Educaci¨®n toma medidas urgentes para sofocar la rebeli¨®n escolar en Villaverde

VIENE DE LA P?GINA 1Entre los 400 nuevos alumnos del instituto de Villaverde hay 50 (m¨¢s de un 12%) que pertenecen al programa de educaci¨®n compensatoria. "Son chavales con problemas. Necesitan ayuda especial. Su modo de comportarse no es el normal de un chico de su edad. De ah¨ª que surjan problemas con los mayores", reconoci¨® el director del instituto. Los estudiantes de cursos superiores est¨¢n "hartos" de aguantar las continuas amenazas y provocaciones de los m¨¢s peque?os. "No podemos seguir as¨ª. Est¨¢n todo el d¨ªa organizando movidas en el patio del colegio. Nos roban, nos pegan, incluso amenazan con rajarnos con la navaja", afirm¨® ayer Sandra, de 15 a?os.

Paqui, madre de un ni?o de 13 a?os que estudia primero de ESO, es una de las muchas que ayer protestaba frente a la Junta de Villaverde. "No estoy dispuesta a tolerar que a mi hijo le peguen m¨¢s palizas. El otro d¨ªa lleg¨® a casa lleno de moratones y heridas", dijo.

El director del instituto admiti¨® que existen conflictos entre los estudiantes, aunque desconoce las agresiones que denuncian padres y alumnos. "A la direcci¨®n no ha venido nadie relatando ninguna agresi¨®n. Si no tenemos constancia de ellas no podemos hacer nada", lament¨®.

Los estudiantes conf¨ªan en que una mayor vigilancia en el patio del recreo evite que hechos como ¨¦stos se repitan. Manuel, de 15 a?os, relataba nervioso c¨®mo hab¨ªa sido agredido en el patio: "Sin m¨¢s ni m¨¢s, dos ni?os me pegaron. Van por ah¨ª de chulitos. Te quitan el bocata o te piden dinero, y si no se lo das, te sueltan un pu?etazo", afirm¨®.

Los ni?os a los que se le achacan las agresiones pertenecen a las familias m¨¢s humildes. Sus padres obligan a sus hijos asistir a clases para no perder el Ingreso Madrile?o de Integraci¨®n, un salario social que otorga la Comunidad de Madrid. En caso de que los trabajadores sociales aprecien que los padres no controlan la asistencia al colegio de sus menores, la Comunidad les retira el salario. "?sto motiva que muchos de los ni?os acuden a clase sin ning¨²n inter¨¦s ni ilusi¨®n", asegur¨® una de las profesoras.