Boliden concluye que la rotura de la balsa de Aznalc¨®llar se debi¨® a un movimiento subterr¨¢neo

Los propietarios de la mina de Aznalc¨®llar ya tienen su explicaci¨®n. Un informe hecho p¨²blico ayer achaca la rotura de la balsa de residuos -origen del vertido t¨®xico en el Guadiamar del pasado 25 de abril- a un "deslizamiento lateral del dique" provocado por un corrimiento de tierras a 14 metros de profundidad. El movimiento se debi¨®, seg¨²n los investigadores, a la presi¨®n ejercida por los residuos depositados. Boliden recuerda que la presa estaba a la mitad de su capacidad y afirma que ni el proyecto original ni el estudio de Geocisa previeron la inestabilidad del terreno.

La consultora Eptisa, contratada por Boliden para realizar un informe t¨¦cnico sobre las causas de la rotura de la balsa, confirm¨® ayer las primeras impresiones de Anders B¨¹low, presidente de la empresa propietaria de la mina, tras el vertido en el Guadiamar hace ya cinco meses: la explicaci¨®n al boquete de 50 metros en la pared sudeste del dique que dej¨® escapar la riada t¨®xica estaba en el subsuelo. El informe de Eptisa precisa la primera hip¨®tesis de B¨¹low. El corrimiento se produjo a 14 metros de profundidad, en una formaci¨®n arcillosa del nivel terciario, cuyo apelativo t¨¦cnico es "margas azules".El movimiento subterr¨¢neo ya fue apuntado por los investigadores del Servicio de Protecci¨®n de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, en lo que es hasta ahora el ¨²nico informe sobre las causas del desastre ecol¨®gico que hay encima de la mesa de Celia Benhajd-Ben, la juez encargada de la instrucci¨®n del caso. Los ingenieros de Eptisa se aventuran a dar un paso m¨¢s. "No se ha encontrado relaci¨®n alguna entre factores como la sismicidad, las voladuras o las filtraciones y el proceso de rotura de la balsa". Para los investigadores contratados por Boliden el corrimien-to se debi¨® a que el subsuelo no resisti¨® la presi¨®n ejercida por "el peso del dique y los est¨¦riles (residuos) depositados".

Proyecto original

En su comunicado, Boliden se apresura a responder a la cuesti¨®n planteada por el informe t¨¦cnico: la idoneidad del lugar elegido para depositar los residuos. La empresa canadiense-sueca asegura que en sus actuaciones se atuvo a los estudios realizados por Intecsa en el proyecto original de la instalaci¨®n -en 1977, cuando la mina era propiedad del Banco Cen-tral-, y por Geocisa en el proyecto de recrecimiento de los muros de la balsa acometido en 1996 para aumentar su capacidad. Ambas consultoras de ingenier¨ªa -pertenecientes a la empresa Dragados y Construc-ciones- dieron por buenas las condiciones del terreno sobre el que se aposent¨® la presa.Boliden se?ala para rematar su argumentaci¨®n que en el momento de la rotura, la balsa s¨®lo albergaba 15 millones de metros c¨²bicos de residuos, cuando fue proyetada para almacenar m¨¢s del doble, unos 32 millones. Los propietarios de la mina han encargado un nuevo informe para comparar las conclusiones de la investigaci¨®n de Eptisa y los proyectos de Intecsa y Geocisa. Y, en el comunicado, anticipan su pr¨®xima estrategia judicial: "determinar si hubo errores u omisiones t¨¦cnicas y exigir las responsabilidades que correspondan".

El informe confirma el momento de la rotura -la 1.00 del 25 de abril- y la cuant¨ªa del vertido t¨®xico -1.3 millones de metros c¨²bicos de agua ¨¢cida y 5,5 de lodos-. El comunicado tambi¨¦n recoge las ¨²ltimas declaraciones del presidente de Boliden, quien da por casi conclu¨ªdas las actividades de limpieza, e insiste en su intenci¨®n de reanudar la actividad minera en la explotaci¨®n. Su previsi¨®n es reanudar la producci¨®n a finales de a?o.