Hoy comienza la fase testifical en la reanudaci¨®n del 'caso Banesto'
El ex director general y ex consejero de Banesto Mart¨ªn Rivas, el hombre que destap¨® la operaci¨®n de 300 millones de pesetas en enero de 1994, d¨ªas despu¨¦s de la intervenci¨®n del banco, declara hoy como testigo, al reanudarse las sesiones del juicio oral del caso Banesto, sobre sobre los hechos por los que el fiscal solicita para Mario Conde, ¨²nico acusado, 8 a?os de prisi¨®n mayor, seg¨²n el viejo C¨®digo Penal o 7 a?os de prisi¨®n y multa de 12 meses hasta un m¨¢ximo de 18 millones, de acuerdo con el actual c¨®digo penal.
Esta operaci¨®n ocupar¨¢ las sesiones de hoy y ma?ana, las del 5 y 6 de octubre para terminar el interrogatorio de los diez testigos citados en esta operaci¨®n los d¨ªas 13 y 14 de octubre.Todo empez¨® la ma?ana del 13 de enero de 1994, dos semanas despu¨¦s de la destituci¨®n de Mario Conde y el nombramiento de Alfredo S¨¢enz como presidente del consejo de administradores provisionales. Mart¨ªn Rivas le llam¨® por tel¨¦fono:
-Mario, ma?ana ver¨¦ a Alfredo S¨¢enz. Voy a contarle el tema de los 300 millones.
-Me parece muy bien...La verdad, Mart¨ªn, la verdad por encima de todo.
A las nueve y media del 14 de enero, S¨¢enz y Jos¨¦ Antonio S¨¢ez de Azc¨²naga, otro de los administradores provisionales, recibieron a Rivas, quien les narr¨® los hechos. A mediados de enero de 1989, explic¨® Rivas, Mario Conde le hab¨ªa pedido que preparase 300 millones de pesetas para entregar a Adolfo Su¨¢rez por presuntos servicios prestados por el ex presidente del Gobierno ante el Banco de Espa?a.
El 2 de febrero de 1989, entreg¨® en el paseo de la Castellana, entonces sede central de Banesto, 150 millones a Apolonio Paramio Andr¨¦s, llamado Pol , empleado de Banesto y hombre de confianza del presidente; dos meses m¨¢s tarde, el 6 de abril de 1989, le dio otros 150 millones. En las dos ocasiones, el dinero se meti¨® en bolsas deportivas color azul y ¨¦stas le fueron entregadas a Pol. La primera entrega la hizo Rivas a Pol en el garaje de Banesto; la segunda, Rivas llam¨® a su despacho para darle la bolsa.
Seg¨²n narr¨® Rivas, Conde le dijo que el dinero se restituir¨ªa y que, en todo caso, garantizaba con su "patrimonio personal". El dinero, pese a la insistencia de Rivas durante casi cinco a?os, nunca fue restituido entre los a?os 1989 y diciembre de 1993, excepto por el valor de 4,7 millones de pesetas, una cantidad procedente de dinero negro de la regional Barcelona de Banesto que se aplic¨® a reducir los 300 millones. Por tanto, la cantidad faltante qued¨® en 295.290.060 pesetas.
Mart¨ªn Rivas fue incluido entre los primeros diez querellados de Banesto a pesar de destapar los hechos. El 21 de noviembre de 1994, Rivas declar¨® ante el juez Manuel Garc¨ªa-Castell¨®n. Le cont¨® la misma historia que hab¨ªa narrado a S¨¢enz, por la que se encontraba en el banquillo del despacho del juez.
El juez Garc¨ªa-Castell¨®n llam¨® a declarar a Apolonio Paramio Andr¨¦s el 15 de diciembre de 1994. Pol hab¨ªa trabajado en los servicios de seguridad de la Uni¨®n de Centro Democr¨¢tico (UCD), hab¨ªa sido escolta de Fernando Garro en dicho partido, y luego se incorpor¨® a Antibi¨®ticos, donde hac¨ªa recados para Conde, y finalmente, a Banesto, donde ocupaba un peque?o despacho, contiguo al de la presidencia del banco.
