Aznar y Almunia exigen a ETA que acredite el fin de la violencia antes de abrir el di¨¢logo

La primera reuni¨®n entre el presidente del Gobierno, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, y el secretario general del PSOE, Joaqu¨ªn Almunia, tras siete meses de desencuentro, se celebr¨® en un clima de coincidencia, apremiados como estaban por aunar posiciones ante la oferta de tregua indefinida de ETA. En la hora y media de entrevista, dedicada en exclusiva a analizar la situaci¨®n creada tras el alto el fuego, Aznar y Almunia coincidieron en exigir a ETA que acredite el final de la violencia antes de abrir cualquier proceso de di¨¢logo. Tambi¨¦n estuvieron de acuerdo en desligar la propuesta de paz de las exigencias pol¨ªticas.

Mientras La Moncloa asegur¨® que la reuni¨®n se hab¨ªa desarrollado en un "mejor clima" que las anteriores, Almunia fue m¨¢s esc¨¦ptico y admiti¨® que necesitaba tiempo para recuperar la confianza perdida tras los graves enfrentamientos entre el Gobierno y el PSOE.Aznar, que quiso congraciarse con su invitado y le invit¨® a pasear por los jardines de La Moncloa, abri¨® con Almunia la ronda de contactos con los dirigentes de los partidos democr¨¢ticos y volver¨¢ a reunirse con ¨¦l para cerrarla.

La cita fue un primer paso para iniciar la recuperaci¨®n del consenso sobre un asunto crucial: la posici¨®n del Ejecutivo y del primer partido de la oposici¨®n ante el anuncio de tregua de ETA. Ayer mismo, el comit¨¦ de enlace de CiU pidi¨® al PP y al PSOE que "refuercen su inter¨¦s" en el proceso abierto por el alto el fuego. La reuni¨®n se dedic¨® a un an¨¢lisis conjunto de la tregua, incluido el propio comunicado de ETA, y de la posici¨®n que mantienen los distintos partidos, sobre todo el PNV, ante la nueva situaci¨®n.

Tanto Aznar como Almunia coincidieron en que hay que actuar con prudencia y exigir a ETA que acredite el final de la violencia antes de abrir cualquier proceso de di¨¢logo. El ministro portavoz, Josep Piqu¨¦, lo tradujo ayer en la exigencia a ETA de que entregue las armas. Almunia, m¨¢s cauteloso, se limit¨® a pedir a ETA que no interfiera con atentados en el debate que pueda abrirse en el Pa¨ªs Vasco.

Tanto el Gobierno como el PSOE quieren hacer valer sus posiciones como defensores de la validez de la Constituci¨®n y el Estatuto de Gernika, del mismo modo que los nacionalistas e IU intentan superar los techos constitucionales y estatutarios al hilo de este proceso.Son los tanteos preliminares ante un posible proceso de di¨¢logo.

Aznar y Almunia tambi¨¦n coincidieron en separar el proceso de paz, que conlleva el silencio de las armas y la b¨²squeda de una soluci¨®n al problema de los presos -la gran baza negociadora del Gobierno- de las reclamaciones pol¨ªticas de los nacionalistas. Aznar se mostr¨® conforme con Almunia en que "no se aproveche el proceso de paz para que algunos obtengan beneficios pol¨ªticos".

Marco de Ajuria Enea

Un tercer punto de coincidencia afect¨® a las relaciones del Gobierno y el PP con los dem¨¢s partidos del Pacto de Ajuria Enea, uno de cuyos presupuestos es precisamente separar las reclamaciones pol¨ªticas de la reinserci¨®n de los miembros de ETA. Aznar y Almunia admiten la posibilidad de reinserci¨®n, pero consideran que ¨¦sta debe tener un precio alto y no darse por descontada desde el principio. Ambos l¨ªderes pol¨ªticos abrir¨¢n conversaciones oficiales, completadas con otras m¨¢s discretas, para tratar de que CiU o IU vuelvan a esta filosof¨ªa. Creen, sin embargo, que ahora es muy dif¨ªcil recuperar al PNV para estos planteamientos, dado su grado de compromiso con HB.No qued¨® claro en la reuni¨®n si el Gobierno y los partidos democr¨¢ticos deben hacer p¨²blica una iniciativa conjunta y en qu¨¦ momento. Aznar es partidario de esperar a que sea ETA "quien mueva ficha", con una compromiso m¨¢s claro de cese de la violencia, mientras que Almunia cree que si se consigue un acuerdo amplio entre partidos deber¨ªa adelantarse esta iniciativa. El dirigente socialista es partidario, adem¨¢s, de iniciativas unilaterales que propicien la distensi¨®n, como el acercamiento de presos, sin esperar a que pasen las elecciones vascas.