Barcelona no es M¨¦xico DF
En lo que llevamos de mes, la sociedad catalana ha asistido sorprendida a tres sucesos m¨¢s propios de otras latitudes que del comportamiento de la delincuencia aut¨®ctona. Pese a lo que pudiera aparentar, el secuestro err¨®neo del pinchadiscos Josep Maria Castells en Barcelona por parte de cuatro sicarios mexicanos no significa que la capital catalana sea una especie de M¨¦xico DF, donde los secuestros y las extorsiones a empresarios est¨¢n a la orden del d¨ªa; ni los cuatro matones franceses detenidos en Lloret de Mar cuando preparaban el secuestro y posterior asesinato -as¨ª lo asegura la polic¨ªa- de un compatriota han convertido con su acci¨®n a la tur¨ªstica Lloret de Mar en un mal remedo de los turbios bajos fondos de Marsella; tampoco el fenomenal tiroteo entre un grupo de polic¨ªas y dos duros atracadores espa?oles -que se sald¨® con la muerte de estos ¨²ltimos- asemeja ni de lejos a la tranquila y apacible poblaci¨®n de Castellbisbal al conflictivo barrio neoyorquino del Bronx. El comisario Manuel D¨ªaz Su¨¢rez es el responsable de la Brigada de Polic¨ªa Judicial del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa en Catalu?a. Un hombre que, en raz¨®n de su cargo, tiene perfecta informaci¨®n de tipo de delincuencia que trabaja en Catalu?a. De hecho, a la eficacia y preparaci¨®n de sus hombres se debe la r¨¢pida resoluci¨®n y detenci¨®n de los cuatro sicarios mexicanos en Barcelona y la de los tres matones franceses en Lloret de Mar. Organizatsiya El comisario no muestra una preocupaci¨®n especial por los tres sucesos: "Son una coincidencia en el tiempo. No hay ninguna alarma especial y tampoco hay desembarco de delincuentes mexicanos o franceses especializados en secuestros". Como otros polic¨ªas europeos, por lo que muestra su preocupaci¨®n Manuel D¨ªaz es por la mafia rusa, la Organizatsiya: "Los mexicanos son la excepci¨®n y delincuentes franceses aislados en Catalu?a los ha habido siempre. Los malos son los italianos, pero el peligro real lo constituyen las mafias de los pa¨ªses del Este, especialmente la rusa. Estas modernas organizaciones de delincuentes internacionales se caracterizan por estar fuertemente jerarquizadas y por tener en su c¨²pula un ex alto militar, un cargo del m¨ªtico KGB o un esp¨ªa, que utilizan su elevado caudal de conocimientos y alta tecnolog¨ªa para delinquir", precisa el comisario D¨ªaz. La mafia rusa se caracteriza, adem¨¢s, por tener personal especializado y fiel -muchos de sus sicarios son oficiales o suboficiales que ya estaban a las ¨®rdenes de los capos cuando ¨¦stos eran altos jefes del ej¨¦rcito o el KGB en tiempos de la URSS-, y por disponer de material tecnol¨®gico avanzado y de armas robadas de los arsenales y las agencias de seguridad de Rusia. Pese a toda esta parafernalia de tecnolog¨ªa y a la panoplia de moderno armamento, el verdadero peligro de toda mafia es el de su infiltraci¨®n en la sociedad. "Cuando un grupo mafioso entra en el tejido social, lo corrompe y lo destruye todo. Y cuando esto sucede, es casi imposible erradicarlo", sentencia el comisario D¨ªaz Su¨¢rez. De la informaci¨®n que maneja la polic¨ªa, se deduce que esta fase de infiltraci¨®n de la Organizatsiya en la sociedad catalana y espa?ola no se ha producido. No hay pruebas de que los rusos hayan tocado con sus tent¨¢culos a personajes de la vida p¨²blica o institucional. Lo mismo sucede con la mafia italiana, la cual, pese a contar con una larga experiencia delictiva y llevar a?os haciendo negocios sucios en Catalu?a y el resto de Espa?a, no ha generado indicios de infiltraci¨®n en la sociedad espa?ola. En Espa?a, las mafias rusas han mostrado su preferencia por la Costa del Sol andaluza y por algunos puntos de Alicante para implantarse, aunque ya han llegado algunos a la Costa Brava catalana y a la Costa Dorada. Siguen, seg¨²n los expertos, las mismas pautas de