Tragedias

Un obispo es un se?or con una cruz grande y estilosa, que se afana en bregas contradictorias: litigar con el cielo para conseguir muchas plazas en clase preferente y vocear en la tierra los riesgos de perder el Transcelestial y tener que apuntarse a un expreso de medianoche con coche-cama para el averno. Tanta diatriba y tanto pleito ocupan mucho a los prelados, que s¨®lo disponen de tiempo para escribir una carta a la semana, dedicada normalmente a ensalzar las plazas arrebatadas al cielo. En ocasiones merecedoras -a saber: un Nobel "ideol¨®gicamente orientado" (se presume que mal)- se utilizan telegramas o intermediarios para advertir de los sofocos eternos del expreso de medianoche. La ¨²ltima carta del obispo de Almer¨ªa, que tiene un anillo divino (en sentido literal dos veces), record¨® que 851 mujeres sacaron el a?o pasado un billete de ida, sin posibilidad de cambio, para la locomotora del pecado. Rosendo ?lvarez Gast¨®n es hombre de mente muy, muy l¨²cida -preclara, vamos-; de ideas firmes y nada dispersas; de esa gente, vaya, que entre el negro y el blanco no sufre por cromatismos intermedios. Con esa claridad, monse?or lee peri¨®dicos y luego parece clasificar las noticias por dramas de mayor a menor. La lista de tragedias"97, seg¨²n el obispo, est¨¢ encabezada por las mujeres que abortaron ese a?o en Almer¨ªa. Las razones son obvias: "Detr¨¢s hay 851 cunas vac¨ªas" (monse?or se olvid¨® de contabilizar los posibles partos m¨²ltiples perdidos, que agrandar¨ªan el drama). Una sociedad que ha perdido "los valores m¨¢s sagrados". Una cultura "sin sentimientos, materialista y cruel" que empuja a la juventud "por esta pendiente de muerte". Y, ?por todas las trompetas de Jeric¨®!, una sexualidad "deformada y ego¨ªsta". Alivia saber que monse?or no condenar¨¢ a nadie, que "bastante tiene cada uno con su pecado". Tal vez el obispo saldr¨ªa haci¨¦ndose cruces del autob¨²s Sexo con seso, pero es uno de los pocos lugares sobre la tierra donde ayudan a los j¨®venes a huir de una sexualidad "deformada y ego¨ªsta". Las charlas de Marimar Medina y Javier Basallote, dos voluntarios sevillanos de M¨¦dicos del Mundo, tratan de poner las cosas en su sitio, que hay mucha sexualidad descolocada y muchos hisopos injerentes. Algunos adolescentes sospechan todav¨ªa que su acn¨¦ es el precio de las masturbaciones secretas.