"Si el PNV respeta Lizarra puede pactar con quien quiera"
Jone Goirizelaia (Mungia, 1956), cabeza de lista de Euskal Herritarrok (plataforma donde est¨¢ HB) por Vizcaya, acudir¨¢ hoy a San Mam¨¦s para ver jugar al Athletic con la Juve. Y en el palco estar¨¢ con los candidatos Garaikoetxea (EA), Madrazo (IU) e Iturgaiz (PP). Y van a caber todos, invitados por el presidente del club rojiblanco. Goirizelaia cree que, como en el palco, para construir Euskadi "no sobra nadie". Pregunta. ?Qu¨¦ se vota realmente el 25-O?
Respuesta. Los que votan EH dicen s¨ª a Lizarra, s¨ª a la autodeterminaci¨®n, a la amnist¨ªa, a la territorialidad y a comenzar un camino de di¨¢logo que nos lleve a la paz, porque todav¨ªa no hay paz.
P. El nuevo Parlamento mostrar¨¢ la pluralidad vasca. La mayor¨ªa de los ciudadanos quiere que este pa¨ªs lo construyan nacionalistas y no nacionalistas.
R. Yo tambi¨¦n lo pienso. Tenemos muy claro que aqu¨ª no sobra nadie, ni queremos echar a nadie. Este pa¨ªs hay que construirlo entre todos. Si la mayor¨ªa es nacionalista no vamos a echar a nadie, eso es la pol¨ªtica del miedo que han alentado algunos partidos en esta campa?a.
P. Una campa?a que ha estado marcada por la Declaraci¨®n de Lizarra y la tregua de ETA. Y el Gobierno del PP, que empez¨® con el pie cambiado, se muestra ahora dispuesto incluso a negociar con ETA sobre presos. ?Cree que Aznar, al fin, mueve ficha?
R. La aparici¨®n de Euskal Herritarrok como plataforma aglutinadora de muchos sectores abertzales y de izquierdas fue una sorpresa que oblig¨® a un cambio en la estrategia jur¨ªdico-policial contra la izquierda abertzale. Hab¨ªa un plan trazado en el que entraba la ilegalizaci¨®n de HB. El segundo fuera de juego para Madrid fue el Acuerdo de Lizarra, en donde se apuesta por el reconocimiento de la autodeterminaci¨®n y, sobre todo, se cede la palabra a la sociedad vasca. Y, por ¨²ltimo, la tregua, que les ha obligado a cambiar el discurso lentamente. Ahora, el Gobierno no descarta hablar con HB e incluso negociar con ETA. Aznar sabe que no puede desaprovechar esta ocasi¨®n.
P. O sea, que Aznar considera que la tregua va en serio...
R. Supongo que tienen que tener datos para ver que cuando ETA dice algo, lo cumple. Hay una mayor¨ªa en el Pa¨ªs Vasco que cree que eso es as¨ª y que est¨¢ dispuesta a trabajar para que la tregua siga y para que se solucione el conflicto. Si todos pensamos que es posible avanzar, el Gobierno deber¨ªa cambiar su actitud.
P. ?Es factible un doble modelo negociador: partidos por un lado y ETA-Gobierno por otro?
R. No hay dos niveles de negociaci¨®n. El Ejecutivo tiene que hablar con ETA, pero tambi¨¦n debe tener claro que ETA no va a negociar s¨®lo el tema de los presos. La f¨®rmula armas por presos no es posible. Y junto a esto tiene que hablar con el resto de los partidos.
P. ?Y cu¨¢l es el papel de los presos: mera mercanc¨ªa?
R. A los presos no hay que acercarlos a Euskadi, hay que ponerlos en libertad para que puedan participar en el proceso de paz. Lo que tienen claro es que no van a ser ning¨²n tipo de mercanc¨ªa de cambio. Ellos entraron en la c¨¢rcel por defender unas ideas, no para conseguir el derecho a salir de prisi¨®n. El otro d¨ªa me dec¨ªa un preso que ¨¦l no quiere salir para que dentro de cinco a?os su hijo tenga que volver a entrar porque este conflicto no se ha solucionado de verdad.
P. ?Por qu¨¦ el PNV ha girado hasta estampar su firma en Lizarra? ?S¨®lo para lograr la tregua?. Parece que han firmado un pacto de no agresi¨®n en esta campa?a.
R. Si algo ha sabido hacer el PNV es nadar y guardar la ropa. Lo que le vamos a pedir es que respeten el acuerdo y, fuera de Lizarra, pueden tener las alianzas que quieran.
