La saturaci¨®n de extranjeros en el f¨²tbol hace intervenir al Gobierno

El Gobierno espa?ol tiene en cartera reducir el n¨²mero de extranjeros en los clubes de f¨²tbol si el pr¨®ximo d¨ªa 16 la Liga Profesional se resiste a consensuar alg¨²n tipo de reducci¨®n antes del a?o 2000. El asunto es bien simple: si la comisi¨®n creada al efecto, en la que participan el sindicato de futbolistas (AFE), la federaci¨®n, el Consejo Superior de Deportes (CSD) y la Liga no es m¨¢s efectiva en la reuni¨®n del d¨ªa 16, la Administraci¨®n rescatar¨¢ la competencia en dicha materia, para no dejarla al albur de un acuerdo entre las partes. De la campa?a que se avecina son los internacionales de la selecci¨®n espa?ola quienes actuan de infanter¨ªa avanzada. Ya han hecho varias declaraciones al respecto.

La consigna es clara y a ella se aprestan los internacionales durante la larga espera al encuentro del mi¨¦rcoles frente a Israel. No hay m¨¢s novedades en la expedici¨®n salvo que Hierro, el capit¨¢n, mantiene a rajatabla su decisi¨®n de no hablar hasta las navidades. ?Debe autorizarse al capit¨¢n a tomar esta iniciativa, o debe dejar de ser capit¨¢n si no quiere ejercer de portavoz? La pregunta tuvo respuesta: "Deber¨ªa hablar, pero respetaremos que no lo haga". Fue el ¨²nico lunar de una selecci¨®n que parece irse acostumbrando a la normalidad que ha impuesto Camacho.La rutina de la selecci¨®n se ha normalizado por el momento. Ayer se improvis¨® una pol¨ªtica de puertas abiertas y casi todos aparecieron a mediod¨ªa disponibles para contestar preguntas. Todos menos Hierro, que no sabe, no contesta. Pusieron a prueba su conocimiento de la fortaleza de la selecci¨®n israel¨ª, algunos, como Alkorta y Ferrer, intervinieron en un incipiente ingl¨¦s ante los periodistas israel¨ªes; fueron diplom¨¢ticos o previsibles en sus respuestas, pero todos comentaron al un¨ªsono su defensa de la necesidad de que el jugador espa?ol tenga m¨¢s posibilidades de acceder a un puesto de trabajo en el f¨²tbol nacional.

Tambi¨¦n se toc¨® el asunto del calendario al que se pueden ver sometidos si se impone una reforma de las competiciones europeas. Ejemplos hubo para todos los gustos, pero quien resumi¨® mejor el sentir general fue Luis Enrique: "Lo bueno ser¨ªa que todos los clubes fuesen como el Athletic de Bilbao, aunque reconozco que har¨¢n falta extranjeros si vamos a plantillas m¨¢s amplias. Pero, desde luego, con estos calendarios, o nos hacen de acero inoxidable o no habr¨¢ quien aguante tantos partidos".

En el ambiente flota la inminencia de una reuni¨®n convocada para el d¨ªa 16, el pr¨®ximo viernes, con el asunto de la reducci¨®n de extranjeros de por medio. La comisi¨®n creada al efecto no ha experimentado ning¨²n avance y la petici¨®n de que, al menos, se produjera un primer gesto por parte de los clubes de Segunda Divisi¨®n no se ha cumplido. El nuevo secretario de Estado para el Deporte, Santiago Fisas, amenaz¨® hace unos d¨ªas con la posibilidad de una intervenci¨®n gubernativa en el asunto. La amenaza ha calado en el colectivo, y los internacionales ponen de su parte para presionar. A esta presi¨®n no es ajena la federaci¨®n. Y mucho menos el sindicato. Lo cual quiere decir que, de las cuatro partes que forman la citada comisi¨®n, tres ser¨ªan partidarias de un decretazo si no hubiera acuerdo. Y el decretazo est¨¢ preparado.

Los clubes dicen no saber c¨®mo ser¨ªa posible que el Gobierno interviniese en un asunto que consideran privado. Pero el Gobierno s¨ª cree saberlo: introducir una enmienda en la Ley del Deporte por la cual ser¨ªa el Consejo Superior de Deportes el que recuperase la competencia en esta materia, competencia que antes se dejaba a la firma de un convenio entre Ligas y federaciones. El convenio actual fija que la actual situaci¨®n debe mantenerse hasta el a?o 2000, pero se form¨® una comisi¨®n para estudiar una reducci¨®n antes de esa fecha. No ha habido tal, salvo que el d¨ªa 16 (y bajo amenaza) los clubes acepten otra cosa. De ah¨ª la posibilidad del decretazo.

As¨ª que los jugadores, entre entrenamiento y entrenamiento, hacen pol¨ªtica. Su pol¨ªtica. Ajeno a todo ello ha estado el capit¨¢n, Hierro, quien dice que no habla porque anda molesto con la prensa de Madrid. Se plante¨® ayer la cuesti¨®n de si un jugador debe llevar sus asuntos personales a la selecci¨®n. "Hablaremos con ¨¦l", dijo Gerardo Gonz¨¢lez, secretario general de la federaci¨®n, que trataba de quitale importancia al asunto. ?Pero deber¨ªa hablar?, se le pregunt¨®. "Deber¨ªa", contest¨®. La cuesti¨®n es que Hierro debi¨® de decir que ni por ¨¦sas, y su opini¨®n ha sido respetada. No habla y es el capit¨¢n. Y punto. Federaci¨®n y jugadores van por el mismo camino. Y hacen pol¨ªtica, que es lo que parece importarles ahora.