretar¨ªa general, aunque matizaba que "s¨®lo si se cambia el proyecto": "S¨®lo si se pretenden cambiar los criterios y el papel del PCE, estar¨ªa dispuesto a asumir la secretar¨ªa general".

A la vez, Alcaraz advert¨ªa: "Con Frutos no tengo diferencias. Ni las tenemos tampoco en los documentos precongresuales, que dejan muy claro cu¨¢l ha de ser el papel del PCE en Izquierda Unida". Tampoco Frutos cree que haya diferencias y, oficialmente, mantiene la misma postura. Ni -afirma- tiene demasiadas ganas de ser el secretario general ni est¨¢ moviendo un dedo por sacar su candidatura, que, en cualquier caso, tendr¨¢ que resolverse en el pr¨®ximo congreso.

?Entonces? La clave est¨¢ en los distintos conceptos que uno y otro tienen sobre el papel del PCE en IU. El sentido de la hegemon¨ªa comunista que Alcaraz ha defendido siempre en IU no es el mismo que tiene Frutos. En Alcaraz hay un deseo de un PCE fuerte que se imponga a IU. Frutos es m¨¢s partidario de utilizar el PCE como instrumento de trabajo en IU. No son simples matices y detr¨¢s de ellos se esconden concepciones pol¨ªticas distintas.

Ahora est¨¢n buscando apoyos en cada una de las federaciones. Ambos tienen sus propias fuerzas. Porque si Alcaraz tiene la m¨¢s poderosa organizaci¨®n, el Partido Comunista de Andaluc¨ªa, Frutos cuenta con los apoyos del aparato, lo que en el PCE no es poco.