Declaraci¨®n oportuna
Tras la Declaraci¨®n de Barcelona y el "documento de trabajo" anejo a la misma, en el que los partidos nacionalistas reclamaban la organizaci¨®n confederal del Estado, tras la nueva reuni¨®n de tales partidos nacionalistas en Bilbao coincidiendo con la declaraci¨®n de tregua de ETA y la firma del Documento de Estella, ?hubiera podido entender alguien que el presidente de la comunidad aut¨®noma con mayor poblaci¨®n y que m¨¢s influencia ha tenido en la construcci¨®n del Estado de las Autonom¨ªas hubiera permanecido en silencio? Un presidente de una comunidad aut¨®noma accede a dicha condici¨®n como consecuencia de que figura como candidato en la lista de un partido pol¨ªtico, pero, una vez elegido, es el presidente de todos los ciudadanos de dicha comunidad, tanto si le han votado como si no.En consecuencia, su actuaci¨®n como presidente debe mantener una conexi¨®n con la pol¨ªtica general que define el partido al que pertenece, pero no puede reducirse a ello. Como presidente tiene que hacer o¨ªr su voz cada vez que hay alguna circunstancia pol¨ªticamente relevante que pueda afectar al conjunto de la comunidad que preside. La voz del partido no puede ser nunca una excusa para que el presidente no haga o¨ªr la suya. Resulta dif¨ªcil pensar alguna circunstancia que justifique m¨¢s una declaraci¨®n de un presidente de una comunidad aut¨®noma que la coyuntura en que nos encontramos respecto de la estructura del Estado. Es el tema central de la vida pol¨ªtica en estos momentos y todo apunta a que va a continuar si¨¦ndolo en el futuro pr¨®ximo y hasta es posible que no s¨®lo en el pr¨®ximo. No creo, en consecuencia, que se pueda formular ning¨²n reproche a que el presidente de la Junta de Andaluc¨ªa haya hecho o¨ªr su voz con la Declaraci¨®n de M¨¦rida. De hac¨¦rsele alguno, yo le har¨ªa el que ha tardado algo m¨¢s de lo que deber¨ªa haber tardado en hacer o¨ªr su voz. La reacci¨®n se deber¨ªa haber producido inmediatamente despu¨¦s de que se hiciera p¨²blica la Declaraci¨®n de Barcelona. No se deb¨ªa haber dejado pasar tanto tiempo. Y deber¨ªa haberse reaccionado inmediatamente desde Andaluc¨ªa. Tal vez deber¨ªa haberse convocado una sesi¨®n extraordinaria del Parlamento de Andaluc¨ªa para que los distintos partidos hubieran tenido ocasi¨®n de fijar su posici¨®n respecto de la propuesta de reforma avanzada por los nacionalistas y, si hubiera sido posible, adoptar una resoluci¨®n conjunta de defensa del modelo de estructura del Estado definida por la Constituci¨®n y los estatutos de autonom¨ªa. En todo caso, creo que desde Andaluc¨ªa se deber¨ªa tomar buena nota de lo que ha ocurrido en el inicio de este curso pol¨ªtico y no bajar la guardia ante nuevas posibles iniciativas de revisi¨®n de la estructura del Estado. Andaluc¨ªa tiene que reclamar su sitio en cualquier discusi¨®n en este terreno.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.