?Qu¨¦ piensan los vascos?

Produce melancol¨ªa comprobar c¨®mo la tregua "indefinida, unilateral y sin condiciones" de ETA es el resultado, no de los aciertos del Gobierno o del PSOE, sino de sus errores. Dios escribe derecho, etc¨¦tera, de modo que se consigue lo que se quer¨ªa haciendo lo contrario de lo que se deb¨ªa hacer; y por eso se consigue. Pues era evidente desde el rechazo del Plan de Ardanza que se romp¨ªa el Pacto de Ajuria Enea y se empujaba al PNV hacia el bloque nacionalista. Lo que nadie esperaba es que ese fortalecimiento (unido al acoso policial a ETA, el acoso legal a Herri Batasuna y la p¨¦rdida de legitimidad de ambos tras Ermua) iba a propiciar la negociaci¨®n, el pacto de Estella (apoyado por la mayor¨ªa -47 de 75- de los diputados del Parlamento vasco) y, todo ello, la tregua. As¨ª se satisface la precondici¨®n para el di¨¢logo que se?alan al tiempo el punto 10 del Pacto de Ajuria Enea y el Plan de Ardanza.Al callar las pistolas deben sonar las palabras. Sorprende por ello la desorientaci¨®n del Gobierno al conocer la noticia, r¨¢pidamente reorientado por Aznar tras su regreso de Am¨¦rica. Frenazo que ha producido la m¨¢s que saludable propuesta de Ardanza -r¨¢pidamente aceptada por el PSOE- de posponer el di¨¢logo al a?o 2000, asentando antes la paz. Todo ello es excelente, pero sumado al Acuerdo de Barcelona y al de Vitoria entre PNV, CiU y BNG, pone encima de la mesa, sin posibilidad de hurtar el tema, el debate inconcluso sobre el modelo de Estado. Cuesti¨®n que afecta a todos los espa?oles pero en el aqu¨ª y ahora, y sobre todo, a los del Pa¨ªs Vasco.

Veamos pues, con algunos datos disponibles (y siempre discutibles), qu¨¦ piensan los vascos de estas cuestiones. Me apoyar¨¦ para ello en un importante estudio del CIS de finales de 1996 -anterior, pues, a Ermua- y otros m¨¢s recientes.

-Sobre la Constituci¨®n: aunque hace veinte a?os s¨®lo recibi¨® el apoyo del 30%, hoy es casi del 50%.

-Sobre el Estatuto de Gernika: opini¨®n muy favorable, que ha pasado del 56% al 73%.

-Sobre el Estado de las autonom¨ªas: opini¨®n tambi¨¦n muy favorable: cuatro de cada cinco creen que la experiencia ha sido beneficiosa para su comunidad. No obstante, el modelo preferido de Estado no es el auton¨®mico -con un notable respaldo (26%)-, sino el federal (32%) o el confederal(31%).

-?Qu¨¦ es Espa?a?: s¨®lo un 12% piensan que Espa?a es un Estado ajeno; la mayor¨ªa piensan que es una naci¨®n (30%), un Estado (25%) o un Estado plurinacional (24%). No obstante, el 50% se sienten poco o nada orgullosos de ser espa?oles, el peor resultado de toda Espa?a con diferencia.

- ?Es el Pa¨ªs Vasco una regi¨®n o una naci¨®n? Divisi¨®n de opiniones: regi¨®n para el 50% y naci¨®n para el 40%. No obstante, la mayor¨ªa de los j¨®venes (e incluso de los votantes del PNV) cree que es una regi¨®n.

-?Se sienten vascos, espa?oles o ambas cosas?: muy pocos se sienten s¨®lo espa?oles o m¨¢s espa?oles que vascos (9%); un 36% se siente tan espa?ol como vasco y otro 30% m¨¢s vasco que espa?ol; finalmente, un 21% se siente s¨®lo vasco. Hay, pues, un claro predominio de autoidentificaci¨®n vasca, versus espa?ola (50% versus 9%), aunque lo que realmente predomina (70%) son identificaciones mixtas.

-La autodeterminaci¨®n: un 43% cree que la mayor¨ªa de los vascos est¨¢ a favor de la autodeterminaci¨®n.

-La independencia: el resultado depende de la pregunta, si bien expertos estiman entre un 25% y un 45% el porcentaje de los vascos que ser¨ªan independentistas. En el peor de los casos, la sociedad vasca estar¨ªa dividida en dos mitades. S¨ª est¨¢ claro cu¨¢l es el n¨²cleo duro del independentismo: los vascos aut¨®ctonos que tienen como lengua materna el euskera (un 75% de independentistas).

?Podemos extraer alguna conclusi¨®n? La primera es que la sociedad vasca es extremadamente plural y compleja. La segunda es que la mayor¨ªa de los vascos se sienten al menos parcialmente espa?oles, y bastante satisfechos con el Estatuto, el Estado auton¨®mico y la Constituci¨®n. La tercera es que el sentimiento nacionalista es muy fuerte y que apoyan el ejercicio de la autodeterminaci¨®n. Y, finalmente, si tal cosa llegara a ocurrir, el resultado es incierto aunque ser¨ªa negativo si se pidiera la independencia pura y dura. Conclusiones que se apoyan s¨®lo en datos y ¨¦stos, adem¨¢s de discutibles, pueden y deben hacerse variar.