El poeta del Banco Urquijo
Media Antequera llenaba el sal¨®n de plenos del Ayuntamiento de la ciudad del Efebo la noche del martes. En la mesa de alcald¨ªa, a la derecha del alcalde Jes¨²s Romero, bajo el boato de pinturas y tapices, un hombre menudo y anciano soportaba el fastidio que le producen los homenajes p¨²blicos. Le flanqueban a los lados ocho de los m¨¢s destacados nombres de la teor¨ªa econ¨®mica e historia de la econom¨ªa espa?oles del momento. El poeta Jos¨¦ Antonio Mu?oz-Rojas (Antequera, 1909) era el culpable del agradecimiento de actuales c¨¢tedros del sumar y restar que en su d¨ªa recibieron su ayuda cuando no eran m¨¢s que licenciados con ganas de saber en un pa¨ªs sin medios. Fue la mano humanista de Mu?oz-Rojas, Premio G¨®ngora de las Letras Andaluzas otorgado este a?o por la Consejer¨ªa de Cultura, la que ayud¨® a muchos estudiantes a convertirse en catedr¨¢ticos. El martes ocho de ellos acud¨ªan a rendirle homenaje con media Antequera por testigo. Un homenaje en forma de libro. Los Pedro Schwartz, Pedro Tedde, Gonzalo Anes, Antonio Miguel Bernal, Antonio G¨®mez Mendoza, Antonio Parejo, Felipe Ruiz Mart¨ªn y Jordi Nadal han preparado sendos estudios de econom¨ªa hist¨®rica in¨¦ditos que han agrupado bajo el t¨ªtulo De econom¨ªa e Historia. Unicaja y la Junta han patrocinado la edici¨®n. Los estudiantes de hace 30, 20 o 15 a?os agradecen con una muestra de su saber a su mentor la confianza que tuvo cuando les concedi¨® becas de estudios en el extranjero. No le han decepcionado. Mu?oz-Rojas desde el estrado vuelve a reiterar en su turno lo mucho que le agotan las celebraciones. Sin embargo, cada vez que pueden, su ciudad o amigos le echan una m¨¢s a la espalda. El poeta solicita una historia, durante su agradecimiento del agradecimiento, que "se dedique menos a la estad¨ªstica y recoja m¨¢s los perfiles humanos". El receptor de la Medalla de Oro de Andaluc¨ªa 1994 estuvo durante muchos a?os al frente del Secretariado de Estudios y Comunicaciones del Banco Urquijo. All¨ª le llamaban el poeta. Antonio Parejo, joven catedr¨¢tico de historia econ¨®mica de la Universidad de M¨¢laga, organizador del homenaje y paisano del autor de Ardiente Jinete o Las musara?as, recuerda que aquel Urquijo de los a?os cincuenta y sesenta fue un banco at¨ªpico. "Un lugar donde Ram¨®n Carande, Juan Llad¨®, Xabier Zubiri y Jos¨¦ Antonio Mu?oz-Rojas organizaban cosas no era un banco al uso; yo creo que Jos¨¦ Antonio no sab¨ªa nada de econom¨ªa, pero el caso es que levant¨® una revista capital como Moneda y cr¨¦dito, donde hemos publicado todas las generaciones de economistas, organiz¨® seminarios impensables entonces en Espa?a y nos buscaba becas de investigaci¨®n en el extranjero cuando ve¨ªa nuestro entusiasmo". Acaba el homenaje y Mu?oz-Rojas quiere marcharse. El periodista se le acerca. Dice el poeta: "no quisiera parecer descort¨¦s, pero no me gustan los actos p¨²blicos". "Pues esto es un acto p¨²blico, don Jos¨¦". "Por eso; es mejor que no nos agotemos ninguno de los dos". Y su vejez, tan franca como su mirada, ped¨ªa: "por favor d¨¦jeme tranquilo". As¨ª que all¨ª se alej¨® el poeta. Rodeado de sus disc¨ªpulos -"de ellos fue todo el m¨¦rito", aseguraba en huida-, el andaluz que detesta los homenajes que m¨¢s homenajes recibe entr¨® al restaurante de la Plaza de Toros de Antequera con 70 personas m¨¢s. Alg¨²n economista dec¨ªa del pr¨®cer entre dientes: "m¨¢s buena persona es, pero qu¨¦ pu?etero: siempre ha hecho lo que ha querido".
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