El alcalde valiente
El regidor de Pedrezuela atraves¨® una finca en llamas para rescatar a un vecino
No todos los h¨¦roes son an¨®nimos, algunos tienen nombres, apellidos y hasta bast¨®n de mando. El alcalde de Pedrezuela (1.150 habitantes), Jos¨¦ Antonio Chich¨®n, del PP, arriesg¨® su vida el pasado viernes para sacar de un campo en llamas, de 10.000 metros cuadrados, el cuerpo de un hombre abrasado por el fuego. Las ropas de Santiago C., de 71 a?os, ard¨ªan por los cuatro costados y s¨®lo el alcalde escuchaba sus sollozos. No hab¨ªa nadie m¨¢s en los alrededores.A pesar de que las llamas superaban el metro de altura, el regidor no dud¨® en cruzar las tierras, agarrar el cuerpo del herido, arrastrarlo entre los rescoldos incandescentes y ponerlo a salvo. Hizo cuanto pudo, pero Santiago C. muri¨® dos d¨ªas despu¨¦s en la unidad de quemados del hospital de Getafe.
Los vecinos del pueblo se resisten a hablar del asunto. Quienes conocen a su alcalde, destacan su modestia. Pero, las quemaduras en ambas manos desvelan que la piel y las ropas del herido se le quedaron adheridas cuando lo evacuaba. "No fue nada. Cualquiera lo hubiera hecho. Lo que siento es que muriese", se lamentaba ayer.
El incendio de pastos se declar¨® el viernes pasado a las afueras de este peque?o pueblo de la sierra norte. Los primeros vecinos que vieron el humo avisaron a los bomberos y al Ayuntamiento. Fue el alcalde quien cogi¨® el tel¨¦fono en el consistorio. "Cuando me dijeron lo que ocurr¨ªa, me sub¨ª a la ¨²ltima planta del Ayuntamiento y, enseguida, vi el fuego. Se distingu¨ªa una gran columna de humo cerca de unas fincas privadas. Cog¨ª el coche y me dirig¨ª hacia all¨ª. Fui el primero en llegar, aunque ya se o¨ªa a lo lejos el helic¨®ptero de los bomberos. Me di cuenta de que el fuego amenazaba tres casas, por eso cog¨ª una retama, salt¨¦ una de las tapias y empec¨¦ a apagar el fuego como pude. Hab¨ªa llamas por todas partes", se?ala.
En plena lucha con el fuego, avist¨® un cuerpo inm¨®vil tendido entre las llamas. Se trataba del propietario de una de las fincas: "Aunque hab¨ªa mucho humo y costaba bastante ver algo, entre las llamas cre¨ª ver que hab¨ªa una persona tumbada".
El regidor se fue acercando hasta confirmar su primera sospecha. "El probrecillo estaba totalmente achicharrado, pero se mov¨ªa. Me pidi¨® ayuda. Dec¨ªa que no pod¨ªa levantarse. Me acerqu¨¦ a ¨¦l, le cog¨ª como pude y le arrastr¨¦ hacia la casa, lejos de las llamas. Era un hombre valiente. Incluso ten¨ªa ¨¢nimos para hablar mientras esper¨¢bamos a los bomberos. Creo que debi¨® de intentar apagar el fuego por su cuenta y las llamas le alcanzaron la ropa". Prosigue relatando: "Hab¨ªa mucho fuego. Cuando lo alej¨¦ del incendio, me dijo que ya se sent¨ªa un poco mejor, a pesar de que estaba todo quemado. Cuando aterriz¨® el helic¨®ptero, los bomberos le rociaron r¨¢pidamente con agua", se?al¨® Chich¨®n.
Poco despu¨¦s, lleg¨® un equipo sanitario del Sercam, que traslad¨® al herido al hospital de Getafe, d¨®nde muri¨®. "Lo siento. Hice lo que pude, cualquiera hubiera hecho lo mismo por un ser humano", concluye.
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