170 millones sin repartir

El alcalde de Badajoz, Miguel Celdr¨¢n (PP), se jacta de que mantiene intacta, con intereses y todo, una cuenta pro damnificados de 170 millones. Pretendi¨® destinarlos a un centro social, y se gan¨® una manifestaci¨®n. Rehusa dar m¨¢s ideas. "Que digan los afectados c¨®mo gastarlo". Ideas no le faltar¨ªan a Miguel D¨ªaz Caro, de 62 a?os. Es tendero en Cerro de Reyes, un barrio sin vecinos desde la riada. Con la luz apagada, recoloca obsesivamente alimentos. "Antes vend¨ªa dos canastas de pan, ahora cuatro barras. Se me vino el mundo abajo. Tomo pastillas para dormir. Con lo contento que estaba con mi tiendita. Me encerr¨¦ un mes en el piso de realojo. No quer¨ªa dar la luz, ni comer, ni hablar. Mi mujer me oblig¨® a reabrir la tienda. C¨®mo no voy a estar contento con las ayudas. Esto no es culpa de nadie. Si hubieran querido, no nos habr¨ªan dado nada, porque derecho no ten¨ªamos".La mansedumbre pasta entre los damnificados. "Nunca nos hab¨ªan dado algo y ahora nos han dado algo", explica Rufino Ruiz, de 70 a?os, a pesar de que no ha cobrado ninguna indemnizaci¨®n por ocho cochinas de cr¨ªa, 20 lechones, 160 gallinas y 100 conejos que el agua le arrebat¨®. Un gallo y su hija Soledad elevan el tono en su patio: "Lo que nos han dado es poco para el dinero reunido". El realojamiento aflora amores: dos ancianos fingen haber congeniado al convivir por fuerza (ya cohabitaban antes) y dos j¨®venes juran a la Junta que se casar¨¢n si reciben piso.

Y Joaquina G¨®mez, a poco caen tres gotas, no deja quieta la persiana. "Estoy pendiente del regato. Pendiente, no. No vivo".