50 fiscales perseguir¨¢n a los agresores de mujeres

Cincuenta fiscales, repartidos por todas las provincias de Espa?a, tratar¨¢n de impedir desde finales de este mes la reincidencia en los malos tratos a mujeres. Seg¨²n una circular que prepara la Fiscal¨ªa General del Estado, y que el fiscal general, Jes¨²s Cardenal, tiene previsto firmar a mediados de octubre, en el momento en que una persona denuncie a su pareja por lesiones o amenazas, el acusador p¨²blico investigar¨¢ si el agresor ha sido denunciado antes por la misma causa en cualquier lugar de Espa?a y por cualquier persona, ya sea su actual pareja o una anterior. As¨ª, la reiteraci¨®n convertir¨¢ la falta en delito y el agresor perder¨¢ la impunidad de que goza actualmente para volver a delinquir.Dentro de la prioridad que la Fiscal¨ªa General del Estado ha concedido a los delitos de violencia dom¨¦stica, la mencionada circular -facilitada a EL PA?S en medios judiciales- recuerda la potestad de los fiscales de impugnar sentencias que consideren an¨®malas, y refuerza determinadas interpretaciones de la legislaci¨®n vigente en favor de los mujeres maltratadas, entre otras medidas pendientes de discusi¨®n. Cardenal orden¨® tambi¨¦n a los fiscales jefe de cada provincia que incluyeran por primera vez en la memoria de 1998 las diligencias por delitos relacionados con la violencia dom¨¦stica. Sumaron 6.707.

En esta siniestra estad¨ªstica, correspondiente a hechos producidos en 1997, no figura el caso de Bel¨¦n R.G., que muri¨® hace tres semanas en M¨®stoles (Madrid) de una pu?alada en el est¨®mago. Ten¨ªa 25 a?os y hab¨ªa denunciado 24 veces a su marido por malos tratos contra ella y sus dos hijos. Mientras su cad¨¢ver yac¨ªa en un descampado y la polic¨ªa escuchaba la primera versi¨®n del marido, Bernardo, sobre un presunto atraco a la esposa, las 24 denuncias por palizas, amenazas y lesiones presentadas contra ¨¦l dorm¨ªan el sue?o de los justos en los juzgados. Ning¨²n juez relacion¨® a ese hombre que hab¨ªa golpeado al menos 24 veces a la misma mujer, Bel¨¦n.

En los juzgados, cada agresi¨®n del marido contaba por separado. Por lo tanto, Bernardo s¨®lo habr¨ªa cometido una falta. Las faltas se castigan con una leve multa o con arresto de hasta tres fines de semana. La habitualidad -la repetici¨®n- es lo que convierte la falta en delito, penado con un m¨ªnimo de tres meses de prisi¨®n.

As¨ª que Bernardo estaba libre como un p¨¢jaro para cometer la falta n¨²mero 26 contra su esposa, precisamente la que le cost¨® la vida. Ahora la familia de Bel¨¦n se pregunta una y otra vez c¨®mo ha podido ocurrir algo as¨ª; qu¨¦ clase de justicia es ¨¦sta que permite tanta brutalidad.

El caso de esta mujer es uno m¨¢s -ni siquiera es el ¨²ltimo- de una larga lista de v¨ªctimas del terrorismo dom¨¦stico que este a?o se ha cobrado ya una vida cada diez d¨ªas.

Desde que Ana Orantes fuera quemada viva en Granada en diciembre de 1997, muchas mujeres maltratadas perdieron parte de su miedo. A las manifestaciones callejeras se han unido en lo que va de a?o 12.914 denuncias por malos tratos, un 10% m¨¢s que en todo el a?o anterior. Las consultas anuales al tel¨¦fono gratuito que el Ministerio de Asuntos Sociales ha puesto a disposici¨®n de las maltratadas para recibir asesoramiento legal han pasado de 267 a m¨¢s de 4.000.

Al final, los poderes p¨²blicos han reaccionado. El Consejo de Ministros aprob¨® el pasado 25 de septiembre un anteproyecto de ley org¨¢nica en el que, entre otras cosas, proh¨ªbe al agresor acercarse a la v¨ªctima antes de que se dicte la sentencia, aumenta las penas por maltrato ps¨ªquico y permite iniciar diligencias de oficio o por terceras personas. Con esta ¨²ltima medida pretende el Gobierno ayudar a las mujeres que no denuncian a su agresor por no poder superar el miedo. Este texto implica la reforma, de nuevo, del C¨®digo Penal y de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, por lo que el Consejo General del Poder Judicial y la Fiscal¨ªa General del Estado deber¨¢n pronunciarse antes de su remisi¨®n a las Cortes.