implantaci¨®n que las aplicadas cuando llegaron hace ya algunos a?os a pa¨ªses como Alemania o Francia. Su canal de penetraci¨®n preferido es el sector inmobiliario. Realizan inversiones multimillonarias y pagan muy por encima de los precios de mercado. Con esto consiguen dos cosas: lavar ingentes cantidades de dinero negro procedente de sus sucios negocios y tener una cabeza de playa desde la que planificar con tranquilidad el desembarco de hombres, armas y bagajes. Un segundo camino de entrada es la prostituci¨®n de altos vuelos. "Detr¨¢s de una prostituta casi siempre hay una organizaci¨®n mafiosa", asegura Manuel D¨ªaz. Las mafias rusas se han especializado en toda la gama de delitos: desde el tr¨¢fico de armas a gran nivel al tr¨¢fico de material sensible como uranio, pasando por el tr¨¢fico de drogas, la falsificaci¨®n de moneda o la extorsi¨®n. ?ngel L¨®pez es el jefe de la Unidad de Droga y Crimen Organizado (Udyco) de Lloret de Mar, el inspector que detuvo a los cinco sicarios franceses que ten¨ªan intenci¨®n de secuestrar y matar a un compatriota suyo por deudas relacionadas posiblemente con las drogas. Experto en delincuencia internacional (no en vano por Lloret veranean decenas de miles de turistas -muchos de ellos rusos, como lo prueban los carteles y anuncios de tiendas y restaurantes-), advierte que el mafioso ruso es excepcionalmente violento: "Son muy malos. Peores que los italianos o que los colombianos. ?stos s¨®lo se complican la vida cuando la ocasi¨®n lo merece o cuando alguien se va de la lengua. Los rusos no, los rusos matan al menor problema. Si los dejamos instalarse, en el futuro tendremos mucho trabajo con ellos". Tres clases El inspector L¨®pez divide a los delincuentes rusos en tres grupos: en el primero estar¨ªan quienes, aprovech¨¢ndose de su condici¨®n de altos funcionarios del Gobierno ruso, se enriquecieron il¨ªcitamente comprando y vendiendo bienes p¨²blicos o, directamente, se llenaron los bolsillos con ingentes cantidades de dinero de la Administraci¨®n. "?stos llegan aqu¨ª para disfrutar del fruto de su rapi?a y, en principio, no son peligrosos", se?ala L¨®pez, "porque lo que quieren es pasar desapercibidos". En el segundo se hallan los mafiosos puros, los que invierten en Espa?a, importan sus estructuras fuertemente jerarquizadas y piramidales y se dedican a los grandes delitos. "?stos son los peligrosos." Son los que entre ellos se dan el tratamiento de hermano ladr¨®n. En un tercer nivel, se hallan los chorizos rusos que vienen a delinquir a Espa?a, pero sin organizaci¨®n. "Suelen dedicarse a la prostituci¨®n y llegan aqu¨ª como proxenetas de un grupo de mujeres de su pa¨ªs que colocan en clubes y bares de alterne", precisa el inspector L¨®pez. Una vez instalados ya en un territorio, los integrantes de este tercer grupo pueden ampliar su negocio en sectores como el robo de coches, de pisos o peque?os asaltos. El comisario D¨ªaz sostiene que la receta para afrontar este problema que se le viene encima a la polic¨ªa no es f¨¢cil. "La respuesta policial ante el fen¨®meno del crimen organizado ha sido la creaci¨®n de las Udyco y la fuerte especializaci¨®n de nuestros agentes". Aunque sin desvelar estrategia alguna, el comisario a?ade que uno de sus objetivos en la lucha contra el crimen organizado "es tratar de arruinarles rompiendo su estructura econ¨®mica. Porque se gana muy poco si detienes a un mafioso y no logras destruir su entramado econ¨®mico, ya que desde la c¨¢rcel esta persona continuar¨¢ dirigiendo tranquilamente sus negocios". Con esta estrategia, o en paralelo a la misma, el alto mando de la polic¨ªa en Catalu?a a?ade que en esta lucha es b¨¢sica la cooperaci¨®n internacional. Cooperaci¨®n que se debe traducir en el intercambio r¨¢pido y fluido de informaci¨®n entre las diferentes agencias de seguridad que combaten a las mafias.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.