En el f¨²tbol y en el bar

Con los colegios llenos de profesoras y las ni?as dedicando mayor esfuerzo a las letras y logrando tambi¨¦n mejores resultados, atraer a los chicos precisa una cierta dosis adicional de picard¨ªa. El primer anuncio gubernamental de la nueva campa?a de alfabetizaci¨®n fue programado en un momento clave para los peque?os aspirantes a lectores. Los descansos del partido entre el Manchester United y el Barcelona se llenaron el d¨ªa 16 de padres televisivos leyendo cuentos a sus hijos. Un acto de amor paterno-filial, pero tambi¨¦n algo divertido y masculino.En segundos, el ni?o absorb¨ªa un triple mensaje: el f¨²tbol, su deporte favorito, podr¨ªa practicarse o verse sentado en un sill¨®n. Una vez dominado otro juego, la lectura, hasta podr¨ªa leer las aventuras de sus h¨¦roes del bal¨®n.

Para llegar a los adultos ha sido preciso recurrir a los rostros m¨¢s populares de la televisi¨®n brit¨¢nica. Protagonistas de culebrones se?eros como East Enders, Coronation Street o Brookside prestar¨¢n una impagable ayuda al Gobierno brit¨¢nico en su empe?o. A pesar de que el medio escogido para fomentar los libros es otra vez audiovisual, el tir¨®n de actores cuyas vidas ficticias son seguidas a diario por millones de espectadores es una baza que el Ministerio de Educaci¨®n deseaba jugar.

Durante el a?o dedicado a promocionar los libros, los guiones de las tres series incluir¨¢n personajes con problemas para leer o escribir, j¨®venes que abandonaron la escuela pero quieren regresar, o algo tan familiar como un padre leyendo a sus hijos.

Fuera del hogar, algunas cadenas nacionales de pubs tampoco descartan sumarse al proyecto. Woitbread, que gestiona m¨¢s de 3.000 locales en el Reino Unido, animar¨¢ a sus clientes a participar en concursos sobre libros dentro del bar.

Hasta las inevitables pintadas de las paredes podr¨ªan ser sustituidas por versos famosos. Sin olvidar los vol¨²menes que el due?o pondr¨¢ a disposici¨®n del visitante como si fuera una biblioteca de barrio.