Los especialistas en adolescencia piden que la edad pedi¨¢trica llegue hasta los 18 a?os
Desciende la patolog¨ªa propia de la infancia, pero aumenta la que afecta a los j¨®venes
Nadie discute que la adolescencia es una edad clave en la vida. La salud de un adulto depende mucho de c¨®mo fue su etapa de crecimiento. Sin embargo, la salud del adolescente permanece en Espa?a en terreno de nadie. Los problemas de los j¨®venes, muchos espec¨ªficos y algunos graves, generalmente no son atendidos, y cuando lo son recaen en m¨¦dicos que no siempre conocen las peculiaridades de la pubertad.
Hasta los 14 a?os, los j¨®venes son cuidados por su pediatra. A partir de ese momento, la sanidad los trata como adultos, pero no lo son. Los pediatras aseguran que en la transici¨®n de ni?o a adulto aparece una problem¨¢tica que requiere una atenci¨®n especial. De esto se ocupa la medicina del adolescente, una especialidad consolidada en Europa, Latinoam¨¦rica y Estados Unidos, que muchos pediatras tratan de sacar adelante en Espa?a.
La medicina del adolescente es tan compleja como muchos de los j¨®venes a los que se dirige. Engloba tanto pediatr¨ªa y ginecolog¨ªa (desarrollo sexual, embarazos no deseados, enfermedades de transmisi¨®n sexual), como la endocrinolog¨ªa (problemas de crecimiento y hormonales), la psicolog¨ªa (depresiones, trastornos de alimentaci¨®n) o la dermatolog¨ªa (acn¨¦).
Conductas de riesgo
Pero adem¨¢s, los j¨®venes adolescentes presentan ahora a menudo problemas de alcoholismo y conductas de riesgo para su salud. Y a veces aparecen en esta edad los primeros s¨ªntomas de enfermedades de dif¨ªcil diagn¨®stico: artritis reumatoide, esclerosis m¨²ltiple, insuficiencias renales, fibrosis qu¨ªstica o diabetes tipo I.La Sociedad Espa?ola de Medicina del Adolescente, creada hace 11 a?os como secci¨®n de la Asociaci¨®n Espa?ola de Pediatr¨ªa, cuenta con 120 asociados y ocho expertos acreditados. La primera demanda de este colectivo es que se extienda la edad pedi¨¢trica hasta los 18 a?os.
Josep Cornell¨¤, presidente de la asociaci¨®n, reivindica que el pediatra atienda a los j¨®venes en los centros de salud hasta la mayor¨ªa de edad, y que adem¨¢s cuente con un especialista en adolescentes en un centro de referencia para derivarle los casos m¨¢s complejos.
De momento, s¨®lo tres hospitales p¨²blicos contemplan en Espa?a la atenci¨®n al adolescente como un servicio especial: Ni?o Jes¨²s -con unidad espec¨ªfica- y M¨®stoles, ambos en Madrid, y el hospital de Vall d"Hebron, en Barcelona. Antonio Carrascosa, jefe de pediatr¨ªa de Vall d"Hebron, explica por qu¨¦ debe ser un pediatra y no el m¨¦dico de cabecera quien atienda a los adolescentes: "Los pediatras ya conocemos su historial. Los hemos seguido en su crecimiento y estamos acostumbrados a ver a este paciente como algo cambiante, en evoluci¨®n. Por otro lado, en una edad en que los cambios f¨ªsicos van asociados a inestabilidad emocional, la confianza con el especialista es muy importante. La prueba es que muchos adultos siguen llevando a sus hijos al que fue su pediatra". Por la consulta externa de Vall d"Hebron pasan diariamente de 15 a 20 adolescentes. Este hospital organiza cada dos a?os cursos sobre medicina de la adolescencia para pediatras.
Jos¨¦ Casas, del hospital de M¨®stoles, a?ade una raz¨®n sociol¨®gica: "La mortalidad infantil ha descendido mucho porque las enfermedades que antes mataban a los ni?os peque?os ahora est¨¢n muy controladas. La pediatr¨ªa crece con el adolescente, cada vez hay menos ni?os y menos enfermedades en la infancia y, sin embargo, aparecen m¨¢s patolog¨ªas propias del adolescente". Casas recuerda que muchos servicios de atenci¨®n primaria a¨²n est¨¢n en proceso de prolongar la edad pedi¨¢trica desde los siete hasta los 14 a?os.
Padres desorientados
Los pediatras entienden que el primer paso para consolidar la medicina del adolescente es crear demanda. Cornell¨¤ montar¨¢ este curso una consulta semanal en tres institutos de Girona, con un proyecto novedoso en Espa?a que pretende llevar la salud al terreno de los j¨®venes, plantear la consulta como algo informal y confidencial.Cornell¨¤ insiste en la importancia de la prevenci¨®n: "El adolescente no es un enfermo, pero si no se act¨²a a esa edad, se puede estar incubando la enfermedad que sufrir¨¢ en la edad adulta".
En Cantabria tambi¨¦n se ha organizado una experiencia similar. Un plan del Insalud para mejorar la educaci¨®n sobre la salud en la adolescencia ser¨¢ ofrecido a los centros de salud para que a su vez lo hagan llegar a los institutos. Germ¨¢n Caballero, coautor del plan, explica que va dirigido a adolescentes de 12 y 16 a?os, a sus padres y a sus educadores. "Informar a la familia es fundamental. Los padres son los primeros que se sienten desorientados a la hora de atender la salud de sus hijos adolescentes porque generalmente no saben a qui¨¦n acudir", opina Caballero.
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