El Alav¨¦s saca partido del desliz de Gil Mar¨ªn
El Atl¨¦tico teme que la arenga favorable a las patadas se vuelva en su contra
"Vamos a tener que ir a Madrid con escudos". Los jugadores del Alav¨¦s, el rival que se mide esta tarde al Atl¨¦tico, supieron aprovechar las declaraciones de Miguel ?ngel Gil Mar¨ªn -su arenga a favor de las patadas- nada m¨¢s conocerlas. Ayer empezaron a valorar las ventajas que les pueden reportar las frases del director general rival. Por eso todos se refirieron al ¨¢rbitro (Carmona) y le recordaron su obligaci¨®n de vigilar el juego duro. "Si los jugadores del Atl¨¦tico tuvieran personalidad", afirm¨® Pablo, "no deber¨ªan dar patadas por que se lo mande su jefe. En cualquier caso, si vienen a pegarnos, peor para ellos: espero que se responda al juego violento con tarjetas"."Hay un reglamento que se debe cumplir", avis¨® el entrenador del Alav¨¦s, Man¨¦, quien posteriormente analiz¨® los beneficios del asunto: "Ha sido una comunicaci¨®n interna que se les ha escapado de las manos. Aunque no deja de ser una chorrada -es un mensaje que el noventa por ciento de los directivos y de los entrenadores transmiten con frecuencia-, la cuesti¨®n ya est¨¢ en la calle y se va a volver contra los jugadores del Atl¨¦tico. Cada una de sus entradas puede interpretarse como una agresi¨®n".
Ahora tras las palabras de Gil Mar¨ªn cada entrada de los de Sacchi va a ser mirada con lupa. Una certeza de la que pueden sacar ventaja los vitorianos -exagerando el da?o tras una entrada, por ejemplo- y que puede llenar de nocivas dudas a los jugadores del Atl¨¦tico en las disputas de bal¨®n. Un l¨ªo, en suma, en el que el propio Atl¨¦tico sabe que se ha metido.
M¨¢s all¨¢ de cuestionar el contenido de las declaraciones en s¨ª, que todos en el club rojiblanco asumen como frecuente dentro del f¨²tbol, sit¨²an el error en el escenario donde ¨¦stas fueron realizadas. Hay una opini¨®n general dentro del equipo m¨¢s o menos coincidente: "Si eso nos lo dice a nosotros, todos le entendemos y no pasa nada. Pero son frases que efectivamente no se pueden pronunciar en p¨²blico. Primero, por imagen, y, sobre todo, por la interpretaci¨®n que terceros puedan hacer de ellas. Mira ahora los del Alav¨¦s c¨®mo las aprovechan".
El caso es que el club se ha movilizado para evitar que las palabras de Gil Mar¨ªn fueran m¨¢s lejos de lo que ya han ido. Por eso todas las opiniones emitidas ayer ven¨ªan a decir que las declaraciones fueron malinterpretadas. Ya no iban a ser admitidas m¨¢s respuestas como las de Aguilera -"que no me pidan dar patadas, porque no s¨¦"- o Mena -"los partidos se ganan jugando al f¨²tbol, no provocando, dando 50 patadas o insultando"-.
Juninho, por ejemplo, uno de los futbolistas que ha sufrido en sus propias piernas los mensajes de este tipo, uno de los jugadores que m¨¢s se ha levantado contra la violencia reinante en el f¨²tbol espa?ol, se mostraba ayer comprensivo con las palabras de su jefe: "Yo creo que Miguel Angel Gil Mar¨ªn ha sido malinterpretado. Se refer¨ªa a que no di¨¦ramos tanto espacio al otro equipo para jugar. El Mallorca estaba jugando demasiado f¨¢cil y deb¨ªamos haber estado m¨¢s encima".
Arrigo Sacchi, el entrenador, dio una versi¨®n muy parecida a la de su jugador. "No creo que Gil Mar¨ªn quisiera decirlo del modo en el que le sali¨®. Quer¨ªa decir que hab¨ªa visto un equipo poco luchador, pero no creo que sus palabras fueran una incitaci¨®n a la violencia".
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