Un debate inexcusable
El Senado es una c¨¢mara que fue mal dise?ada por el constituyente y que continuamos sin saber muy bien para qu¨¦ sirve. No es una instituci¨®n nociva, pero es poco lo que podemos decir de ella en positivo. Justamente por eso, siempre que se ha hablado de reformar la Constituci¨®n, en lo primero que se piensa es en el Senado. Convertir la segunda C¨¢mara en la instituci¨®n a trav¨¦s de la cual las comunidades aut¨®nomas participen en la manifestaci¨®n de la voluntad del Estado es una exigencia que se ha venido avanzando a medida que se impon¨ªa en la pr¨¢ctica el Estado de las Autonom¨ªas. Desde finales de los a?os ochenta, se iniciaron trabajos en el interior de la C¨¢mara para explorar las reformas que se tendr¨ªan que introducir para adaptar el Senado a la nueva estructura del Estado resultante de la aprobaci¨®n de los diecisiete estatutos de autonom¨ªa. Se propusieron reformas reglamentarias, a fin de que la vida de las comunidades aut¨®nomas pudiera penetrar en el Senado y se empez¨® a pensar en una futura reforma de la Constituci¨®n. Piedra angular de ese proceso de adaptaci¨®n del Senado a la estructura del Estado era el Debate sobre el Estado de las Autonom¨ªas, que deber¨ªa celebrarse anualmente en oto?o con la intervenci¨®n del presidente del Gobierno de la naci¨®n y de los presidentes de las comunidades aut¨®nomas. Ser¨ªa una suerte de complemento del debate sobre el estado de la naci¨®n que tiene lugar en el Congreso de los Diputados en primavera, y en el que, por lo general, la perspectiva auton¨®mica queda desdibujada o se utiliza casi exclusivamente como arma arrojadiza. Llevamos ya dos a?os sin que se celebre dicho debate. Y no parece que vaya a haberlo tampoco este a?o. En un momento en el que el debate sobre la estructura del Estado domina la vida pol¨ªtica, resulta que la C¨¢mara que institucionalmente debe ser la expresi¨®n de dicha estructura del Estado se queda fuera de juego. La cerraz¨®n de la segunda C¨¢mara est¨¢ llegando al extremo de recurrir a la interpretaci¨®n m¨¢s restrictiva de las posibles del reglamento para evitar que pueda celebrarse el debate que ha sido solicitado por el presidente de la Junta de Andaluc¨ªa sobre el futuro de la Constituci¨®n. La reacci¨®n del presidente del Senado ha sido literalmente incalificable. Tildar una iniciativa como esta de "desestabilizadora", lo ¨²nico que puede hacer es alimentar las dudas de los ciudadanos sobre la propia instituci¨®n que preside. Si hablar en el Senado, de manera ordenada y a propuesta de un presidente de una comunidad aut¨®noma, de lo que se est¨¢ hablando en el pa¨ªs, resulta "desestabilizador", entonces ?para qu¨¦ sirve dicha C¨¢mara? ?Cu¨¢ndo va a considerar el presidente del Senado que es oportuno un debate sobre la estructura del Estado? Y eso sin tomar en consideraci¨®n que los parlamentos est¨¢n para que se debata lo que quiere el Gobierno, pero tambi¨¦n la oposici¨®n.JAVIER P?REZ ROYO
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