Recetas contra el rencor

ENVIADO ESPECIALFue el ¨²ltimo en intervenir el s¨¢bado, y sus palabras cruzaron el auditorio de la Torre do Tombo, en la Universidad de Lisboa, como un dardo sorprendente y certero. Miguel Herrero de Mi?¨®n, uno de los redactores de la Constituci¨®n y durante varios a?os dirigente de Alianza Popular, describi¨® las reglas que han de ser respetadas si se quiere gobernar sin rencor, como se hizo en la transici¨®n: "Cuando se pierden las elecciones, no vale enfadarse. Para volver a ganar, no todo vale. No es admisible da?ar al Estado com¨²n en los intentos de desalojar del Gobierno al adversario. Y no se debe perseguir al antecesor, sino que todos debemos sentirnos orgullosos de los Gobiernos democr¨¢ticos. Todo eso se respet¨® en la transici¨®n". Para buena parte de los espa?oles asistentes al seminario sobre la evoluci¨®n de la dictadura a la democracia en Espa?a, organizado por la Fundaci¨®n BBV y la Fundaci¨®n Mario Soares, esas pautas sonaron como la ant¨ªtesis exacta de las que el Gobierno del PP ha seguido en estos dos primeros a?os.

Veinticuatro horas despu¨¦s, ayer por la ma?ana, la directora del Centro de Estudios Pol¨ªticos y Constitucionales, Carmen Iglesias, tutora universitaria de la Infanta Cristina y profesora de historia del Pr¨ªncipe Felipe, encontraba tambi¨¦n motivos para alertar contra el rencor. "No es verdad que cualquier cosa puede ser dicha. Las palabras pueden crear realidades". Y, en su opini¨®n, en este momento y con alguna frecuencia se utilizan t¨¦rminos que persiguen desacreditar y descalificar a los adversarios pol¨ªticos.

Al hacer el balance de las dos jornadas de coloquio, Iglesias subray¨® unos valores de la transici¨®n que muy bien podr¨ªan servir hoy como referencia ante los riesgos, y tambi¨¦n las oportunidades, que abre la tregua de ETA y la posibilidad de lograr un cese definitivo de la violencia terrorista. Tras recordar que el ¨¦xito de la transici¨®n se debi¨® en gran parte a que prevaleci¨® el sentido de la realidad, defendi¨® que "no tiene por qu¨¦ haber ahora una segunda transici¨®n". Porque ahora s¨ª hay unas reglas de juego, contenidas en la Constituci¨®n. Precisamente porque existen reglas podemos cambiar continuamente, arguy¨®.

El ex presidente del Gobierno Felipe Gonz¨¢lez y el presidente de la Xunta, Manuel Fraga, defendieron, en el plano pol¨ªtico, unas tesis muy parecidas, que ven¨ªan a dar respuesta a los planteamientos hechos por los nacionalistas vascos para favorecer, desde su punto de vista, el abandono de las armas por parte de ETA. Gonz¨¢lez destac¨® que ha sido en la Constituci¨®n de 1978 donde por primera vez se ha reconocido "el pluralismo identitario" y que, por tanto, ¨¦l llama la atenci¨®n sobre el riesgo de alzar interpretaciones de car¨¢cter excluyente, "no sea que la segunda transici¨®n que parece que empieza ahora derive en una desagregaci¨®n del Estado".

Fue en ese momento cuando lanz¨® la advertencia que desat¨® la pol¨¦mica, y la respuesta inmediata, y enfadada, del presidente de la Generalitat, Jordi Pujol. Gonz¨¢lez opin¨® que "esto de la segunda transici¨®n a lo mejor no va camino de Bruselas sino de Sarajevo o Tirana".

El ex secretario general del PSOE quiso luego, a preguntas de los periodistas, dar otro giro a su planteamiento para construirlo en positivo y, probablemente, tambi¨¦n para que sirviera como una ense?anza de la transici¨®n que no han asimilado algunos dirigentes del PP. "La concordia se basa", dijo, "en renunciar cada uno un poco a aquello que cree que es completamente exigible, y que resulta excluyente hacia los dem¨¢s". Esa actitud fue la que llev¨®, seg¨²n ¨¦l, a que Adolfo Su¨¢rez y Santiago Carrillo fueran derribados a la postre por aquellos de los suyos que les consideraron traidores a las esencias del Movimiento y del comunismo, respectivamente.

Fraga combin¨® la defensa de la unidad de Espa?a -"La Constituci¨®n dice bien claro que es una patria ¨²nica. Eso se puede tomarlo o dejarlo, pero no interpretarlo"- con la aceptaci¨®n de una posible reforma constitucional. Eso s¨ª, siempre ateni¨¦ndose a las reglas que la propia Carta Magna establece para ser reformada y, por tanto, descartando la posibilidad de poner exclusivamente en manos del pueblo vasco una decisi¨®n que afecte a la convivencia de todos los espa?oles. El presidente de la Xunta no desaprovech¨® la ocasi¨®n de se?alar que el Pa¨ªs Vasco es ahora el territorio con m¨¢s autonom¨ªa pol¨ªtica.

Jordi Pujol no tuvo inconveniente en reconocer que, desde 1714, Catalu?a "nunca ha tenido tanto durante tanto tiempo". Pero a continuaci¨®n a?adi¨® que la Constituci¨®n es ambigua y ha tenido interpretaciones distintas, dando a entender que algunas han sido desfavorables para Catalu?a. Primero puso de relieve la contribuci¨®n de los nacionalistas catalanes en la transici¨®n al apoyar, a diferencia del PNV, la aprobaci¨®n de la Constituci¨®n y, por tanto, su legitimidad. Despu¨¦s, asegur¨® que si el problema vasco no est¨¢ resuelto, el catal¨¢n tampoco. Pujol aclar¨® que uno y otro caso son distintos y no deben interferirse, para concluir, enigm¨¢ticamente, que el conflicto catal¨¢n seguir¨¢ candente "hasta que alg¨²n problema se resuelva".