?Una de tapas!
"En la Comunidad Valenciana somos m¨¢s proclives al almuerzo; en otros lugares, por contra, hay costumbre de desayunar algo dulce y entre la una y las dos acudir a tomar el aperitivo". Quien as¨ª se expresa es un cr¨ªtico gastron¨®mico y fot¨®grafo, Jos¨¦ Aguilar, quien pretende implantar la cultura de las tapas en la ciudad de Castell¨®n. Para ello ha reunido durante tres d¨ªas en una ins¨®lita muestra a 15 establecimientos de toda Espa?a en la plaza de Santa Clara, en pleno centro castellonense, para abrir el apetito de los que acuden a degustar esas peque?as demostraciones de arte culinario. "Por desgracia el tapeo s¨®lo se lleva a cabo de forma masiva en zonas como el norte de Andaluc¨ªa y otros lugares muy concretos como Lugo, ?vila o La Rioja", lamenta este reportero gr¨¢fico castellonense. Nadie acierta en se?alar el origen de esa tradici¨®n a la que Quevedo denomin¨® "avisillos" y Cervantes "llamativos". Hay quien se remonta a la ¨¦poca de Alfonso X El Sabio; otros -como el propio Aguilar- a los ¨¢rabes, que suelen comer poco pero en muchas ocasiones durante el d¨ªa; los hay que fijan su nacimiento en la costumbre de las tabernas andaluzas de tapar la ca?a o el chato de vino con una loncha de embutido. Da igual de qui¨¦n se haya heredado, lo cierto es que parar la actividad cotidiana para tomarse el vermut en un d¨ªa laborable es, como dec¨ªa el entra?able historiador y experto en cocina N¨¦stor Luj¨¢n "uno de los momentos m¨¢s humildemente felices que el hombre puede conocer en este mundo desconcertado y cada d¨ªa m¨¢s melanc¨®lico". Todo ello, seg¨²n el organizador de esa singular feria en la capital de La Plana, sin menoscabo de la productividad y sin fomentar en absoluto el absentismo laboral: "Los vascos tienen fama de ser gente muy trabajadora", advierte el impulsor de esta muestra. Los restauradores han ocupado sus stands dotados de cocina para poder elaborar las raciones de sus respectivas especialidades. El conquense Enrique Serrano ofrece en Castell¨®n pat¨¦s, pisto, morteruelo de caza y chipirones rebozados. El jefe de cocina del Hotel Seto de Motilla del Palancar cree que un suced¨¢neo de la tapa consiste en "el creciente h¨¢bito que se observa en los restaurantes de pedir unas entradas antes de dar cuenta de un fuerte segundo plato". Junto a ¨¦l figuran cordobeses, almerienses, catalanes y gentes de diversas localidades castellonenses. Los vascos han fallado a ¨²ltima hora: "Es muy dif¨ªcil desplazarlos hasta Castell¨®n, abandonando sus negocios y encima para no ganar nada", tercia Jos¨¦ Aguilar. Roque Guti¨¦rrez, de Morella, ensalza los quesos, los fiambres de la comarca de Els Ports y las croquetas morellanas.. Este cocinero considera que "los vascos nos est¨¢n dando una gran lecci¨®n con su cocina en miniatura que presentan sobre una rebanada de pan". Esta primera Muestra Nacional de Tapas es ¨²nica en Espa?a, donde se realizan concursos de tapas pero siempre dentro del ¨¢mbito de una misma ciudad. El Patronato Provincial de Turismo de la Diputaci¨®n y el Ayuntamiento castellonense han preparado para los participantes una visita "did¨¢ctica" a una f¨¢brica de turrones, a otra de quesos y diversos recorridos tur¨ªsticos que incluyen etapas en Morella y Pe?¨ªscola. Pescaditos fritos, pinchos, banderillas, tortillas y dem¨¢s sutilezas tientan s¨®lo por 250 pesetas durante estos d¨ªas a los castellonenses que ocupan el centro de la capital dedicados a sus compras, que circulan con los impresos bajo el brazo para resolver alg¨²n tr¨¢mite burocr¨¢tico o que pasean sin m¨¢s por las callejuelas peatonales pr¨®ximas a esa plaza. "Queremos que Castell¨®n se consolide en los pr¨®ximos a?os como la capital de las tapas", agrega Jos¨¦ Aguilar, satisfecho por sacar adelante esta primera convocatoria.
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