Aznar y Castro acuerdan tratar con discreci¨®n la mejora de sus relaciones

El presidente del Gobierno, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, y el jefe de Estado cubano, Fidel Castro, coincidieron ayer en que la forma de mejorar las relaciones hispano-cubanas es trabajar con discreci¨®n y sin airear excesivamente las diferencias ideol¨®gicas y pol¨ªticas que existen entre ambos Gobiernos. Castro fue recibido por Aznar durante cerca de dos horas en el el palacio de La Moncloa, tras la breve visita privada a Extremadura del l¨ªder cubano.

No era la primera vez que Castro entraba en La Moncloa, pero s¨ª era la primera entrevista formal que manten¨ªa en la sede de la presidencia del Gobierno. En los cerca de catorce a?os de mandato de Felipe Gonz¨¢lez, Castro nunca consigui¨® que se le invitase a visitar oficialmente Espa?a, aunque lo sugiri¨® en varias ocasiones. S¨®lo realiz¨® una visita informal a La Moncloa hace m¨¢s de diez a?os en compa?¨ªa del l¨ªder nicarag¨¹ense Daniel Ortega, durante una escala t¨¦cnica en Madrid. Ayer, al entrar en la residencia presidencial, coment¨® que encontraba cambiada la decoraci¨®n. El l¨ªder cubano propuso a Aznar visitarle en Madrid el pasado s¨¢bado, en Oporto. Por sorpresa, le pregunt¨® si ten¨ªa alg¨²n inconveniente en que visitara Extremadura, aceptando as¨ª una invitaci¨®n que le hab¨ªa hecho, sin fecha, en La Habana el presidente del Gobierno extreme?o, Juan Carlos Rodr¨ªguez Ibarra. Aznar respondi¨® caballeroso: "Hombre, yo encantado, ?c¨®mo no voy a querer!".

La visita del Rey

Lo cont¨® ayer el propio Aznar, en una conferencia de prensa mantenida con el presidente de Panam¨¢, Ernesto P¨¦rez Balladares, de visita oficial en Espa?a. Aznar tambi¨¦n dijo que la visita del Rey a Cuba "todav¨ªa est¨¢ un poquito en ese cap¨ªtulo del veremos". El tema, los detalles de la visita real, figura en la agenda de viaje del ministro de Asuntos Exteriores, Abel Matutes, que el 8 de noviembre acudir¨¢ a La Habana. Tambi¨¦n fue objeto de conversaci¨®n en la entrevista que mantuvieron ayer Aznar y Castro y ambos coincidieron en que ser¨ªa bueno que se produjera en 1999, antes de la celebraci¨®n de la Cumbre Iberoamericana. Castro, que se desplaz¨® por carretera desde M¨¦rida a Madrid, para tomar en Barajas su avi¨®n oficial, regres¨® anoche a La Habana con un doble objetivo cumplido.Por un lado, la normalizaci¨®n de relaciones diplom¨¢ticas con Espa?a. Por otro, ha desbrozado el camino de la pr¨®xima Cumbre Iberoamericana de La Habana, a la que asistir¨¢n la inmensa mayor¨ªa de los jefes de Estado y de Gobierno. El presidente cubano considera la celebraci¨®n de esa reuni¨®n en Cuba como una derrota de la pol¨ªtica de aislamiento que EE UU mantiene contra su r¨¦gimen.

Durante su visita a Extremadura Castro subray¨® que la cumbre se produce, adem¨¢s, en un momento especialmente delicado para las econom¨ªas latinoamericanas. En su opini¨®n, la crisis financiera es inevitable y puede tener consecuencias apocal¨ªpticas. Para frenar sus efectos propone un proceso de uni¨®n de Am¨¦rica Latina similar al europeo: "Si Europa se une para sobrevivir, Am¨¦rica Latina tiene cincuenta razones m¨¢s".

El l¨ªder cubano se mostr¨® especialmente agradecido con Rodr¨ªguez Ibarra, que tuvo palabras emocionadas para la revoluci¨®n cubana en su discurso de bienvenida a Castro. Extremadura ha invertido en Cuba 400 millones en los tres ¨²ltimos a?os.