Fallece Ted Hughes, el gran poeta que form¨® una tr¨¢gica pareja con Sylvia Plath
El escritor brit¨¢nico, que padec¨ªa c¨¢ncer, deja una obra encendida y arrolladora
Las notas necrol¨®gicas, un aut¨¦ntico g¨¦nero literario en el Reino Unido, s¨®lo encontraron ayer un t¨¦rmino para describir la figura de Ted Hughes: "Gigante". Poeta laureado y aclamado, su biograf¨ªa siempre estuvo marcada por su tr¨¢gico matrimonio con la escritora estadounidense Sylvia Plath. Hughes muri¨® la noche del mi¨¦rcoles, a los 68 a?os y en la intimidad de su hogar. El poeta, solitario y retra¨ªdo, hab¨ªa mantenido en silencio su lucha contra el c¨¢ncer. El poemario Birthday letters, publicado hace casi un a?o, fue calificado como su definitiva obra maestra.
La enfermedad de Ted Hughes result¨® imbatible, pero ¨¦l pudo saldar a tiempo sus cuentas con el pasado. Birthday letters, publicado en enero pasado, estall¨® en las manos de p¨²blico y cr¨ªtica como un grito incontenible. Su recuento de una relaci¨®n que acab¨® con el suicidio de su esposa era tambi¨¦n una l¨²cida confesi¨®n de un tiempo de amor y dolor que empa?¨® incluso su reputaci¨®n.Ted Hughes tard¨® 35 a?os en enderezar la historia tras ser convertido en el culpable mudo de la destrucci¨®n de uno de los modelos m¨¢s cl¨¢sicos de la causa feminista, una Sylvia Plath abandonada a su suerte en sus horas m¨¢s bajas. El libro vendi¨® 90.000 copias en pocas semanas y versos como "eras un nuevo mundo/ mi nuevo mundo/ as¨ª que ¨¦sta es Am¨¦rica, me maravill¨¦/ hermosa, hermosa Am¨¦rica", le presentaron por fin como un marido doliente y atrapado, tan v¨ªctima como ella, en una de las relaciones literarias m¨¢s tr¨¢gicas de este siglo.
"Ted era un hombre extraordinario y encantador y uno de los grandes poetas contempor¨¢neos. Su familia est¨¢ deshecha y nosotros le echaremos much¨ªsimo de menos". Matthew Evans, presidente de Faber & Faber, la editorial que ha venido publicando la obra de Hughes desde 1957, no ahorr¨® ayer palabras a la hora de anunciar la muerte del escritor. El autor no quer¨ªa que nadie conociera su sufrimiento y ocult¨® la gravedad de su enfermedad. S¨®lo su familia y algunos amigos ¨ªntimos lo sab¨ªan. Incluso la reina Isabel II, que le hab¨ªa otorgado hace dos semanas la Orden del M¨¦rito, reconoci¨® ayer su sorpresa. "La soberana est¨¢ muy apenada por la p¨¦rdida y agradece m¨¢s que nunca haberle podido honrar en vida", se?al¨® el palacio de Buckingham en cuanto se supo la noticia.
Poeta de la naturaleza
La visita palaciega fue la ¨²ltima salida del escritor, que prefer¨ªa la tranquilidad de su casa en Devon, en plena costa del sur de Inglaterra. All¨ª era donde mejor se encontraba. Desde su primera obra, Hawk in the rain, aparecida en 1957, fue considerado un poeta "de la naturaleza", su verdadera fuente de inspiraci¨®n. Incluso el testimonio de su vida con Sylvia Plath, desgranado a lo largo de 88 poemas en Birthday letters, era como un hurac¨¢n: misterioso y destructivo pero tambi¨¦n de una belleza subyugante.Hughes era el hijo menor de un carpintero que sobrevivi¨® a la matanza de la pen¨ªnsula turca de Gallipoli, durante la I Guerra Mundial. Los recuerdos de su padre, uno de los 17 supervivientes de su regimiento, fueron absorbidos por una obra po¨¦tica tocada desde muy temprano por la lucha entre la vida y la muerte.
Durante su infancia pase¨® a menudo por los brezales de Yorkshire, al noreste de Inglaterra. De la desolaci¨®n de aquellos p¨¢ramos y el ritmo de la villa molinera donde naci¨®, Mytholmroyd, extrajo un conocimiento profundo de su entorno plasmado con furia en los poemas. La pasi¨®n de su lenguaje contrastaba con su car¨¢cter, siempre asc¨¦tico y reticente. Los cr¨ªticos hab¨ªan llegado a describirle como un poeta de tonos "no ingleses" por su lenguaje encendido y arrollador.
La pugna interior que le acompa?aba no logr¨® paralizar al chico del campo que obtuvo una beca para estudiar en Cambridge. All¨ª conocer¨ªa a Sylvia Plath, con la que intim¨® de inmediato, atra¨ªdos ambos por sus mundos, en apariencia opuestos.
Criticado a veces por producir poco y con poca regularidad, Hughes gan¨® una pronta fama que resultar¨ªa traicionera. A ¨¦l lo descubri¨® T. S. Eliot, otro poeta eminente. Ella estaba ya enterrada cuando sus versos empezaron a ser reconocidos. Tuvieron dos hijos, Frieda y Nicholas y, tras siete a?os de matrimonio, la abandon¨® por otra mujer, Asia Wevill, que tambi¨¦n se suicid¨®. Plath no era ajena a la depresi¨®n cuando abri¨® la espita del gas del horno en 1963. A partir de entonces, de su torturada vida en com¨²n s¨®lo qued¨® la imagen de una mujer luchadora y ultrajada.
Por la palabra
M¨¢s de tres d¨¦cadas despu¨¦s, y sentenciado ya por el c¨¢ncer, Ted Hughes la record¨® en una obra que ha sido comparada con Keats y Blake, otros gigantes de la poes¨ªa inglesa. El poeta hab¨ªa hecho algo m¨¢s que publicar un libro extraordinario. Su prolongado silencio le permiti¨® contemplar por fin con lucidez una de las mayores luchas ¨ªntimas de su vida.Birthday letters ser¨¢ tal vez presentado ahora como el epitafio simb¨®lico de su carrera. Sin embargo, la traducci¨®n en verso de La metamorfosis de Ovidio, aparecida casi a la vez, refleja con igual precisi¨®n el esfuerzo de toda una vida dedicada a la palabra.
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