P. ?No ve imposible que el PNV est¨¦ en Lizarra, pacte con el PSE y apoye a Aznar en Madrid?
R. Me parece muy complicado por las razones esgrimidas por los socialistas para salir del Gobierno. Si es cierto todo lo que dijeron entonces, el list¨®n para entrar est¨¢ muy alto. Nosotros lo que tenemos claro es que no vamos a participar en ese Gobierno, vamos a apoyar todas la resoluciones que tengan que ver con la construcci¨®n nacional de Euskal Herria.
P. Lo que las encuestas auguran es un buen resultado para EH, justo en las primeras elecciones en las que ETA no mata. ?La organizaci¨®n terrorista era el lastre que arrastraba HB para remontar electoralmente?
R. No. HB obtuvo unos resultados muy buenos en las auton¨®micas de 1986 [con 199.900 votos] y en las europeas del 87 [210.430] y no hab¨ªa tregua. Y en los 80 hemos llegado a tener hasta cinco diputados. La gente se ha ido desenganchando, pero se han hecho abstencionistas porque est¨¢n hartos y no ven soluciones a sus problemas. Es cierto que puede haber gente que haya dejado de votarnos porque ETA practicaba la lucha armada, pero no creo que le haya afectado mucho a HB.
P. ?Pero ustedes han hecho una autocr¨ªtica de su anterior estrategia de desestabilizaci¨®n?
R. Hemos visto que las cosas hay que hacerlas de otra manera. Hemos tenido una participaci¨®n en el Parlamento, en algunas de las comisiones, pr¨¢cticamente normal. Hemos estado en una ponencia, en la tramitaci¨®n de una ley, en muchas cosas que antes eran impensables. Nos hemos dado cuenta de que tambi¨¦n es importante en estos momentos estar ah¨ª. La gente entiende que debemos estar ah¨ª porque somos una parte muy importante de la sociedad. Y por eso van a acudir a votar y convertir a EH en la sorpresa electoral.
P. Luego la presencia de EH en el Parlamento va a hacer que esta legislatura sea apasionante.
R. Vamos a poder caminar hacia una verdadera transici¨®n, y el PP y el PSOE se tienen que dar cuenta. No se puede desaprovechar este momento tan importante. Tenemos que trabajar de otra manera en las instituciones. Hasta ahora nuestro trabajo hab¨ªa sido m¨¢s de resistir y de protestar, y ahora se trata de construir.
P. Su propuesta de una Asamblea de Municipios Vascos suena a proceso constituyente. ?Hay que hacer una Constituci¨®n vasca?
R. Ahora no existe ninguna estructura donde podamos participar todos los ciudadanos de Euskal Herria. Navarra est¨¢ por un lado, Iparralde por otro, Vascongadas por otro. Lo que vemos m¨¢s factible es esa asamblea de municipios, que pod¨ªa ser el embri¨®n de un futuro Parlamento nacional vasco. Aqu¨ª todo est¨¢ por hacer. Por eso yo creo que puede se apasionante: el Parlamento, la Asamblea y la construcci¨®n vasca si nos dejan decidir nuestro futuro.
P. Pero los vascos ya van a dar su opini¨®n el 25-O. ?Van a respetar ustedes los resultados?
R. ?Y cu¨¢ndo no lo hemos hecho? HB habr¨¢ criticado la Constituci¨®n y el Estatuto y estas instituciones que no sirven para nada. Pero los resultados se han aceptado siempre. El asunto es que lo que nosotros dec¨ªamos antes, ahora lo mantienen tambi¨¦n el PNV, EA y ELA.
P. Pero los partidos constitucionalistas subrayan que la Constituci¨®n y el Estatuto de Gernika han propiciado el periodo m¨¢s largo de paz en Espa?a y las mayores cotas de autogobierno.
R. ?se es el discurso del PP y del PSOE. Se agarran a la Constituci¨®n como a un clavo ardiendo. El problema no es el autogobierno. Nosotros no queremos m¨¢s autogobierno, queremos decidir. Alg¨²n ministro de Aznar ha dicho que Euskadi tiene m¨¢s autogobierno que Irlanda; s¨ª, pero Irlanda tiene derecho a la autodeterminaci¨®n y nosotros no; ¨¦sa es la diferencia.
P. ?Cree que su electorado se levanta todos los d¨ªas angustiado porque no puede ejercer la autodeterminaci¨®n, o por otros problemas como el paro, la vivienda...?
R. Para nosotros, aqu¨ª no ha habido una democracia. Nuestro electorado est¨¢ preocupad¨ªsimo por todas esas cosas y yo tambi¨¦n. Por supuesto que no se van a preguntar todos los d¨ªas por qu¨¦ no se reconoce la autodeterminaci¨®n, pero cuando reflexionan sobre el desempleo, la imposibilidad de gestionar nuestros recursos, entonces dicen que eso no ser¨ªa as¨ª si pudi¨¦ramos decidir c¨®mo afrontar los problemas.
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