Densidad por el centro
El Betis cambi¨® su sistema. Jug¨® a expensas del Madrid, con marcajes individuales a sus dos puntas y Ayala, como l¨ªbero, para rectificar cualquier desequilibrio. Hubo saturaci¨®n de duelos individuales en la misma banda y emparejamientos visibles en el medio campo, donde Merino y Alexis superaron con creces a Redondo y Seedorf.La inteligencia colectiva no funcion¨®. No hubo comunicaci¨®n entre los madridistas para resolver algunos desequilibrios importantes. No se ocuparon bien los espacios y la banda derecha no la ocup¨® nadie. Ra¨²l se empe?¨® en penetrar hacia el centro, dejando libre un carril que Panucci no pudo ocupar por su excesiva preocupaci¨®n hacia Denilson. La densidad por el centro, la poca movilidad hacia las bandas y la lentitud al sacar el bal¨®n facilitaron la tarea defensiva del Betis.
El gol de Finidi. Tras ¨¦l todo se precipit¨®: m¨¢s remates, m¨¢s jugadas confusas. Desde entonces, la fluidez del juego s¨®lo se observ¨® en el Betis, que llegaba una y otra vez ante la meta de Illgner, siempre en superioridad num¨¦rica y con posibilidades de remate.
Denilson. Especialmente motivado. Demasiado individualista, sin funci¨®n defensiva espec¨ªfica. Sorprendi¨® gratamente su motivaci¨®n y su capacidad f¨ªsica. Acab¨® el partido repitiendo jugadas que ya hab¨ªa realizado en el comienzo.
Sumar atacantes. Tras el 0-1, la salida de Suker no resolvi¨® los problemas del Madrid. Todo lo contrario. Aument¨® la densidad de jugadores y redujo los espacios, favoreciendo el trabajo defensivo del Betis.
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