Nervios en Madrid entre Gobierno y sindicatos a cien d¨ªas del traspaso

De un par de semanas a esta parte, la educaci¨®n se ha convertido en el elemento m¨¢s encarnizado de debate para la clase pol¨ªtica madrile?a. Se trata de una circunstancia de todo punto inusual en una regi¨®n acostumbrada a que las grandes disputas provengan de cuestiones urban¨ªsticas, industriales o de infraestructuras. Sin embargo, la inminencia del traspaso educativo -quedan cien d¨ªas justos para el 1 de enero- ha disparado tanto el inter¨¦s por la cuesti¨®n en el parlamento regional como las expectativas de mejora entre los docentes y las asociaciones de padres de alumnos.Tambi¨¦n ha propiciado que se desaten los nervios entre el Gobierno aut¨®nomo, del PP, y los sindicatos mayoritarios (UGT y Comisiones Obreras), que se han dedicado algunos de los m¨¢s gruesos descalificativos escuchados en Madrid a lo largo de m¨¢s de tres a?os de legislatura.

Gobierno y oposici¨®n han coincidido en se?alar que la herencia educativa que recibe la Comunidad de Madrid es "muy precaria". El propio consejero de Educaci¨®n, Gustavo Villapalos, no ha tenido empacho en se?alar que Madrid presenta un ¨ªndice de fracaso escolar -el 35%- s¨®lo superado en toda Espa?a por Ceuta y Melilla. El crecimiento de la poblaci¨®n inmigrante se ha traducido en aulas en las que se sobrepasa el 30% de alumnos de integraci¨®n, especialmente en las zonas m¨¢s degradadas de la periferia sur y este de la capital. Y todo ello en una regi¨®n donde el coste por alumno se cifra en unas 268.000 pesetas anuales, 90.000 pesetas menos que en Catalu?a.

Todos por la mejora

Unos y otros est¨¢n de acuerdo en que el panorama debe mejorar de manera ostensible en cuanto la educaci¨®n llegue a manos regionales. A partir de ah¨ª, empero, la discrepancia es radical. Socialistas e IU han interpretado que el precio de las transferencias, 255.000 millones, supone un ejercicio de sumisi¨®n del presidente madrile?o, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, ante la ministra del ramo, Esperanza Aguirre.Ruiz-Gallard¨®n guarda en la manga un plan de financiaci¨®n adicional de 118.000 millones para los pr¨®ximos cinco a?os. Y ese plan es el germen de un conflicto en toda regla: CC OO y UGT aseguran que han negociado su contenido con el Ejecutivo madrile?o, pero ¨¦ste se desmarc¨® la semana pasada con una nota en la que negaba "cualquier acuerdo o preacuerdo" con las centrales. As¨ª las cosas, ya nadie acierta a comprender a qu¨¦ conceptos ir¨¢ destinada exactamente esa cantidad.

La situaci¨®n atraviesa por un momento de tensi¨®n desconocida en Madrid. Los secretarios generales de ambas centrales sindicales tacharon a Ruiz-Gallard¨®n de "embustero", "irresponsable" y "el peor presidente posible" por ocultar el contenido de las negociaciones para el plan escolar. El Ejecutivo del PP reaccion¨® levant¨¢ndose de todas las mesas de negociaci¨®n que compart¨ªa con los sindicatos. El consejero de Econom¨ªa, Luis Bl¨¢zquez, asegur¨®: "La c¨²pula sindical est¨¢ asilvestrada". Los aludidos le han colgado a Bl¨¢zquez el apelativo de "d¨®berman". La oposici¨®n tacha la reacci¨®n gubernamental de "pataleta arrogante". Y toda la comunidad educativa contiene la respiraci¨®n: ser¨ªa triste que una trifulca pol¨ªtico-sindical frustrara un acuerdo "hist¨®rico" por la mejora de la ense?anza.

Por ahora, Ruiz-Gallard¨®n calla, tal vez porque le gustar¨ªa reservarse para el Debate sobre el Estado de la Regi¨®n, previsto para la semana que viene. El antecedente que mueve al optimismo es el de financiaci¨®n de universidades p¨²blica, un acuerdo de 60.000 millones que ha sido alabado por todos los rectores, incluidos los de izquierdas.