El Madrid se pone serio

Daba la impresi¨®n de que el nuevo Real Madrid de Clifford Luyk viv¨ªa a¨²n en la adolescencia, acunado en esa permisividad que da la competici¨®n dom¨¦stica, l¨¦ase ACB. Donde domina casi por inercia, o por nombre, o porque de su n¨®mina vive Alberto Herreros. Pero se asom¨® el Madrid hace una semana a Grecia y regres¨® escaldado. La primera en la frente.Ayer regres¨® al continente para enfrentarse a un rival cuyo juego resulta de dif¨ªcil lectura, un enemigo que mont¨® el taco ante el mism¨ªsimo Teamsystem italiano, al que hizo un siete de cuidado hace una semana. Y no por el resultado final (57-45), tan exiguo para el que gana como rid¨ªculo para el que pierde. Hubo m¨¢s. El Teamsystem captur¨® en aquellos 40 minutos un s¨®lo rebote ofensivo, un dato lacrim¨®geno, desesperante, de los que invitan a no coger el avi¨®n.

Pero ayer, el Madrid alcanz¨® su mayor¨ªa de edad en Europa. No la hist¨®rica, que ¨¦sa la tiene hace ni se sabe, sino la de hoy, la de un equipo nuevo, reci¨¦n salido de la f¨¢brica, que quiere ser adulto. Supo el grupo de Luyk hacer, sencillamente, un partido formidable. Que se dice pronto. No gan¨® a su rival en el rebote ni en el m¨²sculo. Le gan¨® lejos de la zona de los palos y, lo que es mejor, en la pizarra.

Dec¨ªa Sagadin, t¨¦cnico del Olimpia, que el Madrid s¨®lo tiene siete jugadores de ¨¦lite. No dijo uno, o dos. Dijo siete. Cualquier equipo de Europa se sentir¨ªa feliz teniendo en su plantilla tal cantidad de fen¨®menos. El Madrid se llev¨® ayer un triunfo de lujo con ocho, los siete magn¨ªficos y Sergio Luyk. Quiz¨¢ le ayud¨® que a su rival le mandara Mc Donald, un americano nacionalizado eslovenio al que se devor¨® Santos; tampoco le vino mal que toda la artiller¨ªa lejana del Olimpia dependiera del incombustible Zdvoc, quien antes o despu¨¦s caer¨ªa en la marca de rivales que est¨¢n de ida, no de vuelta.

No se adue?¨® el Madrid de la zona rival. Ni falta que le hizo. Cierto es que s¨®lo atrap¨® cinco rebotes ofensivos, pero cuando las canastas se meten a la primera sobran los rebotes

Manej¨® el Madrid el partido a su antojo y lleg¨® a alcanzar una ventaja de doce puntos. Perdi¨® aquel tesoro cuando el Olimpia apret¨® en defensa y, lo que es peor, cuando a Stepania le dio por acompa?ar a Zdvoc en aquello del enceste. El caso es que alcanz¨® el Olimpia una ventaja de cinco puntos (60-55) a nueve minutos del final. Ni siquiera en ese momento vio el Madrid peligrar su victoria. Porque mantuvieron los de Luyk su porcentaje de tiro, que super¨® el 65 por ciento, y as¨ª no hay rival que se preste a batalla alguna. Y menos a¨²n si Herreros decide prolongar su estado de gracia.