Pol , al declarar, solo reconoci¨® una de las dos entregas de dinero.
-En una ocasi¨®n, el se?or Mart¨ªn Rivas me llam¨® a mi despacho. Me dijo que por orden del presidente ten¨ªa que hacer un recado. Ten¨ªa que entregar una bolsa, en una direcci¨®n que me dio en la calle Goya, cerca del Palacio de los Deportes. Una persona acudir¨ªa a la direcci¨®n, preguntar¨ªa por mi, y yo deb¨ªa entregarle la bolsa. No s¨¦ lo que conten¨ªa, era grande pero no s¨¦ cuanto pesaba.
El 19 de diciembre de 1994, Conde neg¨® toda la historia narrada por Rivas. "Nunca le orden¨¦ retirar 300 millones de la caja, nunca le dije que responder¨ªa con mi patrimonio ni que fuera para entreg¨¢rselos a Adolfo Su¨¢rez", dijo Conde. El juez cit¨® a Rivas y someti¨® a ambos a un careo. Ambos se ratificaron.
El juez tom¨® m¨¢s tarde declaraci¨®n a una persona que pod¨ªa confirmar algunos datos aportados por Rivas. Se trataba de Fernando Falero, director general adjunto del banco cuando ocurrieron los hechos. Falero fue testigo de una de las dos entregas en el despacho de Rivas. Ratific¨® la versi¨®n. Y volvi¨® a citar a Pol , quien se ratific¨® y precis¨®:
-Mart¨ªn Rivas me dijo que [la entrega] era por orden del presidente, que llevase ese paquete o bolsa a la direcci¨®n indicada. No recuerdo haber hablado con el presidente de este extremo.
El 22 de diciembre, el juez volvi¨® a preparar un careo entre Conde y Rivas. Explic¨® los detalles aportados por Falero y les pregunt¨® si se ratificaban. Ambos se mantuvieron en sus versiones. Conde una vez m¨¢s lo negaba todo. El juez, seg¨²n ordena la ley, dict¨® su opini¨®n: "A mi criterio, las manifestaciones del se?or Mart¨ªn Rivas transmiten una mayor fuerza y credibilidad".
El juez Garc¨ªa-Castell¨®n tuvo olfato, seg¨²n se podr¨ªa comprobar cuatro a?os m¨¢s tarde. En el juicio oral, el 10 de marzo de 1998,p Conde declar¨® que no hab¨ªa dicho "toda" la verdad en su versi¨®n ante el juez. Seg¨²n explic¨®, hab¨ªa hablado, en efecto, con Rivas sobre los 300 millones y que aqu¨¦l se ocupo de preparar el dinero, que, dijo, era para financiar al Centro Democr¨¢tico y Social (CDS) de Adolfo Su¨¢rez, por servicios que ¨¦ste ¨²ltimo prest¨® a Banesto ante el Banco de Espa?a.
Seg¨²n dijo Conde, la intervenci¨®n de Su¨¢rez le ayud¨® a persuadir al entonces gobernador Banco de Espa?a, Mariano Rubio, para la aprobaci¨®n de sus cuentas de resultados en febrero de 1.Conde explic¨® que la idea de contratar los servicios de Su¨¢rez para ayudarle hab¨ªa sido de su asesor de entonces, Antonio Naval¨®n. Tambi¨¦n dijo que se trataba de un solo pago, no de dos operaciones.
?Por qu¨¦ decidi¨® Conde cambiar? Hay razones jur¨ªdicas muy claras. La primera es que el 26 de febrero de 1998, el Tribunal Supremo, confirm¨® la sentencia condenatoria de la Audiencia Nacional en el caso Argentia Trust , y el ex banquero fue condenado a 4 a?os y 2 meses de prisi¨®n por un delito de apropiaci¨®n indebida. El Tribunal Supremo se?al¨® que se le condenaba por disponer de 600 millones de pesetas sin dar explicaci¨®n coherente, no por "quedarse" como tal con el dinero.
Por tanto, el ex banquero sab¨ªa al comenzar su declaraci¨®n sobre los 300 millones que ser¨ªa condenado sin m¨¢s de mantener su versi¨®n inicial.
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