Sindicalistas que hacen pol¨ªtica
La divisi¨®n entre nacionalistas y no nacionalistas marca el mundo laboral vasco
Sindicalismo y pol¨ªtica. La fractura de la sociedad vasca no s¨®lo se vive en la pol¨ªtica. Euskadi pese a ser la cuna del sindicalismo espa?ol (en Vizcaya se fund¨® la primera agrupaci¨®n de Comisiones Obreras de Espa?a) ha visto como la divisi¨®n entre nacionalistas y no nacionalistas se refleja tambi¨¦n en el mundo del trabajo. Los sindicatos de ¨¢mbito estatal, Comisiones Obreras y UGT, desde la recuperaci¨®n de la democracia han ido perdiendo terreno y dejando que las centrales nacionalistas ELA y LAB asuman la mayor¨ªa sindical en el Pa¨ªs Vasco. "Un marco propio de relaciones laborales y el respeto a la mayor¨ªa sindical en Euskadi". Detr¨¢s de esta petici¨®n que una y otra vez ha reiterado el secretario general de ELA, Jos¨¦ Elorrieta, se esconde una concepci¨®n diferente de Euskadi, "del pa¨ªs", usando su propia terminolog¨ªa. Una concepci¨®n de la vida, de la pol¨ªtica y del sindicalismo esencialmente nacionalista. ELA, en la ¨®rbita del PNV, cuenta con el 39,8% de la representaci¨®n sindical en Euskadi y gracias a la unidad de acci¨®n con LAB, con un 15,09% de la representaci¨®n, suma una amplia mayor¨ªa sindical.
Sin embargo, esta colaboraci¨®n, que comenz¨® en 1995, ha puesto desde entonces en m¨¢s de una ocasi¨®n contra las cuerdas a Elorrieta. LAB es un sindicato abertzale que est¨¢ en la ¨®rbita del llamado MLNV (Movimiento Nacional de Liberaci¨®n Vasco) y en cuyo vocabulario no cabe la condena de los atentados de ETA. Los asesinatos del funcionario de prisiones G¨®mez El¨®segui, del ertzaina Montxo Doral (ambos afiliados a ELA) o del concejal del Partido Popular en Renteria Jos¨¦ Luis Caso tocaron de pleno a la alianza, pero no la finiquitaron.
Contradicciones
"Creo que no nos hemos equivocado. Con nuestras contradicciones, que no quiero ocultar, ELA y LAB somos una esperanza de este proceso. Aunque hay momentos muy concretos, como cuando se producen asesinatos, en los que el tema de la unidad de acci¨®n con LAB provoque sacudidas en la opini¨®n p¨²blica, la mayor¨ªa de la gente no ve mal este acuerdo", aseguraba Elorrieta en junio, cuando la tregua de ETA a¨²n estaba muy lejos.Hoy, con la tregua debajo del brazo, los responsables de ELA pueden afirmar que han estado presentes en todos los acercamientos al mundo violento. Art¨ªfices y actores de la llamada tercera v¨ªa hacia la pacificaci¨®n, y aunque siempre cuestionados, su ¨²ltimo paso ha sido estar entre las fuerzas que han firmado el Pacto de Estella (Lizarra), un documento que Elorrieta recomienda tener de cabecera a aquellos que quieran lograr la pacificaci¨®n.
Pero entre estos dos pasos, de acercamiento a LAB y Lizarra, ELA se uni¨® en octubre de 1997 en Gernika (Vizcaya) a Eusko Alkartasuna, HB, LAB y el movimiento social Elkarri para asegurar que el Estatuto de Gernika estaba muerto y pedir una nueva mayor¨ªa abertzale para Euskadi.
La figura de Elorrieta siempre ha sido clave en todo este proceso. En 1988 lleg¨® a la secretar¨ªa general de la central con una idea: a ELA le faltaba presencia p¨²blica. En absoluto siente que ha ido demasiado lejos: "Nosotros no queremos suplantar a nadie, pero est¨¢ claro que tenemos nuestra visi¨®n de lo que debe ser el autogobierno y nuestra concepci¨®n de Euskadi, y as¨ª lo decimos". Una v¨ªa que le coloca m¨¢s cerca de la pol¨ªtica que del sindicalismo. Este papel ha sembrado en gran medida la ruptura sindical en el Pa¨ªs Vasco. CC OO, el segundo sindicato en Euskadi, tan solo cuenta con el 16,86% de la representaci¨®n y UGT con el 16%. Unos porcentajes que les mantienen en un segundo plano. De ser los motores de la transici¨®n y haber jugado un papel clave en la reconversi¨®n industrial les toca ahora vivir la dura traves¨ªa de la oposici¨®n. "Creo que la alianza ELA y LAB no se sustenta tanto en propuestas sindicales como pol¨ªticas. Intentan marcar la impronta de la vida pol¨ªtica y no de las relaciones laborales". La acusaci¨®n lanzada por el secretario general de CC OO de Euskadi, Santiago Bengoa, podr¨ªa perfectamente haberla hecho su hom¨®logo de UGT. La ¨¦poca de armon¨ªa y colaboraci¨®n de UGT y CC OO de los a?os ochenta con ELA ha pasado directamente a la de la confrontaci¨®n. "ELA ha engordado como sindicato al calor del poder y del arrope empresarial", aseguraba con tranquilidad Bengoa.
Pero la vida sindical, m¨¢s all¨¢ de la pol¨ªtica, se desenvuelve en dos frentes completamente opuestos. Por un lado est¨¢n las c¨²pulas, a las que la ¨²ltima vez que se les pudo hacer una fotograf¨ªa juntas fue en la renovaci¨®n del acuerdo para pacificar las elecciones sindicales el pasado agosto; y por otro, el d¨ªa a d¨ªa en las empresas.
Los sindicalistas de base en los centro de trabajo rechazan que exista confrontaci¨®n. Los planteamientos a pie de f¨¢brica son los mismos y los acuerdos intersindicales en m¨¢s de una ocasi¨®n combinan cualquiera de las siglas. Los cuatro sindicatos negocian, por ejemplo, con la patronal vasca, Confebask, en el seno del Consejo de Relaciones Laborales (CRL) un acuerdo general sobre empleo y, pese a mantener posturas pr¨¢cticamente iguales sobre reducci¨®n de jornada o contrato de sustituci¨®n, se sientan a la mesa como si defendieran planteamientos completamente discrepantes; una postura que se pone de manifiesto en que en cada reuni¨®n siempre se hacen balances independientes.
La batalla por el marco vasco de relaciones laborales, la continua repetici¨®n de ELA, no se va a resolver en el proceso de elecciones sindicales vasco ahora en marcha y que renovar¨¢ el 90% de los delegados de Euskadi, sino en el marco pol¨ªtico. Las auton¨®micas del 25 de octubre se viven en el mundo sindical como si fueran parte de su vida pol¨ªtica. Aunque todos comparten la ilusi¨®n ante la tregua y hablan de crear un marco de convivencia en el que entre la pluralidad de la sociedad vasca, no todos esperan el mismo resultado. Para las centrales nacionalistas, un final razonable ser¨ªa, seg¨²n las declaraciones de Elorrieta a Cinco D¨ªas anteayer, que el pueblo vasco tuviera "los niveles de soberan¨ªa que quiera".
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